[Análisis] Thymesia, un soulslike indie cortito pero intenso

Los amantes del género soulslike están de enhorabuena y es que últimamente son muchos los títulos que salen bajo ese género. Sin embargo hay algunos que ya empiezan a pensar que se está creando uno nuevo: el bloodbornelike. Thymesia estaría mejor catalogado en este segundo, un título más enfocado a la acción que a la estrategia.

El juego se lanza hoy oficialmente, 18 de agosto, desarrollado por OverBorder Studio y distribuido por Team17. Nosotros hemos hecho el análisis en base a un código para Steam ofrecido por la distribuidora.

Hermes está en peligro

La historia que se va a desarrollar en Thymesia no va a sorprendernos por su originalidad, pero tampoco es un punto tan importante. Nos pondremos en la piel de Corvus, alguien que ha perdido la memoria y que guarda, en sus recuerdos, la solución para la plaga que asola Hermes.

En nuestro camino en búsqueda de los recuerdos que puedan curar la plaga gracias a la alquimia, nos encontraremos a Aisemy (curiosamente al revés seria Ymesia), que nos guiará por estos mundos llenos de locura. Así, deberemos recorrer cuatro escenarios principales que terminan en un jefe. Cada vez que derrotamos uno se desbloquearán las misiones secundarias que, una vez finalizadas, nos darán acceso a una última prueba.

De esta manera, Thymesia no es un juego excesivamente largo. Como es lógico por el género, lo que nos duré dependerá en gran medida de nuestra habilidad, pero no debería llegar a sobrepasar las 12 horas si somos nuevos en él y queremos completarlo en su totalidad (4-6 horas si somos maestros del género). Tendremos varios finales disponibles, siempre dependiendo de cuánto hayamos explorado y los objetos que tengamos descubiertos. Rememorar todos los finales es sumamente sencillo ya que solo deberemos volver al jefe final, derrotarlo, y cambiar las respuestas elegidas.

Acción con reminiscencias de los soulslike

Si no os cabe duda que Thymesia está dentro del género soulslike, es posible que cuando lo juguéis os llevéis una pequeña decepción. Iniciarse en el género con este título puede ser un poco complicado, me ha pasado, pero la curva de dificultad va a ser muy abrupta al principio y después se aligerará enormemente.

Esto se debe a que según vayamos consiguiendo habilidades, subamos estadísticas y tengamos más y más equipo, la tarea de terminar con los enemigos se facilitará enormemente. La habilidad de parada con el arma o desvío está pensada para los más duchos en la materia, mientras que la evasión, especialmente cuando podamos mejorarla, será el núcleo del combate en la inmensa mayoría. Entre esto y habilitar todos los daños y tener más vida, nos volverá en verdaderas máquinas de matar.

En eso es en lo que más puede fallar Thymesia a la hora de transmitir su jugabilidad: al final tampoco es tanto un reto y sí más un viaje. Pasadas las primeras horas, o simplemente farmeando bichos para ganar puntos de recuerdos que invertiremos en características y habilidades, el viaje se volverá mucho más cómodo. El jefe final puede darnos algún que otro quebradero de cabeza, pero nada a lo que no podamos enfrentarnos con un poco de paciencia y una vez nos acostumbremos a sus mecánicas. Para que os hagáis una idea, nunca he jugado un souls y tras un encontronazo con él al principio, me lo he podido terminar sin mayores problemas.

Tal y como ocurre en Dark Souls, nos encontraremos repartidos por los mapas faroles que, una vez encendidos, nos permitirán recuperarnos al completo, subir de nivel el personaje y, por desgracia a veces, hacer reaparecer casi todos los monstruos. Esto hace que farmear experiencia sea mucho más sencillo, pero si queremos avanzar a veces lo hace más tedioso.

El combate se parece bastante al que hemos podido ver en Sekiro, con un sistema dividido en dos: vida y heridas. Nuestra arma principal, el sable y la daga, generará daños a la vida, pero no será mortal y, pasado un tiempo, los monstruos lo regenerarán rápidamente. El daño de infección causado por nuestras garras hará daño a las heridas pero no a la vida, por lo que deberemos generar primero heridas con el sable y después acabar con la infección con las garras. Una vez esto ocurra, los enemigos entrarán en fase de atontamiento y los ejecutaremos con cualquier ataque nuevo que hagamos.

Los enemigos la verdad es que no son excesivamente variados. Cada nuevo mapa nos introducirá uno nuevo por norma general, pero veremos como se repiten una y otra vez durante todo el juego. Esto hace que sea mucho más fácil aprendernos sus patrones de ataque y, en consecuencia, el juego se vuelve más fácil. Con lo que sí que hay que tener cuidado son con sus ataques. Los normales podremos esquivarlos o pararlos con nuestras armas, pero hay unos ataques especiales, los críticos, mucho más duros y que tendremos que parar de una manera en específico. Cuando el enemigo hace un ruido característico y suelta un haz de luz verde, será el momento de lanzar una pluma o lanzarnos hacia ellos con el impulso, lo que cortará su acción. Esto le da un punto de variedad y acción al combate bastante interesante, aunque algunos jefes como el último lo usan mucho y no se distingue bien de sus ataques normales que también son verdes.

Especialmente en las misiones secundarias, vamos a encontrarnos como minijefes o generales. Estos monstruos no se distinguen en la inmensa mayoría del resto de enemigos salvo por unos pequeños detalles: tienen mucha más vida, son más rápidos y pegan más duro. Una vez los matemos soltarán mejores objetos, pero cuando descansemos en un farol estos no volverán a aparecer.

El equipo que utilizaremos será siempre el mismo, sin poder cambiar de armas durante la aventura excepto por las infectadas. De esta manera, podremos ir coleccionando y robando armamento que podremos utilizar, o bien una vez, o bien mediante nuestra energía (se regenera mediante el combate y con ciertas acciones). Hay 21 en total y añaden bastante variedad, desde protecciones y curas hasta daños masivos en área o concentrados.

Un indie de principio a fin

Si habéis visto algún vídeo de Thymesia puede que su apartado gráfico os haya llevado a confusión. El juego de OverBorder Studio no deja de ser un indie, y hay varios aspectos en los que se puede ver claramente. Gráficamente está muy bien conseguido y es cierto que a nivel jugable está bastante bien equilibrado. Algunas animaciones no les vendría mal un poco de pulido, especialmente a la hora de hacer las paradas con el arma, pero en términos general es divertido y satisfactorio de jugar.

Sin embargo a nivel sonoro tiene algunas lagunas. No hay mucha conversación en el juego, es cierto, pero el estudio optó por no doblar absolutamente nada, una apuesta extraña hoy en día. Eso sí, nos llega perfectamente traducido al castellano. La BSO se lleva la inmensa mayoría de halagos del apartado sonoro, siendo sobresaliente en este aspecto.

Conclusiones de Thymesia

El juego de OverBorder Studio nos pueden dar unas cuantas horas bastante interesantes, especialmente si superamos el pequeño muro que genera al principio para los no iniciados en el género. Después de esto, tendremos ante nosotros un rato bastante divertido en el que desentrañaremos una historia bastante típica pero disfrutable.

Una vez jugamos y comprobamos de qué es capaz, se nota por algunas de sus costuras que estamos ante un indie que no cuenta con un gran presupuesto, lo que no hace sino ofrecerle un mayor valor a la propuesta que Thymesia nos da. Divertido y desafiante por momentos, es una buena inversión que no va a costarnos demasiado tiempo, algo que no siempre es necesariamente malo, aunque puede que para los veteranos del género se quede un poco en camino de nadie.