Llega a PS4 y Xbox One uno de los grandes lanzamientos a lo que el género RPG respecta, Divinity Original Sin 2. Los que hayan conocido el primer juego o hayan probado la versión de PC, que vio la luz el pasado 14 de septiembre de 2017, sabrán que el título de Larian Studios es una joya que ningún amante del género se debería perder. Gracias a Bandai Namco, los usuarios de consola pueden disfrutar de esta Definitive Edition que, sin más demora, empezamos a analizar en Game It.
Historias dinámicas y profundas
Lo más común en el género de RPG, es que la historia tenga un peso importante siendo uno de los pilares fundamentales por los que atrae y atrapa al jugador. Este no es un caso ajeno. La historia comienza desde el mismo editor de personaje, ya que cuenta con la característica de poder escoger un personaje con un trasfondo y unas metas a llegar dentro de la aventura dejando, como no, la opción de crear un personaje propio desde cero. Tanto si se escoge la primera opción como si se escoge la segunda, la base de la historia principal y las secundarias giran en torno a estos personajes que se presentan en el inicio y se convertirán en un futuro los compañeros de viaje.
Poniendo el foco de atención en la historia, hay que decir que la tramas de los personajes son muy atractivas. Todas son llamativas, todas pueden tener un desarrollo complicado y profundo. Esto es importante porque solo con el menú de creación de personaje ya se incita al jugador a darle una o dos vueltas al juego, para desbloquear o saber mejor la historia de ciertos personajes. Estos pueden ser acompañantes, donde el jugador es partícipe del desarrollo de su trama personal y sus intereses o, en ocasiones, pueden chocar con el personaje principal que hayamos escogido, entorpeciendo su aventura.
Habiendo tratado ya las posibilidades que brindan las historias personales de los personajes, toca hablar sobre la historia principal. La historia comienza con los protagonistas prisioneros en un barco de camino a una isla. Esta les guarda una cura, ya que están condenados por ser magos de la fuente, personas con capacidades para la manejar la magia a través del velo y que, como consecuencia, pueden invocar intencionadamente entidades peligrosas nombradas como vacuos.
El objetivo será escapar de esa situación y averiguar qué hay detrás de la caza de los magos de la fuente realmente, quien mueve los hilos y como no, el objetivo personal del personaje. Es importante saber que es una historia que se cuece a fuego lento y que, aun así, se disfruta por varios factores. Uno de ellos es la ambientación. Divinity Original Sin 2 se ambienta en un mundo medieval con diferentes razas: Elfos, no muertos, humanos, lagartos antropomorfos, enanos… Todos ellos son NPC con los que poder hablar, muchos de ellos encomiendan misiones para el jugador, otros ayudan a la causa dando alguna pista, o simplemente se puede tener una conversación. La aventura se desarrolla en diferentes localizaciones, con su correspondiente iluminación dependiendo del lugar donde se encuentre el jugador y acompañado de una BSO folclórica que transporta a tiempos donde la mayoría de los problemas se resolvían con la espada.
Con esto se quiere dar a entender que la inmersión en Divinity Original Sin 2 es una parte maravillosamente bien recreada, el mundo por el que el jugador se mueve está vivo y todo lo que se puede encontrar tiene un porqué o ayuda a la inmersión. Esta incentiva la capacidad del jugador a la hora de tomarse enserio tanto la historia principal como las secundarias, además de hacer que las horas pasen como minutos. Por eso puede permitirse el lujo de plantear la historia con una dinámica más relajada y esto es algo que muchos apreciarán, debido a que el mercado se rige por historias aceleradas o muy dinámicas, que, si bien no es nada malo, sí que hace que videojuegos como este tengan su encanto especial. El aura de misterio que envuelve la trama y ver como poco a poco se va desentrañando, hace que el jugador quede expectante delante de la pantalla.
Sus misiones secundarias ayudan a darle un sentido más profundo al mundo que rodea a Divinity. Plantean situaciones o problemas originales, cada uno a su manera, y es el jugador el que decide adentrarse y resolver ese problema. Para estas, no nos sentiremos obligados por un sistema de penalización, más que el que pueda tener si el personaje repercute en alguna trama, o ningún sistema de beneficio, más que el personaje al que se haya ayudado decida al final de la quest. Premiar el esfuerzo sin haberlo mencionado con anterioridad.
