Activision regresa por todo lo alto con uno de los lanzamientos más esperados del año y podríamos decir hasta de su historia. La saga Call of Duty se reinventa con el lanzamiento de Call of Duty Modern Warfare bajo la tutela del veterano estudio Infinity Ward. Proyecto en donde también han participado otros estudios de la compañía como Beenox, Raven Software, High Moon Studios y Sledgehammer Games.
La decimosexta entrega de la serie en realidad es un reinicio de la aclamada subsaga Call of Duty: Modern Warfare, donde todo lo que se nos cuenta ocurre tiempo antes de sus hechos. Una vez completado su Modo Campaña y visto todo lo que nos tiene que ofrecer esta nueva entrega, así como resumen, diré que podría ser el mejor Call of Duty en mucho tiempo. Si queréis saber mi extensa opinión no os perdáis el análisis.
Escuadra 1-4-1
Después de varios años y campañas bastante descafeinadas -aunque confieso que soy uno de aquellos a los que le gustó la trama de Infinite Warfare-, Call of Duty Modern Warfare me ha vuelto a transmitir aquella sensación a cuando jugaba a los CoD de 2007-2012. En esta ocasión Infinity Ward viaja al pasado, más bien a su pasado, para ver qué tan bien construían sus títulos para traernos este nuevo reinicio basado en uno de los Best Seller del género: Modern Warfare.
Entrega que nos pone en la piel de uno de los conflictos más impresionantes y variopintos que hemos podido ver y vivir en la franquicia, poniéndonos en la piel de varios personajes durante una guerra en Oriente Medio. Para ello visitaremos diferentes lugares de Europa como Londres (dejándonos uno de los capítulos más bestias de toda la Campaña), ciudades en el punto de mira de los terroristas, junto a personajes como Kyle Garrick o el emblemático y querido Capitán Price. Todos los sucesos acaban desbordándose llegando a Farah y su equipo de resistencia afgana contra el avance y los planes de los terroristas.
A priori la trama repite tópicos del género como poner al pueblo de oriente y a los rusos siempre como los malos. Pero justamente aquí es donde radica su encanto, porque Infinity Ward ha sabido construir su desarrollo con gran epicidad poniéndonos en más de una ocasión en el lado de Farah y lo que su pueblo ha sufrido durante años por el control de un militar y dictador ruso y los terroristas en su territorio.
Evidentemente hasta que lleguemos a este punto tardaremos un rato, hasta entonces bajo la piel del sargento Garrick y Alex debemos hacer frente a estos asesinos en diferentes zonas del mundo, en donde los rusos tienen parte de culpa del conflicto por el desarrollo de un nuevo y letal gas nocivo. Tras un empiece bastante típico con la invasión a una central secreta rusa para robar dicho gas, nuestro equipo es atacado por sorpresa perdiendo la posibilidad de poner Occidente a salvo. A partir de aquí es cuando arranca la verdadera trama. Tirando poco a poco del fino hilo que une todas las historias para juntar a cada uno de los personajes con el objetivo de poner fin la temeridad de estos grupos. Momento donde ya se deja ver que nos hemos alejado de los Call of Duty de los últimos años y empezamos a tener como referencia entregas del calibre de Modern Warfare, Modern Warfare 2 e incluso Black Ops.
¿Por qué digo esto? porque regresamos a la fórmula clásica de antaño con multitud de situaciones totalmente diversas que van de tiroteos repletos de acción o persecuciones, muchas zonas de sigilo nocturnas en interiores y exteriores, e incluso fases de pulso tan características como controlar la artillería de un apoyo aéreo o demostrar nuestra puntería con el francotirador a campo descubierto. Dejándonos momentos realmente impresionantes como cuando controlamos a Farah en sus recuerdos de niña, partes con una ambientación más oscura junto a Price o las escenas que vivimos al enfrentar al Carnicero. En lo personal, las misiones de infiltración en las casas me parecen una auténtica delicia a pesar de no tener casi libertad de elección.
