[Análisis] Suicide Squad: Kill the Justice League

Con la llegada de Suicide Squad: Kill the Justice League, nos encontramos ante un hito en la industria de los videojuegos: el posible final, al menos por ahora, de la saga Arkham. Rocksteady Studios, el renombrado estudio creador de tres de los cuatro títulos principales de la nueva era de Batman, se ha consolidado no solo como el padre de esta emblemática saga, sino también como un innovador en el arte de contar historias dentro del universo DC a través de los videojuegos. Con una reputación construida sobre la base de juegos que combinan narrativa profunda, mecánicas de juego pulidas y un mundo abierto rico en detalles, Rocksteady ha elevado el listón de lo que se espera de los juegos de superhéroes.

Desde Batman: Arkham Asylum en 2009, hemos sido testigos de la evolución de una saga que ha sabido capturar la esencia del Caballero Oscuro, sumergiendo a los jugadores en las sombras de Gotham y enfrentándolos a algunos de los villanos más icónicos del cómic. Ahora, con Suicide Squad: Kill the Justice League, Rocksteady promete invertir la narrativa, otorgando el protagonismo a un grupo de antihéroes notoriamente despiadados. ¿Qué significa este cambio de perspectiva para el legado de la saga Arkham? ¿Cómo encajará este nuevo título en el universo creado por Rocksteady?

Suicide Squad: Kill the Justice League no solo se anticipa como una aventura que expandirá los límites del universo Arkham, sino que también plantea preguntas sobre el futuro de la saga. Con la promesa de mantener el alto nivel de calidad narrativa y técnica por el que Rocksteady es conocido, este juego invita a los jugadores a explorar el caos desde una perspectiva diferente. ¿Estamos preparados para el caos que el Escuadrón Suicida está a punto de provocar?

La caída de la Liga de la Justicia

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En el corazón de Metrópolis, sumida en la desolación y el caos, Suicide Squad: Kill the Justice League despliega una narrativa que promete revolucionar el universo de DC tal como lo conocemos en la saga Arkham. La historia nos introduce en un escenario apocalíptico, donde un mal de proporciones cósmicas ha sometido a algunos de los héroes más poderosos de la Tierra. Superman, Batman, y Green Lantern, pilares de justicia y esperanza, han caído bajo el yugo de un control mental implacable, dejando al mundo en una vulnerabilidad sin precedentes.

Frente a este sombrío panorama, la Fuerza Especial X, operada en las sombras por la implacable Amanda Waller, se convierte en la última línea de defensa de la humanidad. Con un recibimiento devastador en lo que queda de Metrópolis, nuestros protagonistas Harley Quinn, Deadshot, King Shark y Captain Boomerang emergen no como héroes tradicionales, sino como una fuerza de caos destinada a enfrentar una amenaza que ha doblegado a los mismísimos íconos de la Liga de la Justicia.

El juego se inicia con una introducción que sirve tanto de tutorial como de preámbulo a la desenfrenada aventura que aguarda. A través de rápidos pasajes, se nos presenta a cada uno de los miembros del Escuadrón, estableciendo sus habilidades, personalidades y, sobre todo, su disposición a sumergirse en el ojo del huracán. Su primer destino, el Salón de la Justicia, se convierte irónicamente en su base de operaciones, un símbolo de lo que alguna vez representó orden ahora usurpado por el caos.

La trama se desenvuelve en un torbellino de acción, estrategia y humor, elementos que Rocksteady ha sabido entrelazar para mantener al jugador al borde del asiento, ofreciéndonos momentos épicos, cómicos y sobre todo muy caóticos. La historia del juego es tan interesante que fácilmente podría servir de base para una película, pudiendo ofrecer un cierre épico al actual Universo DC en el cine, que también parece estar en su recta final.

El único aspecto a criticar, sin entrar en detalles que revelen demasiado, es que mientras la primera mitad del juego se desarrolla a un ritmo equilibrado, la segunda mitad da la impresión de haber sido apresurada para alcanzar una conclusión. Aunque esto no impide que la historia sea sobresaliente, ciertamente hubiera beneficiado de un desarrollo más uniforme sin ese aparente incremento en la velocidad narrativa.

Aprendiendo a jugar en el caos

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La jugabilidad de Suicide Squad: Kill the Justice League se construye sobre una base innovadora que, aunque diverge de los orígenes más tácticos y centrados en el sigilo de la saga Arkham, mantiene ciertos elementos reminiscentes que enriquecen la experiencia. Este título de Rocksteady Studios introduce un dinámico sistema de combate centrado en la acción directa, que fusiona disparos en tercera persona con un sistema de movilidad y habilidades únicas para cada personaje, manteniendo una parte de la esencia de estrategia y profundidad que caracterizaba a sus predecesores.