Equilibrio entre mecánicas y organización
El combate de Divinity Original Sin 2 se presenta como un combate por turnos clásico, incluyendo algunas mecánicas que edulcoran la experiencia para que no se haga tan repetitivo. Al comienzo del combate la interfaz cambia (de manera no muy drástica) y se nos muestran los turnos de cada combatiente, algo así como el sistema que tenía Final Fantasy X, sirviendo de gran ayuda a la parte estratégica. Cada combatiente tiene un número máximo de PC, estos puntos son una guía en la que basarse para efectuar los movimientos que se vaya hacer. Desde el desplazarse de un lugar a otro hasta la ejecución de habilidades sean ataques especiales o meros ataques básicos, todo lo que se haga dentro del combate consume estos puntos y una vez agotados se relevará el turno al siguiente combatiente.
Sin embargo, enfrascarse de lleno en el ataque sin examinar la situación puede ser un error que cueste el enfrentamiento en más de una ocasión. Divinity Original Sin 2 cuenta con sinergias con las que poder beneficiar en mucho la acción en el combate. Detalles como encontrarse en una posición más elevada para un mago o un tirador, incrementa el tanto por ciento de daño que se puede infligir al enemigo. Los escenarios disponen de varios elementos naturales, como pueden ser charcos de agua (o de sangre si es la escena de un combate anterior o durante el desarrollo del actual) que con un hechizo eléctrico se pueden electrificar dañando así, a un número más elevado de enemigos. Los personajes a melee también tienen ventajas como la posición de los enemigos, los cuales dependiendo como estén, se les pueden causar más daño crítico, dañar a un número mayor si están juntos o, la posibilidad de hacerse invisible y ejecutar un ataque por la espalda que deje muy tocado al contrincante.
No todo es tan sencillo como parece, ya que distintas habilidades pueden dañar a los compañeros aliados de la misma forma, y los elementos citados anteriormente, también estarán a disposición del enemigo. Además del ataque hay que tener en cuenta la defensa, cada personaje contará con una barra de defensa física, una barra de defensa mágica, e incluso las dos al mismo tiempo. Esta defensa impide además de causar daño al enemigo, también impide el dotarlo de estados alterados ya sea conmoción, aturdir, quemar, etc. Como adelanto es importante saber que, si algún personaje aliado cae en combate, este no se levantará al finalizar el mismo, para que esto suceda, el jugador deberá tener, comprar o fabricar un tomo de resurrección y aplicarlo al cadáver para que así pueda volver. Dependiendo en la dificultad en la que se esté jugando la obtención de tomos de resurrección será tan necesaria como la obtención de una buena arma.
Pero no es solo el combate lo que nos debe preocupar, la preparación para el mismo es también parte fundamental para asegurar la victoria. Entre las distintas mecánicas para ello se encuentra la más básica, subir de nivel. Para la subida de nivel es necesario un número determinado de experiencia la cual se puede obtener de varias formas: matando a un oponente, finalizando una quest, descubriendo una nueva localización… Una vez se suba de nivel al personaje habrá varios apartados que se podrán subir con un número limitado de puntos a repartir. Apartados tan básicos como los de mejora en las estadísticas como pueden ser la fuerza, inteligencia, ingenio, pericia, memoria, etc no son más que el principio y la base, pues habrá que lidiar con diferentes atributos que serán indispensables a la hora de relacionarse con el entorno (medidas como persuasión causarán una mayor influencia en los personajes para poder salir ganando de la discusión o robo, que permitirá la entrada a ciertos lugares u obtención de objetos importantes) y mejorar las estadísticas base.