Aunque también nos deja imágenes impactantes -de esas que se quedan en la retina- como la misión durante el atentado que se lleva a cabo en Londres. Este último ejemplo, me atrevo a decir que está a la misma altura que la escena del aeropuerto de Modern Warfare 2. Aquí nosotros no somos los malos como en esa entrega, el hecho de que se llene la ciudad de terroristas asesinando a sangre fría -en tu misma cara- a todos los civiles sin remordimiento alguno u otros decidan correr por el lugar con bombas e inmolarse. Nos deja uno de los escenarios más crueles de la serie, la atmósfera y el ambiente de desesperación e incertidumbre se nota al instante. Es como si se hubieran mezclado los tres títulos mencionados anteriormente en una coctelera, se hubiera agitado fuertemente y el resultado es una entrega que bebe un poco de cada uno.
La trama de este Call of Duty Modern Warfare es un Blockbuster en toda regla con todas sus letras en mayúsculas. Predecible en muchas situaciones, cliché en otras tantas e incluso pasillero en bastantes más ocasiones. Aunque esto último será más agresivo según en qué momento nos encontremos, porque esta entrega cuenta con escenarios bastante grandes y otros un tanto pequeños. En los amplios, según la misión, se nos deja un poco más a nuestro aire simulando más la libertad de elección de cómo afrontar el problema.
Pero me atrevería a decir que justamente todo esto que he dicho es lo que es Call of Duty y por ello entregas que tenemos en el recuerdo a día de hoy como Modern Warfare, World at War, Modern Warfare 2 o Black Ops siguen tan presentes entre los seguidores. Títulos con una trama que nos lleva de la mano, pasillera pero con muchos momentos inolvidables y un uso de la acción y adrenalina envidiable que te hace sentir realmente en el conflicto.
Un multijugador renovado
En la vertiente multijugador, Infinity Ward ha querido hacer una especie de homenaje al clásico Call of Duty Modern Warfare con leves cambios en su contenido: por un lado tenemos el tradicional Multijugador con una gran cantidad de modos de juego repleto de posibilidades, que veremos ahora a continuación; y las típicas misiones Cooperativas. Sí, por desgracia para muchos -me incluyo- no tenemos zombis este año después de un gran número de entregas (tanto de Treyarch como de Infinity Ward) con este atractivo e importante modo, algo que se puede potenciar con un mw3 boosting
En primer lugar el segundo pilar -o primero, según para quién- más importante de Call of Duty es su multijugador y todas las posibilidades jugables que permite este elemento. Para esta ocasión tenemos un total de 19 modos de juego donde destacan los veteranos Duelo por equipos, Dominio, Buscar y destruir, Cuartel general, Punto caliente y Baja confirmada, todos ellos también en versión EXTREMO, y el independiente Contra todos. Aunque la lista la terminan de formar nuevas variantes la mar de interesantes como son Tiroteo, Ataque cibernético, DPE realista, Guerra terrestre, Duelo por equipos de 20 jugadores y Dominio de 20 jugadores. Sin duda estamos ante la entrega más ambiciosa en este aspecto con modalidades realmente frenéticas.
Profundizando un poco más en las principales novedades me gustaría destacar tanto Tiroteo como Guerra Terrestre. En caso de Tiroteo, en particular, es uno de los mejores añadidos hasta la fecha de toda la franquicia y que renueva la fórmula con creces. Aquí solamente seremos 2vs2 en mapas especiales de pequeño tamaño en donde debemos acabar con los miembros del bando contrario en diferentes rondas. Para ello simplemente se debe recoger alguna de las armas esparcidas por el mapa y optar por una estrategia más táctica para llevar a cabo nuestro objetivo. Modalidad que junto a las mejoras en jugabilidad y control, recuerda mucho al planteamiento de Rainbow Six Siege, siendo una de las opciones perfectas para jugar con un conocido.
Por otro lado, Guerra Terrestre es el modo insignia de esta entrega, ampliando los horizontes de la franquicia como nunca antes se había visto dando la posibilidad de jugar en mapas de gran tamaño con multitud de jugadores y la elección de utilizar vehículos. En otras palabras, al más puro estilo Battlefield pero con la esencia de Call of Duty. Aunque se puede notar la poca falta de experiencia en prestaciones tan gigantescas, por lo que se encuentran algunos problemas pequeños de rendimiento.
El Multijugador en esta ocasión viene cargado con cambios en mecánicas de perfil sorprendentes y que gustarán mucho a todos los jugadores, al menos en gran parte. La ausencia de los Prestigios, sí habéis leído bien. Infinity Ward ha decidido eliminar los prestigios como tal y basar todo el sistema en la obtención de puntos para aumentar nuestro nivel hasta un máximo de 55 rangos. Al igual que sucede con otras entregas, la obtención de PX y subida de rangos nos da la posibilidad de desbloquear armamento para nuestros personajes y avatares entre otras cosas. En lugar de los prestigios, el estudio da la oportunidad a las famosas Temporadas.
