Caspanálisis #4: Rascal

Bienvenidos mis pequeños y desvalidos Eluers una semana más a la cara bochornosa de EsLaÚltima. Regresamos de nuevo para poner en evidencia la parte más oscura de vuestras almas gamer, para rememorar las pesadillas jugables más abominables, y lo que es peor, para que confeséis lo burros que os pone rejugarlas una y otra vez. Porque vosotros sois así, mucho GOTY y mucha gaita, pero lo que más os gusta es cerrar vuestra habitación por dentro e introducir los juegos más bizarros en vuestras máquinas, de hecho me han llegado rumores de que muchos de vosotros jugáis Angry Birds fuera del vater…no sois más que miserable escoria.

En esta ocasión, ni más ni menos que un respetabilísimo redactor de esta nuestra casa es el que subirá al púlpito para proclamar a los cuatro vientos su reprobable gusto. Y es que mister Xose Llosa ha rescatado para escarnio suyo y horror nuestro un título que haría parecer al ET o al Superman 64 auténticas obras maestras. Me estoy refiriendo, agarraos fuerte, al deplorable Rascal, ese intento de juego de plataformas tridimensional que azotó nuestras PlayStations allá por el año 1998.

No diré nada más, pues creo que he enfermado al recordar al pardillales del protagonista, digno heredero de Poochi…Tan sólo me queda ya recordaros que si de verdad tenéis agallas, podéis enviar vuestro mojón pedazo de análisis de la vergüenza a caspanalisis@gmail.com, he dicho.

Caspanálisis de Rascal, por Xose Llosa

Maldito sea Poochi...digoooo Rascal!

¡Oh amigo! Estaba leyendo la presentación del Caspanálisis y me fue imposible resistir la tentación de hablar del juego más perro y más querido a la vez por mi persona. No es otro que Rascal.

Corría el año 1998, era yo un jovenzuelo con ansia de PlayStation, pero mi temprana edad se veía acompañada de un gran desconocimiento que me llevó a encontrarme con ese juegaco en mis manos. Mi comunión se acercaba y como para tantos infantes el regalo estrella de tal acontecimiento, una flamante consola. Si 10 años atrás a muchos les tocó la Master System, en mi generación todos ansiábamos y normalmente recibíamos la fantasticosa gris de Sony.

En cuanto a la consola no había duda alguna, PlayStation era la única opción, no sabíamos muy bien porque, pero en mi clase era considerada la única consola merecedora de entrar en nuestras casas. Donde sí surgían más dudas era al decidir qué juego comprar. A este respecto un maravilloso día fui a casa de los primos de turno, era la primera vez que iba a jugar con una PlayStation y tenían alquilado el Rascal. Fue el primer juego al que jugué en PSX y quede maravillado, inmerso en una marabunta de nervios y alucine con la expectación de lo que en pocas semanas tendría en mi poder, no lo dude un segundo más, ese sería mi primer juego.

HD POwAH!!!

Rascal, para quien no lo conozca es un juego de aventuras 3D que data de 1998 y en el que nos ponemos a los mandos de un joven rubio llamado  Callum Clockwise. Armado con una potente pistola de juguete, y con peligrosas pompas de jabón como proyectiles, había de recorrer 6 pantallas con el propósito de rescatar a su padre. Los escenarios estaban ambientados en diferentes épocas; azteca, medieval… y el objetivo en cada uno era conseguir recolectar las porciones de un reloj de arena para abrir un portal de tiempo que nos fuese trasladando de una a otra edad.

Jugablemente era un título a grandes rasgos horrible, muy difícil de manejar gracias a una cámara que se comportaba en el 100% de las ocasiones de la forma que más entorpeciese la acción. Aunque para qué engañarnos, a mí me embeleso. Fue mi primer videojuego propio y como podéis suponer le metí muchas más horas de las que merecía y aunque me niego en rotundo a rejugarlo, de esta desdichada obra guardo un muy bonito recuerdo. Me quedaba alucinado con la música del primer nivel, que tengo grabada a fuego en mi memoria, y con los enemigos tan pintorescos que salían a mi paso con divertidas (y cutres) animaciones.

Para que os hagáis una idea de lo terrible del juego os linkeo un análisis que acabo de encontrar de Gamespot donde le otorgan un merecido 4. Aun así, Rascal siempre estará en mi corazoncito de videojugador.

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