A día de hoy sí hablamos de Apple lo primero que se nos ocurre es la palabra “éxito”. En muy poco tiempo gracias a Iphone, Ipod y demás gadgets han conseguido convertirse en una de empresas más reconocidas del mundo. Y si por algo brilla una gran empresa es porque todo lo que toca se convierte en éxito. ¿Pero ha sido siempre esta la circunstancia que acompaña a los señores de la manzana?
Lo cierto es que antes de que el Iphone viniese a revolucionar nuestro vicio, Apple a los mediados de los 90 decidió entrar en el mundo de los videojuegos. Últimamente vemos como esta empresa recibe con los brazos abiertos a todo aquel dispuesto a desarrollar para IOS, pero los resultados de su experimento con las consolas alla por los 90 hizo hizo que la compañía estuviese alejada de los videojuegos durante muchos años.
La consola que crearon no fue otra que PipPin, que con el paso del tiempo se ha hecho famosa por sus escasas ventas.
Apple en ningún momento tuvo intención de manufacturar un sistema de videojuegos, su objetivo era encontrar algún editor externo interesado en la tecnología que ofrecían dispuesto a comercializarla. Y por aquel entonces a quien pillaron desprevenido fue a Bandai, que a mediados de los 90 viendo como Sony se había conseguido hacer rápidamente un hueco en el mercado del hardware de videojuegos quiso un trozo del pastel.
Bandai llego a comercializar la consola de Apple en Japón (1995 en blanco) y USA (1996 en negro). Las especificaciones técnicas del sistema:
- Procesador Power PC 630 E a 66 Mhz.
- Un modem a 14 kbs
- Un lector de Cd a 4x
- Y una versión capada de Mac os como sistema operativo.
La idea era de alguna forma similar a lo que pretendía PS3 cuando se puso a la venta. No solo un sistema de videojuegos, sino un equipo informático. Apple ofrecía un ordenador de gama baja a un precio asequible, que además podía ser conectado a cualquier televisor por euroconector y a monitores de PC vía VGA.
Al tratar de comercializarse como un equipo informático el precio, muy moderado… 599 Dolares (nótese el sarcasmo) lo cual hizo que la gente lo rechazara de forma taxativa siendo esta una de las causas fundamentales de su completo fracaso. Cabe decir que aunque trataran de venderlo como un ordenador, el poco uso que tuvo fue como videoconsola, y aunque hoy paguemos tan alegremente 600 euros por una PlayStation 3, por aquel entonces era un precio de risa para una consola.
PipPin, que venia a intentar barrer a PlayStation y Sega Saturn de nuestras casas, consiguió vender la friolera de 40.000 unidades en todo el mundo. Además llegaron a manufacturarse notablemente más teclados y periféricos que consolas. Todo esto hizo que rápidamente cayera en el olvido, tornándose en uno de los fracasos mas flagrantes de Apple a lo largo de su historia.
Tras esta triste andadura Pip Pin tiene una presencia recurrente en las listas periódicas de peores inventos tecnológicos de la historia.
Por último en cuanto al catálogo de juegos, pocas referencias hemos encontrado al respecto. Algunos juegos de Dragon Ball editados por Bandai y atentos que aquí viene lo más inesperado de toda la historia. Un juego llamado Marathon 2 (Super Marathon en PipPin) desarrollado por nada más y nada menos que Bungie, por aquel entonces casi unos completos desconocidos.
Hasta aquí la enigmática y triste historia Pip Pin, uno de los hijos mas deformes que ha parido esta dura industria.
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