[Análisis] Nimbusfall, un boss rush al estilo retro

Desde su fundación en 1998, DevilishGames ha sido un pilar en la escena independiente de videojuegos en España, destacándose por su creatividad y la capacidad de explorar diversos géneros y estilos. Entre sus títulos más notables se encuentra el encantador y filosófico Minabo: A Walk Through Life, que no solo recibió elogios por su estilo visual único y la manera en que aborda temas de la vida y la muerte, sino también por su enfoque poco convencional y su capacidad para evocar emociones profundas.

Ahora, la compañía vuelve pero como distribuidora para otro estudio independiente. DevilishGames nos trae Nimbusfall, un boss rush desarrollado por GodziPixel. Esta colaboración muestra la voluntad de DevilishGames de apoyar a desarrolladores emergentes y permitirles tener visibilidad en plataformas como Steam y Nintendo Switch. ¿Pero qué tiene de especial Nimbusfall? Es un juego que, a pesar de ser simple en concepto, promete intensas sesiones de acción y desafíos que pondrán a prueba tus habilidades. Continua con nosotros leyendo para descubrir más sobre este gran pequeño y emocionante juego.

La luna ha sido destruida

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Nimbusfall nos cuenta una historia sencilla pero llena de venganza y misterio. Eres el último sobreviviente de una raza destruida por La Luna, un ente misterioso que ha diezmado a tu gente. Tu única motivación es vengarte del responsable de esta catástrofe, y para lograrlo, debes ascender a través de una torre donde te enfrentarás a 25 jefes imponentes.

Aunque no se trata de un juego que dependa de una narrativa densa, Nimbusfall logra cumplir con los requisitos básicos de cualquier buena historia de venganza, usando un toque de sarcasmo y humor que logra sacar mas de una sonrisa antes de las batallas. El tono despreocupado y su historia minimalista son parte del encanto que desprende el juego.

Acción directa y sin descanso

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La jugabilidad de Nimbusfall es lo que realmente define la experiencia del jugador. Este es un juego de pura acción, donde los combates contra jefes son el núcleo de la experiencia. Desde el primer momento en que inicias tu partida, te lanzas a una carrera contra el tiempo para derrotar a 25 jefes diferentes, cada uno con sus propios patrones y mecánicas de ataque. Pero lo que diferencia a Nimbusfall de otros juegos similares es su sistema de armas.

Entre cada enfrentamiento, los jugadores nos veremos obligados a elegir una nueva arma antes de continuar. En algunas ocasiones se te ofrecerán varias opciones, pero en otras el juego te forzará a cambiar tu arma actual, añadiendo un toque caprichoso del destino a tus preferencias. Esta mecánica introduce un elemento de imprevisibilidad, donde el destino interviene y no siempre te permite tomar la decisión ideal.

El arma no hace al guerrero pero le ayuda

Con un total de 10 armas diferentes, cada una con su propio estilo de combate,algunas ofrecen mayor fuerza a costa de velocidad, mientras que otras optan por un enfoque más equilibrado, deberemos adaptarnos constantemente a la situación. No todas las armas son adecuadas para ciertos jefes, pero esta travesura inherente a la mecánica es parte del encanto de Nimbusfall, obligándote a repensar tu estrategia en cada encuentro.

En cuanto a los modos de dificultad, Nimbusfall destaca por ofrecer cuatro niveles, que añade o reduce los patrones de ataque de los jefes. Los niveles más altos presentan una verdadera prueba de resistencia, cambian sus ataques de forma impredecible. Además, el juego incluye un modo turbo, que acelera la acción y te obliga a reaccionar más rápido, aumentando la adrenalina en cada combate.

Una característica a comentar es que, aunque los jefes y la ruta a seguir son siempre los mismos dependiendo de la dificultad elegía, las armas que encuentras en cada partida son aleatorias, lo que significa que cada intento puede sentirse ligeramente diferente, aunque la estructura del juego sea fija. Esto garantiza que cada partida tenga cierta sensación única, lo que es esencial en un título tan enfocado en la repetición y el aprendizaje de patrones​.