El juego evoluciona hacia un estilo de jugabilidad más orientado a la acción, incorporando intensos combates a corta y media distancia. Los jugadores tendrán a su disposición un arsenal variado de armas de fuego, desde pistolas y rifles hasta armas más exóticas que se adaptan a la personalidad y estilo de lucha de cada miembro del Escuadrón Suicida. Esta diversidad armamentística permite a los jugadores experimentar y encontrar su propio estilo de juego dentro del caos de la batalla.

Para poder desatar el caos se requiere estar preparado

Además de las armas, el juego integra un uso estratégico de escudos y granadas, añadiendo una capa adicional de táctica a los enfrentamientos. Los escudos no solo ofrecen protección de lo que sería una barra de vida bastante corta, sino que también se integran en el flujo del combate, pudiendo recuperar parte de la energía de los escudos en diversos momentos de los combates. Las granadas, por otro lado, varían en efectos, proporcionando desde daño directo hasta efectos de control de área, lo que requiere que los jugadores elijan cuidadosamente cuándo y dónde utilizarlas para maximizar su efectividad. Con la llegada de Hiedra Venenosa, las armas y las granadas obtendrán efectos secundarios muy interesantes y variados.

El sistema de desplazamiento es otra faceta donde Suicide Squad: Kill the Justice League brilla, ofreciendo a cada personaje una forma única de moverse por el entorno, desde el vuelo hasta el parkour urbano. Esto no solo enriquece la exploración de Metrópolis, sino que también se convierte en un componente crítico en el combate, permitiendo a los jugadores atacar desde diferentes ángulos y alturas, añadiendo una dimensión vertical a las tácticas de combate.

Un looter shooter de libro

El juego se adentra en el terreno de los looter shooters, presentando una jugabilidad profundamente arraigada en la recolección de recompensas, armamento diversificado y personalización. Este enfoque enriquece la experiencia de juego con una variedad casi infinita para el equipamiento y opciones tácticas.

El sistema central del juego se basa en acumular una variada gama de recompensas después de completar misiones o superar desafíos. Desde armas de múltiples categorías hasta componentes y monedas para la modificación o creación de nuevo armamento, el juego abre un universo de combinaciones y adaptaciones posibles. Por ejemplo, la habilidad de equipar armas de cuerpo a cuerpo con efectos especiales, como congelar a los enemigos, y complementarlas con armas de largo alcance que incrementan el daño a objetivos congelados, demuestra la profundidad y amplitud del sistema de combate. Las combinaciones son extensas, invitando a la experimentación y a la búsqueda de la estrategia perfecta para cada situación. Ciertamente requiere ajustes, pues es demasiado generoso en cuanto a armas, echando a perder el incentivo por mirar un porcentaje elevado de las nuevas armas o bien arriesgarte a modificarlas o crearlas en el stand del Pingüino.

Aunque la mecánica de looter shooter encaja perfectamente en el juego, para aquellos jugadores que prefieren una experiencia más directa, centrada en la acción y el caos, este aspecto podría considerarse secundario. La jugabilidad por sí sola, enfocada en la acción inmediata y fluida, sugiere que el núcleo del juego podría haberse concebido inicialmente sin el elemento de looter shooter, añadiéndose posteriormente para enriquecer la experiencia. Sin afirmar que la implementación del sistema de recolección y personalización desmerezca, el juego se destaca por su diversión inherente, incluso sin la necesidad de enfocarse en la acumulación de equipamiento.

Un Service Game para la comunidad

El aspecto de juego como servicio jugará un papel crucial en Suicide Squad: Kill the Justice League, prometiendo revitalizar la experiencia de juego con actualizaciones constantes, eventos especiales y la introducción de contenido nuevo que prolonga su disfrute a lo largo del tiempo. Este enfoque busca no solo mantener el juego fresco y atractivo, sino también fomentar un retorno constante a Metrópolis para explorar las novedades que se van incorporando.

Rocksteady se ha comprometido a ofrecer una experiencia post-lanzamiento generosa y amigable, con al menos cuatro temporadas de contenido adicional gratuito. Además la posibilidad de opciones premium dentro de estas temporadas, que ofrecerían materiales exclusivos y enriquecerían aún más la experiencia de juego. La anticipación en torno a la introducción de nuevos personajes y aventuras promete expandir significativamente la narrativa del juego, complementada con la adición de trajes, skins para los personajes y armas, y armas de categorías legendarias o raras, elementos ya conocidos y esperados en juegos de este tipo.

