En el reino donde reside la última parada de cada alma, donde el final es sólo el comienzo, se guardan innumerables historias. Historias de valentía, amor, horror y, por supuesto, de muerte. Hoy te traigo una de estas historias, una que no ha sido contada hasta ahora, una que ha sido forjada en los talleres de Saona Studios y Meridiem Games, como si de un viejo cuento sacado de una antigua biblioteca se tratara. No suelo ser un fanático de las historias, ya que siendo la Muerte las historias son más bien el final de mi trabajo. Pero este relato en particular titulado Death or Treat, ha estado rondando todo mi ser inmortal durante mucho tiempo.
Este es un cuento sobre un pequeño espíritu llamado Scary, su amigo Marshmallow y una ciudad llamada HallowTown. ¡Ah HallowTown!, una ciudad llena de espíritus y diversión, pero un día todo cambió.
¿Por qué este cuento, te preguntarás? Bueno, supongo que cada eternidad necesita su pizca de dulzura… o de truco.
Dulce y amargo sabor en HallowTown
HallowTown la ciudad que vive en un perpetuo Halloween, una ciudad gobernada por los fantasmas, las brujas, los vampiros, y sí, los caramelos. Si los caramelos pudieran hablar, estarían llenos de historias de sustos y risas. Pero esa no es la historia que voy a contar. No, esta es una historia un poco más… retorcida.
Te preguntarás, ¿qué mal puede suceder en una ciudad de dulces y risas? Bueno, permíteme decirte que incluso las ciudades más dulces pueden tener un núcleo amargo. Fue una gran empresa, una que prometía fama y dinero, usaba la tecnología y las redes sociales para manipular a los habitantes de la ciudad. ¿El método de actuación prioritario? Nublarles el juicio a las pobres almas con promesas de gloria y riqueza. Sí, incluso en el más allá, el capitalismo extremo encuentra una manera de meter su fea cabeza.
Scary, nuestro espíritu protagonista y su fiel compañero Marshmallow no podían quedarse de brazos cruzados mientras su querida ciudad caía en la decadencia. Cada año se dirigían a HallowTown en su Ghost Mart, una tienda sobre ruedas tirada por caballos fantasma, una líder total en el mercado de los caramelos. Pero un año encontraron HallowTown en ruinas, sus habitantes desaparecidos o convertidos en esclavos sin mente de la empresa Faceboo!, dirigida por el tiránico señor Fuckerberg.
Y así comienza nuestra historia, con Scary y Marshmallow armando sus escobas y preparándose para la batalla. Pero no te preocupes, esto no es una de esas historias tristes y desesperanzadoras. Después de todo estoy aquí para contártela, lo que significa que pase lo que pase siempre hay un final. Y los finales, en mi opinión, pueden ser bastante entretenidos.
La cruzada mortal de Scary
Scary, aquel pequeño espíritu no era alguien a quien subestimar. A pesar de su pequeño tamaño, estaba lleno de determinación… y de una capacidad increíble para reaparecer después de morir. Sé que suena un poco raro viniendo de mi, La Muerte, pero este chico tenía una habilidad sorprendente para superar los desafíos. Al parecer, había pasado su vida jugando a esos videojuegos estilo roguelike, donde la muerte es más una molestia temporal que un final definitivo. Algo que podía apreciar, después de todo siempre estoy dispuesto a apoyar cualquier cosa que mantenga mi negocio en auge.
Así, armado con su escoba, su valentía y su preparación en videojuegos, Scary se embarcó en su cruzada a lo roguelike para salvar HallowTown. No se limitó solo a luchar contra las hordas de esclavos de la empresa Faceboo!. No, eso habría sido demasiado sencillo para nuestro pequeño héroe. Scary también tuvo la tarea de reconstruir su querida ciudad, restaurar tiendas y locales tan importantes como NecroSoft, DetoxBucks o la Forja. Parece que incluso en el más allá, el espíritu solidario se mantiene «vivo».
