Zeros

Zeros

Cuando mis ojos tempraneros vieron moverse ese pequeño pixelado por la pantalla de tubo algo llamó poderosamente mi atención. Aún no sé si fueron esos colores, la música, ver a ese personaje saltar de un lado para otro… pero lo que más me fascinó es que en aquella aventura yo era el protagonista de la historia. Desde aquél momento pude embarcarme en hazañas insólitas para un chaval cualquiera, de un pueblo cualquiera, que vivía en un país cualquiera. Ahora acerco y comparto esas historias a todo el mundo para que de un modo u otro puedan sentir lo que ese niño de 8 años llegó a percibir aquella vez delante de ese viejo televisor.