[Análisis] Insomnis. Playstation 4

¿Quién no ha soñado alguna vez con ser dueño de una mansión? Algo así es lo que le sucede al protagonista de Insomnis, Joe Castevet. Joe recibe la noticia de que su abuelo ha fallecido y le ha legado su mansión. Así es como arranca Insomnis, la opera prima del pequeño estudio español Path Games.

El miedo a lo desconocido

Sin ninguna duda, si tuviésemos que encuadrar a Insomnis en un género, sería el de terror. Desde que aterrizamos en la mansión de la familia Castevet nos encontramos en total soledad. Apenas sabemos qué le ha sucedido a nuestro abuelo, el propietario original de la mansión, y todo lo que queremos es algo de información. Conforme damos un par de vueltas por las primeras habitaciones, descubrimos que es la propia mansión la que nos va a contar su historia.

Documentos repartidos por la casa, paredes pintadas o maniquís decorados son algunos de los objetos que nos irán dando pistas sobre lo que ha sucedido. Es cuando ya hemos pasado un par de momentos tensos cuando nos damos cuenta que no tenemos demasiado que temer. No parece que haya nada que nos vaya a matar y hacernos reiniciar la partida. Debemos centrarnos en resolver una serie de puzles, bastante sencillos, que nos irán abriendo nuevas ubicaciones de la casa. Pero el terror no desaparece, sobre todo gracias a la atmósfera que Insomnis consigue crear. Ese silencio incómodo que nunca sabes cuándo se romperá para sacarte un grito y unas habitaciones que parecen habitadas por un adulto que se olvidó de crecer, nos impiden relajarnos.

Insomnis maneja bastante bien el tempo. En el momento en el que dejamos de temer el escenario, la aventura concluye. Su duración es breve, podemos alcanzar los créditos en apenas cuatro horas sin ningún problema. Es cierto que no es demasiado, pero nos ha dejado la sensación de que nos da todo lo que el estudio puede ofrecer sin alargarse innecesariamente.

Sigue buscando

Como ya hemos dicho, Insomnis se acerca al terror gracias a la tensión que genera tanto con su escenario como gracias a su aspecto sonoro. Pero a nivel jugable, estamos ante una aventura de investigación. Y es aquí donde seguramente más punta se le podría haber sacado al juego. Desde el minuto uno nuestra única labor es la de pasear por las habitaciones a las que tenemos acceso registrándolas para encontrar el objeto que nos permita desbloquear una nueva puerta. Abrir cajones, coger objetos y buscar donde encajarlos es básicamente lo que haremos una y otra vez. Las mecánicas son muy escuetas a lo largo de todo este paseo por la mansión. Los puzles, aunque ofrecen algo de variedad, son bastante sencillos e incluso la historia carece de innovación ya que está repleta de clichés.

A nivel técnico, lo cierto es que Insomnis nos deja sensaciones encontradas. Las texturas y los detalles no son nada espectacular, pero el trabajo de iluminación es realmente bueno. Las sombras consiguen hacer la mansión mucho más tétrica de lo que parece. Durante el juego encontramos algunas referencias al cine de terror como la “redrum” de “El resplandor”. A esto le acompañan cuadros cambiantes por la casa que lo cierto es que no animan a pasar un rato relajado mirándolos.

Si ninguna duda el punto a destacar del juego es el sonido. En él se apoya toda la experiencia. Es el control de los silencios, los efectos de la lluvia y los ligeros sonidos inesperados, los que logran crear esa tensión.

Conclusiones de Insomnis

El estudio catalán Path Games se estrena con el apoyo de Playstation Talents con una obra con poco a destacar, pero sin grandes problemas en su ejecución. Insomnis llega con una propuesta ideal para estas tardes oscuras de invierno. Una experiencia que no nos ocupará más de una tarde, entretenida y que no disgustará a los amantes del género.

Es cierto que el juego tiene luces y bastantes sombras, es cierto que no se inventa nada y que en muchas ocasiones nos deja la sensación de haber jugado ya a cosas muy similares. A pesar de esto lo cierto es que el resultado no es por ello menos entretenido ni encontramos motivos para desmerecerlo.