Gotham es una mala ciudad, pero no lo son sus habitantes. Eso es lo que Batman nos vende, en cada cómic, en cada juego, en cada película o cada serie de dibujos. Gotham debe ser salvada de sí misma, de su miseria y su corrupción, de sus políticos podridos y sus trapicheos. Gotham, esa manzana a medio pudrirse, madura por el paso del tiempo y sin cuidado, se ha convertido en un cáncer propio de sí misma. Así que, supongo que no somos los primeros que se sorprenden de que Telltale haya enfocado su versión de Batman a una campaña política a favor de Harvey Dent (“Dos Caras”) para la alcaldía de la ciudad.
TellTale Games y la fórmula del éxito
La visión de TellTale es simple, ha creado la nueva generación de aventuras gráficas de “point&click” para todos los jugones de hoy en día que valoran la cobertura gráfica por encima de lo demás. Pero tras este título hay más de lo que parece. Hay una sofisticación de la jugabilidad (comparada, claro está, con la saga “Arkham”) por encima de los golpes, los machacabotones (ya hablaré de eso más adelante) y las misiones altamente repetidas. Hay una ampliación de la nueva trama, vemos Gotham de día, vemos sus habitantes, sus parques, sus malhechores a la luz del buen Sol que nos demuestra que no es podredumbre todo lo que vive en la ciudad, que aún hay salvación para los buenos y condena para los malos.
Batman: The Telltale Series es lo que es un juego de Telltale. Para los que no sepan nada sobre la compañía, estos californianos llevan desde 2005 dando guerra (aunque se ha hecho famosa tras los últimos títulos, como The Walking Dead, The Wolf Among us, Game of Thrones o Minecraft: Story Mode), además de estar influenciado por LucasArts (dado que muchos empleados vienen de allí).
Breve historia sobre la reiteración
Es curioso como a otras compañías se les ha criticado mucho por su “reutilización de código” año tras año, título tras título, y a esta compañía (que ha creado este sistema de juego “neo point&click”) se les da libertades para ello. Una de las causas puede ser la permisividad que existe hoy día con el tema de las aventuras gráficas conversacionales. Tim Schafer (de LucasArt) repetía mucho lo que hacía y claros ejemplos de ello son Day of the Tentacle (1993), Maniac Mansion (1990), Grim Fandango (1998), y lo que le llevó a lo más alto, Monkey Island (1990), pero pensemos en la época a lo que nos referimos. Los noventa eran cebo vivo para las aventuras de fondos prerenderizados, conversaciones y demás.
¡Leches! Hasta España estuvo en la vanguardia de este género con títulos como Runaway (2001), Hollywood Monster (1997), Igor Objetivo Uikokahonia (1994) o el antiquísimo La Abadía del Crimen (1987). Pero que hoy en día funcione y se le permita pasar sin pena ni gloria no tiende a ser algo bueno. Otra causa puede ser lo poco (a nuestro pesar) que motiva al público y el target tan reducido que tiene dicho género, que pasa sin pena ni gloria y es sepultado por COD, Battlefield, No Man’s Sky y demás títulos del momento. El caso es que llevan años sacando títulos iguales con temática distinta, pero una jugabilidad idéntica.
Un nuevo Batman, un nuevo sistema
Pero volvamos con Batman, que es en sí lo que nos interesa. La jugabilidad tiende a diferenciarse poco de las aventuras clásicas (Broken Sword, por nombrar otra mítica) pero con el añadido del tiempo, el cual juega un papel crucial en los juegos de TellTale. Tanto es así, que en las conversaciones hay un medidor de tiempo, y las “escenas de acción” (algo que no existía antes de este subgénero) funcionan con Quick Time Event (QTE, Eventos de tiempo rápidos, o simplificando, pulsa esa dirección o Batman no esquivará la bala y morirá). Recordemos un juego, Indigo Prophecy Fahrenheit (2005), el cual implementaba también QTE en una versión remodelada de este género con tiempo incluido, aunque podías disponer de todo el del mundo para las implicaciones de tus decisiones en las conversaciones a lo largo del juego, cosa que Batman de TellTale no consigue. Hay decisiones claves que afectarán al transcurso de la trama, a cómo los personajes actúen o cómo les caigas. Esa es la fórmula de la compañía y aunque quizá en un conjunto se aprecie, pero por ahora (el juego es episódico) no hay resolución de dichas elecciones.
Técnicamente el juego pide demasiado de la carga gráfica y las opciones son muy limitadas con una resolución, vSync y calidad alta o media, creando una subida y caída de frames constante entre 10 fps y 70 fps. La técnica Cel-Shading (renderizado de capa pintada como a mano encima de la textura) se creó para que los dispositivos no potentes pudieran disfrutar de una calidad decente bajando la calidad total gráfica sin perder definición (dado que el uso de esta técnica crea imágenes toscas aunque bonitas), pero la implementación de destellos, sombreado y shaders (supongo que por encima del Cel-Shading) crean esa fluctuación de frames incómoda. Una triste pena, en títulos anteriores como The Wolf Among Us o The Walking Dead no ocurría.
Conclusión Batman The TellTale Series
En términos generales, Batman The TellTale Series es un título jugable, y atractivo aún con los problemas técnicos que ello conlleva. La narrativa del juego, las decisiones con peso y el doblaje es un punto elevado a su favor y luce bonito. Con un precio algo alto, el target tan selectivo que tiene y las estadísticas que posee actualmente en Steam (máximo diario de 200 jugadores, promedio de tiempo jugado de menos de 4 horas y una valoración positiva de 2/1) lo convierten en un título del montón. Veremos cuando todos los capítulos estén en órbita y se pueda disfrutar de la trama al completo, su rejugabilidad y (espero) pulidos técnicos.