Allá por 2014 recibimos un MMORPG que por aquel entonces parecía que iba a revolucionar el género. Hablamos de Black Desert, el título del estudio coreano Pearl Abyss, que prometía ofrecer altas dosis de personalización y libertad.
Cuatro años después, en 2018, llegaría una versión para dispositivos iOS y Android. Esta como podéis imaginar está muy recortada y se carga gran parte de la esencia original. Sin embargo, ahora en 2020 recibimos en PS4 y Xbox One, su versión para consolas.
Fue en julio cuando pudimos empezar a disfrutar de este RPG de corte occidental en nuestras máquinas. Sin duda, tratándose de un género tan complejo y con tantas posibilidades, es un trabajo titánico adaptarlo a un mando.
Dado su éxito, ahora el estudio ha decidido traernos su Prestige Edition, su edición física. Esta nos llega a un precio de 34,99€ y con unos cuantos incentivos como una mascota exclusiva, la pantera, la vestimenta “glorioso Suhad”, o 2.000 perlas para empezar la aventura. A continuación, os contamos más, aquí en Game It.
Una profundidad que abruma
Si por algo destacó en su día este Black Desert fue por su novedoso creador de personajes. Este era una auténtica maravilla en su día, con decenas de opciones de personalización, permitiendo crear un avatar con una personalidad propia.
Hoy en día ya no sorprende tanto, de hecho, el de versión de consola menos aún ya que está más limitado. Aún así, estamos ante un editor completísimo, capaz de tenernos durante un buen rato entretenidos si somos meticulosos a la hora de hacer nuestro personaje.
A partir de aquí, toda esta profundidad juega en su contra, al menos durante las primeras horas del título. Y con esto no hablamos de las 2-3 primeras horas, sino que estaremos perdidos durante al menos la primera veintena.
Después de este tiempo empezaremos a tener más claro por donde movernos, comenzaremos a entender el porqué de ciertos actos, y veremos esa profundidad como una oportunidad de disfrutar de ese vasto mundo.
A lo largo de nuestra aventura tendremos decenas de actividades, tales como la recolección, la caza, pesca, alquimia, crear y decorar nuestra propia vivienda, cocina, carreras de caballo, cocina e incluso contrabando. Como podéis intuir, hay material de sobra para no aburrirse.
Jugar no es una tarea fácil
Es ahora de hablar del clásico caballo de batalla de los MMORPG en consola: el control. Son juegos muy complejos, con mucha variedad de opciones, e implementarlas todas en apenas 14 (si contamos R3 y L3), resulta casi imposible. Y si se hace, no es para nada cómodo.
En este caso, para aligerar esa complicación, tenemos un título en tercera persona con combate directo, es decir, usando R y L. Esto nos recuerda más a un combate tradicional, sin embargo, notamos desde el minuto uno que está mucho más limitado. Con esto se evita mucha dosis de complejidad, pero lógicamente también se pierde profundidad.
Según luchemos y avancemos iremos consiguiendo puntos de habilidad. Estos serán indispensables para nuestro desarrollo, ya que de ellos dependerá nuestro árbol de habilidades. Gracias a este, iremos desbloqueando perks tanto pasivas como activas, las cuales se centrarán fundamentalmente en nuestros golpes y movimientos.
Uno de los elementos distintivos del título son las llamadas “encrucijadas”. Si bien es verdad que no influyen demasiado en el desarrollo de la aventura, sí que dan cierta versatilidad. Estás simplemente nos permiten afrontar las misiones de formas distintas. Por ejemplo, si nuestro objetivo es matar a alguien, no solo iremos al lugar y asesinaremos, sino que podremos informarnos del porqué, cual es la visión de la otra parte, el contexto, y actuar en consecuencia.
Además de esta, tendremos otra interesante mecánica como son los “nodos”. Estos se activarán en los asentamientos importantes que visitemos y nos permitirán crear una red de caminos, interconectando así ciudades y pueblos. Esto favorece fundamentalmente a la creación de rutas comerciales, lo que nos permitirá optimizar nuestras ventas y ganar más dinero.
Tampoco podemos olvidar la parte PVP de este Black Desert. Aunque no se trate del apartado principal del título, sirve como un añadido muy interesante y con una buena cantidad de modos.
Tendremos un servidor propio para estos enfrentamientos, y allí podremos combatir 1 VS 1, participar en guerras de clanes y arenas. Además, como punto más original, contamos con los “asedios”, modo en donde los clanes podrán luchar entre ellos por mantener la ocupación de pueblos y ciudades.
Un desierto demasiado negro
Llega la hora de hablar del puto más controvertido del juego, y es que el apartado técnico tiene problemas demasiado notorios. Evidentemente no es injugable, pero a tales alturas no contábamos ya con que hubiese problemas de rendimiento.
Entre lo peor que nos podemos encontrar están las congelaciones temporales, importantes caídas en la tasa de FPS, popping abundante o incluso NPCs invisibles. Esto a nivel de optimización, pero además tenemos servidores con bastante lag en momentos de más afluencia.
Por el contrario, el apartado artístico no está nada mal, ni en lo visual ni en lo sonoro. Tenemos un diseño de personajes y de paisajes realmente bonito, que llega a maravillar en alguna de las zonas del juego. La BSO también acompaña muy bien a todo el conjunto, con temas de corte épico, como no podía ser de otra forma. Además, contamos con una buena traducción a nuestro idioma, eso sí, con voces en inglés.
Conclusiones Black Desert Prestige Edition
Aquí tenemos uno de esos juegos que generan sensaciones encontradas. Black Desert es un muy buen título para PC, por lo que su llegada a consola resultó de lo más interesante. El problema es que, una vez más, nos hemos dado de bruces con la realidad.
La realidad es que resulta complicadísimo optimizar un MMORPG para un mando, por lo que gran parte de la esencia se pierde. Esto es una auténtica pena, porque a pesar de lo denso que puede llegar a ser el título, es muy divertido y variado.
A esto también tenemos que sumarle sus problemas de optimización y con los servidores. Esto acaba provocando que sea una buena opción si no tienes un PC competente, ya que el juego en sí es entretenido. Ahora bien, siempre teniendo en cuenta que estamos ante una versión bastante inferior.
Nota: 6.0
Lo Mejor
- Completo, con centenares de cosas para hacer.
- Su apartado artístico.
Lo Peor
- La adaptación del control en consola.
- Un apartado técnico cojo.