Solo o en compañia

GodziPixel y DevilishGames han reconocido la relevancia que aún tiene el multijugador local, ofreciendo la posibilidad de que dos jugadores puedan enfrentarse juntos a los jefes en la misma consola. Sin embargo, Nimbusfall añade un giro interesante a esta experiencia: los jugadores comparten las barras de energía, lo que significa que el rendimiento de ambos está intrínsecamente conectado. La dificultad del juego no solo se basa en las habilidades individuales, sino en la capacidad de trabajo en equipo, haciendo que la colaboración sea clave para sobrevivir. Si uno de los jugadores comete errores o recibe mucho daño, el otro también sufrirá las consecuencias, lo que añade una capa de tensión estratégica. Este diseño refuerza la idea de que «el equipo es tan fuerte como su eslabón más débil», exigiendo una gran coordinación y comunicación entre los jugadores para superar los desafíos.

Nimbusfall no está exento de problemas. Durante nuestras sesiones de juego, encontramos varios fallos técnicos, como bloqueos en los menús y en el personaje al reintentar una partida. Además, el tutorial se muestra de forma obligatoria cada vez que inicias una nueva partida, lo que puede resultar molesto tras varios intentos. No son graves y posiblemente en próximas versiones lo solucionen.

¿A lo valiente o derrochador de vidas?

Por último dos detalles cuiriosos, el juego permite al jugador continuar la última partida donde ha muerto o bien como comentábamos, por si esa partida nos interesa repetir y avanzar tras una mala sesión y evitar reiniciar desde 0. Por otro lado, al iniciar una partida nos permite elegir cuántas vidas tendremos antes de comenzar. Este sistema, separado de la dificultad general, permite a los jugadores ajustar el nivel de reto según su habilidad.

Sin duda, Nimbusfall cumple con creces su objetivo, ofreciendo a los jugadores partidas rápidas e intensas que capturan perfectamente esa esencia retro tan buscada, dejando una sensación de satisfacción nostálgica en cada enfrentamiento.

Un tributo a la nostalgia de los 8 bits

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En términos visuales, Nimbusfall opta por un estilo pixel art que rinde homenaje a las consolas clásicas como la GameBoy. Aunque los gráficos son básicos, evocan una fuerte nostalgia hacia los juegos de la era de los 8 bits, mas concretamente a la GameBoy, lo que seguramente hará las delicias de los fans del retro. Los jefes están bien diseñados, con animaciones decentes que, aunque limitadas, cumplen con lo que el juego pretende ofrecer: acción rápida y directa, sin florituras innecesarias​.

El estilo visual, aunque puede no impresionar a los jugadores acostumbrados a gráficos más avanzados, tiene su encanto. La sencillez de los entornos y personajes está diseñada para recordar una época más simple de los videojuegos, y en ese sentido, cumple perfectamente con su objetivo.

La banda sonora de Nimbusfall se destaca considerablemente. Con un estilo chiptune, evoca la nostalgia de los gráficos y sonidos clásicos de la GameBoy de 8 bits, complementando perfectamente su estética retro y su estilo de pixel art. Estas melodías electrónicas, simples pero inmersivas, no solo acompañan la acción frenética del juego, sino que también logran intensificar la experiencia de los enfrentamientos contra los jefes.

Conclusiones de Nimbusfall

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Nimbusfall es un juego que sabe exactamente lo que quiere ofrecer: acción intensa, rápida y desafiante al mas puro estilo retro de 8bits, en sesiones cortas pero satisfactorias. Su enfoque directo en los combates contra jefes lo convierte en una opción perfecta para aquellos momentos en los que buscas un reto rápido sin tener que invertir horas en desarrollar una trama compleja o explorar mundos abiertos. Además, su precio asequible lo hace aún más atractivo para quienes buscan algo ligero pero divertido.

Nimbusfall es un título que se recomienda especialmente a los fans de los juegos retro y los amantes del boss rush. Si disfrutas de los desafíos intensos y las batallas contra jefes que exigen con creces aprender patrones y reaccionar con precisión, este juego es para ti. Y si además eres un nostálgico de los juegos de 8 bits, no te lo puedes perder.

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