[Análisis] Lysfanga The Time Shift Warrior, de la estrategia a la acción

Hoy en día es muy difícil encontrar una fórmula que ofrezca originalidad en el mundo de los videojuegos y en prácticamente todo. Uno de los aspectos que suele ayudar a esto es la mezcla de géneros que funcionan y que gustan a una mayoría del público. El mundo de los indies suele ser un lugar perfecto para experimentar, con Spolight By Quantic Dream como una de las editoras que está llevando a cabo proyectos muy interesantes. Lysfanga The Time Shift Warrior se ciñe a la perfección a esto.

El título de Sand Door Studio, que cuenta con la ayuda de la editora indie de títulos tan potentes como Heavy Rain, nos ofrece una mezcla interesante entre estrategia y acción al más puro estilo Hack’n’slash. Esta mezcla no siempre funciona bien, pero en términos generales tienen un título que nos hará pasar un buen rato sin lugar a dudas.

Antala está en peligro, una vez más

Lysfanga The Time Shift Warrior nos cuenta una historia sin mucha originalidad, algo que es sumamente complicado en los tiempos que corren. Antala, una ciudad antaño próspera, se haya sumida en una burbuja temporal tras el ataque de una raza de demonios, los Raxes. Para proteger el reino, Qhomera, su reina, realizó un ritual que la convirtió en la diosa del tiempo, creando esa burbuja que impidió a los demonios extender sus garras al resto del mundo.

Con el tiempo, un guerrero especial ha ido saltando de generación en generación, el Lysfanga, cuya misión es proteger este cierre temporal y al reino. Cuando uno muere, otro toma su lugar, algo que será así durante 500 años. Ahora, con el nacimiento de unos gemelos, el ciclo se ha roto y también la burbuja temporal. El jugador tomará el papel de Imë, una guerrera versada en la lucha con espada, quien investigará qué es lo que está pasando. Eso sí, no tardará en darse cuenta de que su hermano desaparecido experto en la magia, Kehör, tiene algo que ver con todo esto.

Mucha estrategia y algo de acción

Este es el resumen que se podría dar sobre la jugabilidad de Lysfanga The Time Shift Warrior. El título tiene una base jugable con el hack’n’slash por bandera, ofreciendo momentos de combate donde realizaremos combos, conjuros y mucho movimiento. Sin embargo, los combates son lugares cerrados al más puro estilo RTS, debiendo planear cada movimiento antes de comenzar. Esto se debe a que nuestra protagonista contará con la habilidad de morir y volver atrás en el tiempo, manteniendo su primera vida.

Si te estás preguntando por qué querrías hacer esto, la respuesta es sencilla: todo combate tiene tiempo limitado. De esta manera, en cada combate se nos presentará el número de unidades que hay que matar, el tiempo que tendremos (habitualmente entre 15 y 20 segundos) y nuestro número de clones. Este último irá subiendo con el tiempo y es que Imë mejorará y ganará habilidades con el desarrollo de la aventura.

Tendremos conjuros a nuestra disposición, runas y habilidades divinas que nos permitirán ir derrotando situaciones cada vez más complicadas. Si nuestra protagonista evoluciona, los enemigos también lo harán. No solo se trata de realizar estrategia con nuestros clones, mato estos cinco enemigos con el primero y después mato estos otros cinco con el segundo, sino que también deberemos realizar interacciones entre ellos. Por ejemplo, hay algunos Raxes que portan escudos gigantes que solo podremos matar por detrás, por lo que un clon deberá estar por delante pegándole para distraerlo.

El juego va evolucionando bastante rápido, ofreciendo nuevas mecánicas, conjuros y enemigos para que no nos aburramos con facilidad. Sin embargo, esto no siempre lo consigue hacer y es posible que quien busque más acción que un reto estratégico pueda caer algo en la monotonía. Muchos de los combates se pueden resolver con cierta facilidad, con mecánicas o conjuros que caen un poco en el olvido tras desarrollar una habilidad que los supera. Los combates contra bosses añaden un extra de dificultad, especialmente el enemigo final con el que tendremos que luchar con hasta trece clones.

Entre combates tendremos algo de exploración, pero tampoco demasiada. Estamos ante uno de los puntos que más flojos nos han parecido y es que el camino es, en términos generales, bastante lineal. Con la exploración conseguiremos mejorar nuestros remanentes o número de clones, algo que nos vendrá muy bien para los combates, pero no es algo excesivamente difícil de conseguir. El jugador puede optar por no explorar, haciendo un poco más complicado superar los desafíos pero no imposible ya que en ciertos momentos de la historia el juego aumentará nuestro número de clones automáticamente.

Un diseño efectivo pero de lo más resultón

Técnicamente Lysfanga The Time Shift Warrior es un juego que no tiene un gran presupuesto en el apartado gráfico, pero es que tampoco le hace falta. Su arte es realmente bonito y los escenarios están muy detallados. Si a esto le añadimos una buena variedad de enemigos y efectos visuales, personalmente no le pido absolutamente nada más.

En cuanto al apartado sonoro, está perfectamente cubierto con una bonita banda sonora, un doblaje muy bueno y unos efectos sonoros que acompañan a la perfección la acción de la pantalla.

Conclusiones de Lysfanga The Time Shift Warrior

Sand Door Studio se estrena en el mundo de los videojuegos con un título que tiene mucho que ofrecer. Con una mezcla que lo convierten en un título bastante único, acción y mucha estrategia, Lysfanga The Time Shift Warrior es una buena opción para los fans de ambos mundos. Sí que es cierto que para los estrategas militares puede no ser un gran reto, pero eso no quiere decir que no pueda disfrutar de un título visualmente muy bonito, con una historia aceptable y que es divertido de jugar. Por supuesto, desde Game It nos parece un juego de lo más recomendable y que podrás disfrutar a partir del 13 de febrero, aunque con motivo del Steam Next Fest ya se puede probar su demo.