En el momento de que una de ellas esté activa podemos aumentar el nivel de 55 hasta el 100, siendo este el máximo y reiniciándose al finalizar dicha temporada. Pero esto no hará que perdamos nada de nuestro progreso ni desbloqueos, ya que una vez reiniciada partiremos desde el rango 55. Los Rangos de Oficiales ligados a la Temporada nos ofrecen nuevos desafíos; una vez completados nos permiten ganar galones, y con cada 10 galones tenemos acceso a un emblema especial. Una vez conseguidos los 100 galones, podemos ganar un plano de arma exclusivo y un nuevo emblema.
Las otras grandes características de las que hace gala Call of Duty Modern Warfare es su ausencia de DLCs de pago y pases de temporada, y el juego cruzado entre plataformas dando la posibilidad de poder jugar con gente de PC-Xbox-PS4. Todos los contenidos descargables que reciba esta entrega, a mapas se refiere y demás, será entregado a los jugadores de forma completamente gratuita sin coste alguno. Todo un gran acierto por parte de Activision que sin duda termina de ponerla la guinda a un pastel que ya de por sí sabe más dulce de lo esperado.
Después de dedicar largas horas al multijugador online y una vez completado el Modo Campaña siempre nos queda la duda de ¿y ahora qué hago? Pues en Call of Duty Modern Warfare tenemos las llamadas Misiones Cooperativas para ampliar más la experiencia y las posibilidades de diversión. Modo que viene a sustituir el aclamado zombis y a homenajear el clásico donde una vez completada la trama principal, esta puede ser continuada aquí con una serie de operaciones especiales donde debemos completar ciertas fases para salir victoriosos. Sinceramente no llegan al nivel de entretenimiento de lo que una propuesta de zombis puede llegar a ofrecernos -al menos para mí-, pero aún así ni siquiera sería el peor añadido de la saga ni por asomo y es un contenido que la verdad también consigue entretener a su manera. Además, a parte de las operaciones de historia, podemos disfrutar de las operaciones clásicas y un modo de supervivencia en el que simplemente debemos aguantar oleadas de enemigos.
La primera bala del cargador
Call of Duty Modern Warfare es el cambio que llevaba tiempo esperando en la franquicia. Que la saga estaba quedándose estancada era un secreto que se llevaba gritando desde hace años, pero al fin para esta entrega tanto Activision como sus estudios, en este caso Infinity Ward, han hecho caso y han desarrollado un nuevo motor gráfico para la ocasión y futuros lanzamientos de la serie. Este motor se encuentra muy lejos de lo que nos ofreció su antecesor, las posibilidades son mayores y se nota con esta entrega. Gracias a su estructura el equipo ha conseguido rediseñar tanto su jugabilidad clásica como los gráficos sin perder ápice alguno de su esencia ni fórmula. ¿Que aún tienen cosas a mejorar? Por supuesto, también se nota que necesitan coger soltura con este motor gráfico. Pero -espero no equivocarme- podríamos estar ante una nueva era dorada de la franquicia.
La jugabilidad es el campo que mayor parte de cambio y mejora ha sufrido gracias a este desarrollo. El cambio de rumbo por ofrecer algo diferente ha llevado a Infinity Ward a pulir aspectos haciendo que estemos ante la movilidad más realista de la saga hasta la fecha. Nuestro personaje se nota más pesado, con un ritmo más pausado haciendo que prácticamente toda la acción de las partidas sea completamente diferente a lo acostumbrado en otras entregas. Me atrevería a decir que bajo los controles se parece mucho a lo que nos ofrece Rainbow Six Siege, sobre todo con el tema de coberturas a la hora de poder utilizarlas como apoyo, o incluso asomarnos entre los marcos de paredes para emboscar al adversario. Es que prácticamente todos los movimientos del personaje se sienten completamente nuevos y diferentes, con un par de minutos es suficiente para saber que todo ha cambiado pero a la vez sigue siendo lo mismo. Elementos que se agradecen y hacen que los cambios se aprecien más.
