Aunque parece que ya vemos la luz al final del túnel con el tema de la pandemia, hay muchos casos en los que sus consecuencias se alargarán durante años. El deporte también se ha visto afectado y por eso en 2021 cuando podremos disfrutar de los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 y, como es habitual, de su videojuego oficial. Os contamos que nos ha parecido esta nueva entrega de Sega y como rompe con sus predecesores.
Llegan los deportes de equipo
Esta entrega de Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 cuenta con un total de 18 modalidades deportivas diferentes, pero aquí es donde arrancan los cambios. Los videojuegos olímpicos siempre han sido el refugio donde modalidades deportivas que no cuentan con representación habitual en los videojuegos estaban presentes. El amplio abanico del atletismo o la natación eran algunos de los deportes habituales en este tipo de videojuegos y de los que más piques provocaban en las partidas.
En esta ocasión solo contamos con dos pruebas de natación (100 metros libres y 200 metros estilos) y 5 de atletismo (100 metros lisos, 110 metros vallas, 4×100 metros relevos, lanzamiento de martillo y salto de longitud). De esta manera han desaparecido saltos como la pértiga o la altura, las carreras de media distancia o las pruebas combinadas como el decatlón. Por otro lado, se han añadido deportes de equipo en los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 como Fútbol, Baloncesto, Béisbol, Rugby 7 o Voley-playa. Esto nos parece una oportunidad desaprovechada, ya que exceptuando el vóley-playa, el resto de deportes ya cuentan con sus propios videojuegos de simulación mucho más perfeccionados que esta experiencia.
Junto a los ya mencionados en estos Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 podremos competir a Tenis de mesa, Tenis, Boxeo, BMX, Judo y escalada deportiva.
Una jugabilidad más accesible
Nada más arrancar a jugar, nos llama la atención la sencillez de sus controles. Han desaparecido las combinaciones de botones para correr más rápido. La mayoría de deportes se solventan con tan solo un par de botones. Es cierto que existen mecánicas que premian la precisión, pero la sensación desde el primer momento es que en esta entrega se ha hecho todo más accesible, lo que significa que también ha bajado la dificultad.
También hay que reconocer que algunos deportes, como es el caso de la escalada que nos obliga a ser muy precisos en el movimiento de los joysticks para lograr el mejor tiempo o el boxeo que contempla interesantes combinaciones para romper las guardias rivales, ofrecen una experiencia bastante original. También encontramos la cruz en este sentido con un fútbol o baloncesto en los que dar un pase correcto puede ser totalmente cuestión de azar.
Como decimos todo esto afecta a la dificultad. Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 ofrece tres niveles de dificultad para cada prueba. Mientras en algunos como las carreras es relativamente sencillo lograr el oro, en otros como el fútbol o el tenis parece más cuestión de suerte, algo contra lo que no se puede pelear.
Escasez de pruebas y escasez de modos
Como ya hemos dicho, en Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 contamos con un total de 18 modalidades deportivas. Para probarlas todas tendremos un modo “Juegos Olímpicos” en el que tendremos que elegir deporte y superar 3 rondas hasta proclamarnos campeones olímpicos. Una vez lo hemos logrado se activa un modo desafío dentro del modo de práctica que nos enfrenta a un rival superior y que supondrá el auténtico reto.
Podremos competir en todas estas pruebas de manera online. Algo que ha hecho bien Sega en este caso es que no nos permite buscar partida en cualquier deporte cuando queramos. Siendo conscientes de que estos títulos tienen un número de usuarios limitados, sobre todo cuando nos alejamos de su lanzamiento, podremos elegir entre tres deportes diferentes que van rotando cada media hora. De esta manera se aseguran que todos los jugadores que estén conectados coincidan en los mismos deportes.
La diversión debe superar al realismo
Cada vez que superamos pruebas, ya sea en línea, en el modo Juegos Olímpicos o simplemente practicando obtendremos puntos. Estos puntos los podemos utilizar para comprarle a nuestro personaje nuevas skins. Debido a esto no es extraño ver a un astronauta nadando en la piscina olímpica, un vaquero jugando al vóley-playa o a Sonic haciendo salto de longitud. Es realmente raro ver como los videojuegos de las olimpiadas han perdido en realismo hasta el punto de ofrecer recompensas pensadas habitualmente para los micropagos en un juego, que entendemos que ser el oficial de un evento de tal magnitud, no tiene permitido aplicar microtransacciones.
Pero no solo es en esto donde ha desaparecido el realismo en pos de que todo sea más fantástico y de videojuego. En muchas de las pruebas, conforme jugamos iremos rellenando un medidor, que una vez completo nos permitirá ejecutar un movimiento “mágico”. En el caso del fútbol será un chut casi imparable, un lanzamiento muy veloz en el béisbol o un tercer salto en longitud que podrá ser mejor si los saltos anteriores han superado una distancia marcada. Esto provoca que la habilidad de los jugadores pase a un segundo plano cuando esto provoca una ventaja abismal. Creemos que es un misil directo a la línea de flotación del lema olímpico, “Más alto, más rápido, más fuerte”.
Conclusiones de Juegos Olímpicos de Tokyo 2020
Sega nos trae un juego que a pesar de haberse lanzado un año más tarde de lo previsto reduce el número de pruebas respecto a entregas anteriores, simplifica su jugabilidad y le resta importancia a la habilidad de los jugadores. A cambio de todo esto nos ofrece habilidades especiales y skins para nuestros atletas.
Creemos que la compañía ha acertado con el modo en línea de este Juegos Olímpicos de Tokyo 2020, pero a pesar de ellos echamos en falta más modos de juego que le den mayor vida al título. Esperábamos mucho más deporte en un videojuego olímpico que se ha rendido a las tendencias de los videojuegos modernos.
Nota: 6
Lo mejor
- El modo online
- La jugabilidad en escalada
Lo peor
- Desaparece casi todo el realismo
- Los deportes de equipo
- Escasos modos de juego
- Faltan demasiadas pruebas