Aquellos jugadores asiduos de los simuladores saben que hoy en día podemos encontrar prácticamente cualquier tipo de simulación, desde vida real, hasta un simulador de estudios de videojuegos, pasando por granjeros, ciudades, y hasta cabras… Hoy os vamos a hablar de Car Mechanic Simulator, el juego de Red Dot Games que llega hasta nosotros en versión física gracias a Koch Media.
El imperio de la reparación a nuestros pies
A pesar de que no podemos hablar de que estamos ante un modo historia en el más estricto sentido, el modo normal sería lo más parecido a este y es que aquí empezaremos desde lo más sencillo, aceptando pequeños trabajos telefónicos para poder darnos a conocer y ganar experiencia en eso de arreglar coches.
Así, podremos comenzar a familiarizarnos con las mecánicas que nos propone Car Mechanic Simulator y al mismo tiempo ir ganando algo de dinero para comenzar a expandir nuestro taller, pudiendo además conseguir un aparcamiento para nuestros coches, mayor número de herramientas, piezas especiales de tuning para aumentar el valor de los coches… lo cierto es que tenemos un buen número de opciones que hacen que el juego sea bastante específico y orientado a un tipo de jugador
Además de este modo también tenemos dos posibilidades más, como es el modo experto, donde las ayudas desaparecen por completo y es prácticamente como hacerlo todo en la vida real, y el modo sandbox, donde el dinero es infinito y nuestro tiempo también, por lo que básicamente podemos hacer lo que queramos con el coche que queramos, algo de lo más satisfactorio si nos gusta el tuneo de coches y montarlos del todo.
Más de 1.000 piezas a analizar, cambiar, instalar…
Al principio vamos a comenzar por lo básico por lo que no estamos ante un juego en el que tengamos que ser verdaderos amantes de la mecánica para poder jugar. Desde el cambio de ruedas hasta el de aceite, vamos a comenzar por lo más sencillo aumentado poco a poco la dificultad. Para que sea todavía más amable con los jugadores inexpertos, podremos ir analizando las piezas, las cuales van a tener un medidor de durabilidad y, básicamente, si está en rojo (lo que significa que está en un 20% o menos), deberemos cambiarla.
También contaremos con la posibilidad de ver directamente las piezas que hay que cambiar ya que el propio juego nos lo dirá y señalará, pero a medida que avancemos las ayudas se irán terminando y comenzará a hacerlo más difícil, primero sin tantas marcas y después con reparaciones que no solamente nos pedirán que quitemos una pieza y la cambiemos, sino que para poder sacar esa pieza debemos sacar otra, y para quitar esta otra más… Todo esto irá añadiendo capas de dificultad que le sientan bastante bien y que nos permitirán disfrutar con nuestro progreso de una manera escalonada, volviéndonos más profesionales poco a poco.
A nuestra disposición tendremos posibilidades de comprar piezas por internet, aunque muchas veces deberemos darnos cuenta de qué estamos comprando y es que si encargamos la que no es, va a salirnos caro. A mayores podemos realizar nuestros propios proyectos para poder invertir capital y después sacar dinero vendiéndolo, pudiendo ir a subastas, chatarrerías o directamente ir a visitar graneros donde podemos encontrar un poco de todo.
A pesar de que estamos ante un juego de consola, y que son muchas las opciones y las pequeñas piezas que tenemos que mirar (que llegan a ser más de 1.000 con varias herramientas a nuestra disposición), los menús son bastante cómodos de utilizar, gracias a su formato radial, por lo que la interfaz es bastante amable con el jugador, algo no tan sencillo de ver en el género y que nos ha parecido todo un acierto.
Por último destacaremos que podemos no solamente reparar los coches, sino que también llevarlos a un circuito para darnos un pase o probarlos un poco más en serio. Obviamente no estamos ante un simulador de conducción porque este es uno de los puntos que más cojea en el juego, pero al menos nos da la posibilidad de hacerlo y todo con una simulación sonora de los coches bastante realista, y más teniendo en cuenta que tendremos hasta 48 coches distintos.
Un buen trabajo en lo necesario, salvando las distancias
A pesar de que hoy en día tenemos la costumbre de que todo tenga que lucir impresionante en un simulador, muchas veces lo más importante está en la jugabilidad y las opciones que ofrezca al jugador para hacer que disfrutemos del título. Car Mechanic Simulator es un buen ejemplo de esto y es que gráficamente no es lo mejor que podemos ver hoy en día, ni se acerca, pero en lo que realmente importa lo hace bien.
Como decíamos tendremos a nuestra disposición unas 1.000 piezas con las que trabajar, algo que se antoja necesario para crear una buena base para un simulador donde puedes crear tu propio coche desde cero, aunque gráficamente pudiera ser más detallado y ofrecer mejores visuales. Sin embargo esto no nos ha parecido tan importante y podemos dejarlo pasar.
En cuanto al apartado sonoro tenemos una banda sonora decente, aunque un poco limitada en canciones, por lo que puede llegar a ser algo repetitiva, y con una buena simulación de ruido de motores y del uso de herramientas que tengamos en el taller, algo que se acerca bastante a la vida real y que nos sumerge bastante bien en la experiencia de un auténtico mecánico.
Conclusiones de Car Mechanic Simulator
En líneas generales estamos ante un juego que da lo que promete y es que como simulador de un mecánico de taller está bastante logrado, con un buen número de opciones y de cambios a un coche que a buen seguro nos va a tener pegados a la pantalla un buen número de horas si realmente es lo que nos va. Además en su modo sandbox podremos dar rienda suelta a nuestra imaginación y hacer ese proyecto que en la vida real no podríamos crear por falta de presupuesto.
No todo es perfecto ni mucho menos, ya que gráficamente se queda bastante anticuado y lo que nos ofrece es única y exclusivamente lo que su nombre indica, porque poco más hay. Perfecto para los amantes de los talleres mecánicos o quien quiera construir su coche soñado y que no puede hacerlo en la realidad.