Sin embargo esta estrategia plantea interrogantes sobre la sustentabilidad y calidad del contenido post-lanzamiento. La pregunta clave es si este modelo servirá meramente como una táctica para prolongar artificialmente la vida del juego o si, por el contrario, se ofrecerá contenido de calidad que logre sorprender y satisfacer a los jugadores con las actualizaciones posteriores al lanzamiento. Esta incógnita es crucial para la comunidad, que espera que el compromiso con el juego como servicio se traduzca en una experiencia enriquecedora y constantemente evolutiva que justifique su inversión de dinero, tiempo y lealtad a largo plazo.

Las misiones suicidas

En Suicide Squad, las misiones se entrelazan hábilmente con la travesía general del juego, esenciales tanto para la narrativa principal como para las experiencias periféricas. La evolución de los personajes a través de la mejora de niveles, el descubrimiento de nuevas armas y la actualización del árbol de habilidades facilita un avance más fluido en la historia, así que recomendamos el realizar todo tipo de misiones para alcanzar tal fin. El juego con un toque de humor, señala si estamos lo suficientemente preparados para ciertas misiones, ofreciendo diálogos humorísticos con mucho sarcasmo, y que merecen ser escuchados en repetidas ocasiones.

Encargos y contratos alternativos

La diversidad de las misiones complementa el mundo del juego, centrándose en la eliminación de enemigos de diversas maneras y presentando desafíos tangibles mediante el hándicap de poder acabar con ellos. Aunque algunas misiones permiten una rápida adaptación, otras requieren enfrentarse al fracaso varias veces para comprender completamente los requisitos para superar los obstáculos presentados. Diversos personajes secundarios en el juego son los encargados de ofrecer estas misiones, y en determinado punto, es posible activar contratos que proporcionan recompensas adicionales, lo que enriquece aún más la experiencia del juego y del looter shooter a medida que se progresan tanto en las misiones principales como en las secundarias o al explorar Metrópolis. Por desgracia, la variedad de las misiones se queda escasa y aunque aumenta su dificultad, pueden tornarse algo repetitivas, aun así no dejan de ser divertidas.

El uso de vehículos en ciertas misiones añade una capa de interés a las misiones, aunque esta mecánica queda algo desaprovechada, limitándose a un aspecto más anecdótico dentro del juego. A pesar de que la conducción y el manejo de vehículos estrafalarios y armados hasta los dientes, ofrecen una variante en la jugabilidad, es una lástima que no se hayan integrado plenamente en más variantes de misiones especiales que exploten esta capacidad de manera más significativa.

Uno para todos y todos para una misión

La implementación de mecánicas que promueven el uso de diferentes personajes en Suicide Squad es una estrategia inteligente para enriquecer la experiencia de juego. Al indicar qué personaje está más motivado para ciertas misiones y ofrecer recompensas y experiencia adicionales por su uso, el juego alienta a los jugadores a salir de su zona de confort y explorar las habilidades y estilos de juego de todo el escuadrón. Esta iniciativa no solo diversifica la jugabilidad, sino que también profundiza la apreciación de los jugadores por cada personaje, descubriendo nuevas estrategias y maneras de interactuar con el mundo del juego.

Fomentar la experimentación y el cambio entre personajes asegura que los jugadores puedan experimentar plenamente con el vasto conjunto de habilidades y personalidades únicas que ofrece el juego, aprovechando al máximo el potencial del juego.

Un aspecto destacable es que el juego está diseñado para ser igualmente disfrutable jugando solo o en modo multijugador online, independientemente de la plataforma elegida. Esto es relevante porque, en ciertas ocasiones, podemos preferir experimentar la trama principal en solitario o avanzar sin tener que coordinarnos con amigos. Al jugar solo, los bots cumplen eficazmente su rol, aunque hay momentos específicos en los que su comportamiento podría no ajustarse a nuestras expectativas, resaltando la ausencia de un sistema de órdenes tácticas. Sin embargo, la experiencia multijugador, especialmente al jugar con amigos y comunicarse simultáneamente, potencia significativamente el factor diversión del juego a unos niveles estratosféricos.