Cuando antiguamente se premiaba la agilidad y prácticamente todo el mundo jugaba a recorrer el mapa de esquina a esquina corriendo como locos, ahora se torna una jugabilidad más táctica e incluso lenta. A veces hasta frustrante según contra quién estemos juguemos, porque las cosas como son, aunque esta jugabilidad era lo que Call of Duty necesitaba y le queda como anillo al dedo, también incita mucho -demasiado- al campeo. Debido al diseño de escenarios, que bien en su totalidad son de gran tamaño en las modalidades principales, su estructura parece haber sido creada para hacer la milenaria técnica de campear. Por eso en este título uno mismo debe cambiar, debe evolucionar su manera de juego para adaptarse. Aunque muchas veces sigue siendo una variante del «corre-corre», las costumbres nunca cambian. Sin embargo, en Tiroteo, por poner un ejemplo, es normal que se realice esta práctica porque es una zona donde se premia la estrategia con la victoria.
Técnicamente estamos delante del Call of Duty más sorprendente de su historia. Ya no solo hablo de términos de efectos sino también a nivel de gráficos y texturas. Parece ser que el nuevo motor que han desarrollo les ha permitido centrarse en detalles más globales para mejorar la experiencia, aspectos que se llevaban criticando desde hace años. Modern Warfare es un claro ejemplo de que con un poco de presión social las cosas se pueden hacer muy pero que muy bien, destacando el diseño de escenarios realistas de las ciudades en las que se basan. Así como varios efectos adicionales como explosiones, humos y unos espectaculares juegos de iluminación y sombras. Aunque en este último punto también admito que tienen un margen grande de mejora para terminar de pulir ciertas partículas y texturas «pixeladas». En conjunto esta entrega luce genial en todos los sentidos. Pero es evidente que aún les quedan cosas por mejorar en la carga de elementos en pantalla y conseguir texturas más realistas en algunos puntos.
Otros elementos que resaltan gracias al motor y en donde podemos notar que Infinity Ward se ha dejado la piel, es en sus cinemáticas y la caracterización de sus personajes. Las cinemáticas de Call of Duty Modern Warfare te dejan con la boca abierta en más de una ocasión, es una mezcla de toda la técnica y la experiencia enfocada toda en un único lugar. En más de una ocasión da la sensación de que estamos viendo una película y gracias a ellas apenas notamos los interludios entre las pantallas de carga de cara a lo siguiente. Ya que estas son prácticamente inexistentes pudiendo disfrutar de todo lo relacionado con la trama prácticamente del tirón. Reforzandose con el carisma de los personajes del calibre del Capitán Price, que se come completamente la pantalla, o de agregados tan importantes como Farah y su personalidad líder a la vez que dura, o Alex un claro ejemplo de lo que deben ser los ideales de un soldado. La magnífica recreación de los mismos hará que empaticemos más con ellos durante los hechos.
Conclusión Call of Duty Modern Warfare
No me cabe duda alguna de que Call of Duty Modern Warfare -a parte de reutilizar un nombre aclamado por todo su público- es la entrega casi perfecta de lo que debe ser un Call of Duty a día de hoy y sobre todo, de las mejores hasta la fecha en los últimos años. El renovado motor gráfico y sus cambios en jugabilidad son elementos que le sientan genial después de tanto tiempo pidiendo cambios en una fórmula cada vez más estancada. El Modo Campaña también ayuda mucho a terminar de redondear el producto final con una de las premisas más entretenidas de su historia, mucha acción y con escenas realmente impresionantes pasilleras al más puro estilo de la franquicia. Es evidente que tienen cosas que mejorar como la carga de texturas en ciertos puntos y algunos juegos de iluminación-sombras, pero una cosa la tengo clara: el sello Modern Warfare es de calidad y ha tenido que volver el Capitán Price para demostrarlo.
Política sobre notas en Game It
Lo bueno:
- Una trama atractiva y épica, marca de la casa de entregas clásicas.
- Multijugador más sólido a nivel de jugabilidad y prestaciones.
- El nuevo motor gráfico.
- Magnífico doblaje al castellano.
- Juego cruzado y contenidos digitales GRATIS.
Lo malo:
- Las misiones cooperativas están bien, pero no llegan al nivel de zombis.
- Se nota la falta de uso con el nuevo motor gráfico: cargas y texturas pueden mejorarse.