Otro componente a tener en cuenta es la síntesis de elementos y el inventario. La cantidad de inventario útil con el que se puede contar en este videojuego es alarmante y si a esto se le suma la posibilidad de poder combinarlos entre ellos, da como resultado un abanico de posibilidades con las que pocos videojuegos de rol pueden presumir. Resumiendo mucho, los elementos se pueden dividir entre objetos y habilidades. Dentro de estas categorías podemos encontrarnos con, por ejemplo, objetos para la venta, objetos para la alquimia, objetos para útiles el ataque como pueden ser granadas, objetos para aprendizaje de habilidades e incluso objetos para ejecución de las mismas si aún el personaje no las ha aprendido. Las habilidades por otra parte, se representan como libros que pueden aprender los personajes que cumplan con los requisitos necesarios a los cuales, cualquiera puede llegar. Estos elementos pueden combinarse entre sí para poder llegar a un grado superior, en fórmulas simples, si se combina Bola de Fuego con un libro básico de Pirocinética se consigue el libro de habilidades de Bola de Fuego. Cada uno de los ítems se guardan en las mochilas que cada miembro del grupo dispone, solo limitado por el número de casillas y peso.
Como se puede observar, no es solo un combate por turnos lo que propone. Divinity Original Sin 2 plantea una estrategia más allá de saber cuándo lanzar una habilidad especial o a qué enemigo atacar primero. Una estrategia presente en todo momento, con varias vías de escape para poder conseguir la victoria.
Apartado técnico y diseño de niveles espectacular
Hablando de especificaciones técnicas, la única queja que podemos encontrar es en el frame rate, ya que Divinity Original Sin 2 solo corre 30fps tanto en las consolas de última generación base como en las reediciones más potentes, aun así, destacar que se podrá visualizar a 1080p y 4K respectivamente. Sinceramente siendo un videojuego tan pausado y contemplativo no se echa de menos una fluidez mayor, aunque bien es cierto que nunca viene mal.
Gráficamente es bueno aunque tampoco llega a destacar. A estas alturas se han lanzado videojuegos mucho más competentes gráficamente, sin embargo, esto no significa gran cosa pues se disfruta mucho sobre todo de los paisajes ya que su cámara es cenital picada, por lo que lo más destacable es el terreno, construcciones, animaciones de elementos y si, personajes y armaduras, pero a un nivel quizá más secundario.
El diseño de personajes no deja de ser una variante más de la ambientación y diseño Tolkiano, agradable y familiar a la vista, contando en algunas secuencias narrativas con dibujos en movimiento realmente preciosos y que le dan un toque más artístico. Por otro lado, el diseño de escenarios y niveles despunta ya no solo el hecho de hacer un escenario bonito a la vista, sino útil como ya mencioné con anterioridad.
Centrando más la atención en el diseño de niveles, este apartado es otra medalla para el estudio desarrollador. La complejidad de los escenarios y las diferentes vías de escape para seguir avanzando en la historia son a cada cual más original y lo mejor es que la mayoría son muy naturales, un ejemplo claro es un laberinto hay en cierta zona. Si se tiene el hechizo de teletransporte se resuelve con los ojos cerrados pero claro, nadie da esa pista, es el jugador con ayuda de su ingenio el que recurre a tal recurso. Este fenómeno se repite numerosas veces haciendo que el título sume interés para el jugador a la hora de enfrentar un reto.
Para rematar, la banda sonora es impecable. En general funciona en base a música medieval a través de instrumentos de cuerda, viento y coros formando melodías armoniosas capaces de transportar al jugador al ambiente en que Divinity: Original Sin 2 se desarrolla. Incluye también temas no melódicos, más centrados en la acción, más agresivos sin alejarse mucho de la línea temática con la que se basan los demás temas.
Conclusiones Divinity Original Sin 2 – Definitive Edition
Galardonado por el público y prensa como el mejor RPG clásico del año, aquí no se le va a privar de tal título. Es muy difícil encontrarle un fallo, a pesar de contar con tantos elementos a tener en cuenta donde se podrían haber dado. Siendo esto ya un triunfo, el título no se conforma con eso y destaca en un buen número de apartados dejando en general una sensación muy positiva con cada partida, cada vuelta al juego, cada mazmorra, etc. Su componente multijugador cooperativo lo hace ideal para poder disfrutar la experiencia de un viaje fantástico con amigos que les guste el género. En pocas palabras Divinity Original Sin 2 resucita la fórmula clásica del RPG occidental y la adapta a las nuevas generaciones. Un indispensable en las estanterías de cualquier amante del género y un excelente videojuego con el que pueden experimentar los jugadores nuevos.