Aprendizaje, muerte y crecimiento
Cada combate, cada muerte, cada resurrección, le daba a Scary la oportunidad de aprender y crecer. Y con cada caramelo e ingrediente que recolectaba, podía mejorar sus habilidades, obtener nuevas armas, conseguir más salud, daño y mejoras en sus habilidades. Cada vez que Joe Bite Them, un buen amigo de Scary, le ofrecía un trato al final de cada zona, Scary tenía la opción de continuar su aventura o volver a HallowTown con un saco lleno de caramelos. Y ya sabes lo que dicen: un caramelo en la mano vale más que dos muertos de camino a la cripta… o algo así.
Los ingredientes que recogía, dotados de nombres inquietantes e intrigantes, tales como Cerebro brillante, Plasma cerebroespinal, Cristal antibalas, Madera no muerta, Nocturnita, Huesos y Pezuña de demonio, no solo eran herramientas que le brindaban el poder para mejorar sus capacidades y obtener nuevas armas, sino que también le otorgaban un toque de humor negro a su desalentadora misión.
Dificultades en el camino
Scary a pesar de su etérea naturaleza, no estaba exento de los desafíos que su aventura presentaba. Como todo héroe, enfrentaba obstáculos y pruebas constantes, y uno de los más destacables era la gestión de sus propios movimientos. Si bien su esencia espectral le brindaba ciertas ventajas, también necesitaba tiempo para adaptarse a un mundo en constante cambio, plagado de enemigos, trampas mortales y paisajes en perpetua transformación. No obstante, Scary sabía que, al igual que en cualquier videojuego, la práctica sería la clave para dominar tales desafíos.
Adiestrado en el arte de los videojuegos, Scary poseía un arsenal de movimientos a su disposición. Podía saltar y realizar doble salto, desplazarse rápidamente con un dash, lanzar un uppercut, desatar un golpe secundario fuerte, desencadenar una serie de combos demoledores con su escoba u otras armas, utilizar su habilidad espectral y ejecutar un smash devastador. Si alguna estrategia fallaba, siempre estaba listo para replantear su enfoque y ajustar su táctica.
Caos y cierta monotonía
Cada vez que Scary caía en desgracia, los senderos que le quedaban por explorar se transformaban de manera impredecible, inyectando una dosis de desorden que contrarrestaba la potencial monotonía de la travesía. No obstante, con el paso del tiempo, incluso este caos aparentemente sin sentido empezaba a revelar ciertos patrones. A pesar de la aleatoriedad de los caminos, la diversidad de las rutas posibles no era ilimitada, y Scary comenzaba a vislumbrar la lógica subyacente en el mosaico de la desordenada realidad.
La cosa es que, Scary tenía una misión y estaba dispuesto a morir, y morir, y morir de nuevo para cumplirla. Y yo, bueno, estaba allí para asegurarme de que tuviera la oportunidad de hacerlo. Después de todo, ¿qué sería de la vida sin un poco de muerte?
La belleza oscura de HallowTown
Ah, HallowTown. Este es un lugar donde la esencia de Halloween se respira en cada esquina, en cada hoja que cae de los árboles de colores otoñales y en cada vela y farolillo de calabaza que ilumina las calles con una luz dorada y cálida. Desde la cima de las colinas que rodean el pueblo, puedes ver el laberinto de callejones y plazas, todo decorado con los colores del otoño y la penumbra que tanto ensalzan el espíritu de la temporada.
Todos los detalles de las tiendas de la ciudad tientan a nuestros ojos para darse un paseo minucioso y recoger todas las encantadoras referencias a otras realidades, con una similitud realmente asombrosa. Las criaturas incluido Scary, deambulan por este reino de forma sencilla pero grácil, aportando una danza de movimientos a la vista digna de observar.
Scary tiene un ídolo en mente, y no es otro que mi buen amigo Jack Skellington. Es tal su fanatismo que los caramelos que vende son todos con una versión de mi amigo Jack incrustada en ellos. Sin duda, un gran homenaje a tan distinguido caballero.
Todo es tan hermoso que parece como dibujado a mano, como un cuadro en movimiento. Las animaciones son fluidas y dan vida a este mundo vibrante y lleno de color.
