20th Century Fox nos trae uno de los hallazgos más importantes, no sólo del mundo, sino de la historia de España, a través de la pantalla. Me refiero a la película basada en el descubrimiento artístico y científico más importantes que ha habido jamás, Altamira. Dirigida por el británico Hugh Hudson (Carros de Fuego), cuenta en el reparto con uno de nuestros actores más internacionales como protagonista, Antonio Banderas. La historia no tiene mucho misterio, nos sitúa en el año 1987, donde Marcelino Sanz de Sautuola (Banderas) y su hija de 9 años, descubren unas pinturas rupestres. Estas pinturas demuestran que el hombre ya tenía conocimiento de hacer arte, mucho antes de lo que los científicos creían. Sautuola luchará por demostrar que las pinturas de las cuevas de Altamira, son las más antiguas de la historia conocida.
Todo el encanto y la belleza de Altamira, reside en el trabajo fotográfico de José Luis Alcaine. Nos traslada con su gran trabajo en la fotografía, a los bellos paisajes de Cantabria, donde la naturaleza ya se encarga de hacer el resto. Sinceramente, esta película es la típica, que suelen echar los domingos por las tardes. Aunque es muy didáctica a la hora de aprender la historia del descubrimiento de las cuevas, el enfoque de la película hubiera sido más acertado si hubiera sido un documental.
Hugh Hudson intenta dirigir y vender un producto español, de forma fallida. Su poca agilidad al tratar la historia, centrarse más en la lucha científica y religiosa, que en el propio hallazgo y su obsesión en solucionarlo todo con primeros planos de Banderas, con una melodía acompañada de guitarra española. Con estos primeros planos de Banderas y esa guitarra de fondo, es inevitable decir, parece que estoy viendo una nueva película del Zorro. Altamira resulta densa, a pesar de que la película tiene ese valor didáctico, que en ningún momento el ritmo de la película ayuda.
Antonio Banderas esta bastante correcto, se podría decir que si no fuese por él, la película no tendría la misma gracia. Porque junto a los escenarios, es lo más español que hay en la pantalla, junto a los actores Javivi, Tristán Ulloa y la recién ganadora del Goya, Irene Escolar. Banderas siempre ha sido un actor que las películas de época, le han venido como anillo al dedo. En esta ocasión no es uno de sus mejores papeles, pero consigue salvar en muchos aspectos la película; ya que en muchas ocasiones veremos que con su sola presencia, consigue agilizar un poco la historia.
Uno de los grandes fallos de Altamira, a parte de que esta mal enfocada. Hubiera ganado algo de credibilidad si hubiera contado con más actores españoles. Porque ya os digo, que a Rupert Everett el ser cardenal no le pega nada. Y no he visto persona más inexpresiva en pantalla como Golshifteh Farahani, en mucho tiempo. En muchas escenas, parece que esta mujer en vez de sangre tiene horchata, a pesar de que sus rasgos den el pego.
Conclusiones de Altamira
Altamira desde un principio hubiera funcionado mejor como documental que como película. A pesar del gran trabajo de José Luis Alcaine en la fotografía y el intento de echarse la película a las espaldas de Antonio Banderas. La falta de agilidad en el trabajo por parte de Hugh Hudson, hace que la película resulte pesada y con un aire a película de domingo por la tarde.