El hype mal enfocado

Suicide Squad: Kill the Justice League ha generado una gran expectación, alimentada por meses de anticipación y comparaciones con la aclamada saga Arkham. Este entusiasmo, aunque justificado, puede llevar a expectativas desmedidas, creando una situación en la que incluso una superproducción pulida podría decepcionar si no cumple con las visiones idealizadas preconcebidas por los fans. El hype mal enfocado puede oscurecer la apreciación de las innovaciones y el valor real del juego, al no ajustarse exactamente a lo que los jugadores habían imaginado.

Sin embargo Suicide Squad no solo alcanza las expectativas sino que las supera en muchos aspectos, demostrando su valía como una adición digna al universo de Arkham. A pesar de que todavía tiene espacio para crecer, introduciendo nuevos tipos de misiones y personajes que expandan aún más su universo, el juego ya es una fuente rica de entretenimiento. Su jugabilidad caótica, complementada con variados niveles de dificultad, garantiza horas de diversión, ya sea empezando desde cero o avanzando con los personajes.

Todo reluce en Metropolis

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Equipado con las más avanzadas tecnologías gráficas tanto en consolas como en PC, Suicide Squad: Kill the Justice League despliega un impresionante mundo abierto. Aunque a primera vista puede parecer más reducido que el de Arkham Knight, compensa con unos gráficos asombrosamente detallados. Especialmente en PC, donde, al utilizar tarjetas de gama media como la NVIDIA RTX 3060, el rendimiento puede verse afectado significativamente al activar el trazado de rayos y aspirar a configuraciones de calidad media. La falta de una herramienta interna que nos ayude a a justar correctamente las opciones gráficas según nuestro equipo, nos obliga a embarcarnos en un meticuloso proceso de ensayo y error para ajustar las configuraciones óptimas, buscando siempre alcanzar y superar el umbral de los 60 fps, dependiendo de las capacidades de nuestro monitor.

El título ofrece una amplia gama de opciones de personalización, permitiéndonos ajustar la experiencia de juego a nuestras preferencias. En línea con la tendencia actual de las grandes producciones, destaca especialmente en su compromiso con la accesibilidad, incorporando funciones específicas para personas daltónicas y mejorando la accesibilidad general. La implementación de estas características de accesibilidad no solo es un avance tecnológico, sino también un paso adelante en la inclusión y consideración hacia todos los jugadores, asegurando que más personas puedan disfrutar plenamente de la experiencia que Suicide Squad tiene para ofrecer.

El sonido del caos

La banda sonora de Suicide Squad se caracteriza por su naturaleza frenética, caótica y ruidosa, diseñada para complementar a la perfección la acción desenfrenada y la oscura transformación de la maldad en la única arma para las fuerzas del bien. La composición parece haber sido creada específicamente para estar rota a propósito con respecto a otras bandas sonoras, reflejando las personalidades complejas y desordenadas de los protagonistas del juego.

Esta música no solo acompaña, sino que intensifica los momentos de mayor acción, sumergiendo a los jugadores en una atmósfera densa y emocionante, enriquecida con una amplia gama de instrumentos. La banda sonora alcanza momentos clave proporcionando una sensación épica, casi cinematográfica, que hace que los jugadores se sientan como si estuvieran viviendo momentos destinados a ser recordados. Su diseño acústico está pensado para mantener una atmósfera vibrante, llena de tensión y emoción.

Conclusiones de Suicide Squad: Kill the Justice League

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Suicide Squad: Kill the Justice League se presenta como un punto de inflexión en el venerado universo Arkham, ofreciendo una perspectiva fresca y emocionante a través de los ojos de un equipo de antihéroes infames. Este giro narrativo no solo revitaliza la saga sino que también enriquece la fórmula con una jugabilidad enfocada en la acción directa, en cierto modo también la estrategia y sobre todo una diversión desenfrenada. Para los aficionados a la acción incesante, a las batallas épicas y a las historias contadas con un tono distintivamente más oscuro y humorístico, este título no decepcionará. Su enfoque en el combate frenético, complementado con una banda sonora que captura perfectamente el caos y la complejidad de sus personajes, asegura una experiencia de juego inmersiva y memorable.

Mirando hacia el futuro, la promesa de Rocksteady de evolucionar el juego a través de un modelo de servicio es particularmente emocionante. Con el potencial de enriquecer aún más el mundo de Suicide Squad con nuevas misiones, personajes y eventos, hay una gran expectación por ver cómo este enfoque mantendrá el juego vibrante y atractivo a lo largo del tiempo. A medida que se desplieguen las temporadas y el contenido adicional, esperamos que Suicide Squad se convierta en un producto aún más redondo, expandiendo su oferta con nuevas capas de profundidad y diversión.

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