HallowTown siempre tiene una especie de hilo musical. No soy un experto en música a pesar de haber acompañado a grandes compositores y músicos al final de sus vidas, pero en mi opinión, en esta ocasión la música acompañó de manera tímida a Scary en su aventura. Tal vez los años que llevo viviendo son muchos y me he vuelto demasiado, no sé bien cómo expresarlo, ¿quizás exigente?. He presenciado historias con una presencia sonora más impactante.
Cabe destacar que los habitantes de HallowTown son personas bastante cultas y además saben muchos idiomas. La eternidad tiene esas ventajas, que permite que tengas mucho tiempo para aprender. Gracias a esto cualquier visitante posiblemente pueda hablar en nuestra lengua materna y no sentirse un extraño. Doce idiomas ni más ni menos, y entre ellos, el castellano. Sin duda, una proeza lingüística considerable.
Conclusiones de Death or Treat
La historia de Scary en Death or Treat es una aventura curiosa. No es quizás la mejor que he tenido la oportunidad de presenciar, pero tiene un encanto particular. Algo que resulta especialmente intrigante es cómo Scary muere una y otra vez, y cada vez que lo hace, me hace una visita pidiéndome que le permita volver a intentarlo. Este ciclo continuo de muerte y renacimiento es, de alguna forma, fascinante para una vieja entidad como yo.
La trama es amena y aunque puede resultar frustrante en ciertos momentos, especialmente en las circunstancias en las que Scary parece estar condenado a morir repetidamente, se puede decir que tiene un cierto atractivo. Los amantes de los videojuegos estilo roguelike, pueden encontrarle su encanto.
Es la hora de que me retire, pues asuntos turbios me reclaman. No os preocupéis, no me echéis de menos, recordad que tarde o temprano volveremos a encontrarnos, y por vuestro bien espero que sea más tarde que temprano.
El rincón del redactor
Death or Treat se presenta como una posible elección para los aficionados al género roguelike. Con un atractivo estilo visual, una jugabilidad desafiante y una historia convincente, este juego es una opción 2D más en el campo de los roguelikes. Puede ser recomendable para aquellos que buscan una introducción al género, Death or Treat enseña a los jugadores a aceptar y aprender de sus innumerables derrotas, un aspecto inherente a este tipo de juegos.
Hay que destacar que no está exento de algunos problemas. Entre ellos los controles, que pueden presentar ciertas dificultades al principio, y los obstáculos visuales pueden ser un pequeño lastre durante la experiencia de juego. No obstante, con un poco de práctica y paciencia, los jugadores pueden llegar a dominar estos aspectos, lo que incrementa la satisfacción y la diversión que proporciona el juego.
Un aspecto adicional a considerar es que, a pesar de contar con una variedad interesante de armas y modificadores, los jugadores más experimentados pueden encontrar una falta de profundidad en la evolución de estos elementos.
Pese a los puntos débiles identificados, recomendamos dar una oportunidad a Death or Treat. Deja que Scary y sus amigos demuestren de qué son capaces.
Si el análisis de Death or Treat ha capturado tu interés, os invitamos a explorar nuestras reseñas narrativas de Kraino Origins, Minecraft Legeds, Minabo A walk through life, Beholgar o Kaku: Ancient Seals, donde profundizamos en estos emocionantes títulos y compartimos nuestras perspectivas y experiencia
Conclusiones
Death or Treat
Death or Treat se presenta como una posible elección para los aficionados al género roguelike. Con un atractivo estilo visual, una jugabilidad desafiante y una historia convincente, este juego es una opción 2D más en el campo de los roguelikes. Puede ser recomendable para aquellos que buscan una introducción al género, Death or Treat enseña a los jugadores a aceptar y aprender de sus innumerables derrotas, un aspecto inherente a este tipo de juegos.
PROS
- Atractivo estilo visual con dibujos hechos a mano
- Ambientación única y original que mezcla Halloween con un estilo roguelike 2D
CONTRAS
- Los controles pueden ser difíciles de dominar al principio
- La evolución de las armas y modificadores puede carecer de profundidad para los jugadores más experimentados
Death or Treat Precios
Buscamos información en varias tiendas para encontrar el mejor precio