La saga Castlevania debuta en Nintedo 3DS con Mirror of Fate, capítulo que se sitúa cronológicamente entre la primera y segunda entrega de Lords of Shadow enlazando argumentalmente los acontecimientos que tienen (o tendrán en caso de Lords of Shadow 2) lugar en ambos, y que ha sido desarrollado por los españoles de Mercury Steam como ocurre con las entregas de sobremesa.
Evitando destripar parte de la interesante trama tanto de este título como del original Lords of Shadow, podemos decir que la historia gira en torno a tres personajes, Simon Belmont, Alucard y Trevor Belmont, que comparten el objetivo común de acabar con Drácula. Este periplo nos llevará a descubrir una serie de revelaciones sobre los personajes (que no desvelaremos) y que conforman un argumento sólido, interesante, y que se sostiene por sí solo sin necesidad de haber jugado a la entrega anterior, algo muy de agradecer si tenemos en cuenta que ésta fue lanzada en plataformas diferentes a la que hoy nos ocupa.
Jugabilidad
Castlevania: Mirror of Fate se divide en tres actos, cada uno por personaje en los que podremos vivir su parte de la historia. Esto tiene como consecuencia que controlaremos a cada personaje de forma individual y no podremos alternar el control entre ellos. El título, bajo un desarrollo bidimensional, ofrece un cóctel jugable de plataformas, exploración y combates, estos últimos con mayor trascendencia. El título abandona en buena medida los grandes mapeados laberínticos de las últimas entregas portátiles para DS y GBA, pero no en su totalidad. Los mapas por descubrir siguen estando presentes, divididos en secciones, con bifurcaciones y secretos que nos invitarán a explorar cada rincón, y en más de una ocasión hacen que nos calentemos un poco la cabeza con cómo acceder a esa zona que parece a priori inalcanzable.
El control de los personajes es muy similar entre ellos, por no decir idéntico, diferenciado principalmente por algunas habilidades propias de cada uno como la forma de niebla de Alucard o el espíritu protector de Simon. Si anteriormente decíamos que la exploración había sido simplificada respecto a otras entregas, en cuanto al sistema de combate debemos decir que ha ganado en complejidad, haciéndolo mucho más divertido. Más propio de un hack’n slash, el sistema de lucha pondrá a nuestra disposición una cantidad considerable de combos, que iremos desbloqueando a través de una barra de experiencia que comparten los tres personajes. Para llevarlos a buen término contaremos con dos tipos de golpeo (vertical y horizontal), un botón de salto, otro de arma secundaria (para lanzar hachas o botellas incendiarias entre otras), y con los gatillos podremos bloquear/esquivar y agarrar a los enemigos para darles el golpe de gracia. Además, para añadir más espectacularidad a los combates con los jefes, se han implementado algunos pequeños Quick Time Events de los que no se abusa en ningún momento.
Como en todo buen Castlevania que se precie, el título ‘nos invitará’ a volver atrás en los escenarios en numerosas ocasiones para acceder a zonas solo accesibles una vez lograda una determinada habilidad o mejora, por lo que deberemos de estar atentos a cada rincón si es que deseamos completar el 100% del juego. A modo de objetos secretos encontraremos dos tipos de objetos repartidos por los escenarios, los cofres y los pergaminos. Los primeros nos darán mejoras que aumentan nuestra barra de vida, de magia o nuestra munición del arma secundaria, por otro lado los pergaminos se encuentran junto a los cadáveres de unos soldados y nos cuentan una breve historia sobre estos, junto a la que recibiremos una buena cantidad de experiencia.
La acción tiene lugar en la pantalla superior, mientras que la inferior está destinada a la visualización del mapa y a la navegación por los menús. El juego no hace gran uso de la pantalla táctil, pero lo cierto es que tampoco lo necesita.
Gráficos
Para esta entrega, Mercury Steam ha optado por un desarrollo en 2D recreando personajes y escenarios poligonalmente. Técnicamente tiene algunos altibajos en texturas, poligonaje o los tan conocidos por los usuarios de esta plataforma, dientes de sierra, pero lo suple en gran medida por su buen acabado artístico, con un estupendo diseño de personajes y jefes finales.
El efecto 3D es otro de los puntos fuertes del título, pues se ha conseguido una gran sensación de profundidad gracias en gran medida a unos escenarios detallados y en ciertos momentos preciosistas, que conseguirán que nos paremos a contemplarlos sobre todo en los exteriores del castillo.
La historia de Mirror of Fate se nos va narrando a través de unas cinemáticas de calidad, y con un estilo muy personal haciendo uso de la técnica del cell shading.
Sonido
Oscar Araujo repite en la composición musical de este nuevo Castlevania, con piezas orquestales que saben enfatizar a la perfección los momentos de acción y tensión del título. Un gran trabajo muy en la línea de lo escuchado de Lords of Shadow. Por otro lado nos encontramos con un doblaje al inglés de calidad para los diálogos (el juego viene subtitulado), cuyas interpretaciones infieren una gran personalidad a los personajes.
Modos de juego
Mirror of Fate cuenta con un modo historia ni excesivamente largo, ni excesivamente difícil. Conseguir el 100% del juego nos puede dejar en una cifra cercana a las 15 horas de duración, pero si lo nuestro es avanzar sin mirar atrás, difícilmente superaremos las 10. Por otro lado la dificultad no es muy alta, siendo nuestro principal reto los jefes finales (con enfrentamientos muy atractivos) ante los que caeremos en más de una ocasión.
Una vez superado el juego, se nos desbloquea un nivel de dificultad superior por si queremos poner a prueba nuestras habilidades.
Conclusión
Mercury Steam ha conseguido un título bastante redondo en la portátil de Nintendo, que aún con sus defectos se presenta como un juego de referencia dentro del catálogo de 3DS con una historia atractiva y una jugabilidad muy bien resuelta.
LO MEJOR:
- El diseño artístico.
- La historia es interesante y bien desarrollada.
- Las composiciones de Araujo.
LO PEOR:
- Se puede hacer algo corto.
- Técnicamente queda un escalón por debajo de los mejores.