Tras el aluvión de Triple A de estas navidades, hoy os traemos Colours, una nueva propuesta de los gallegos de Axouxere Games tan simple como adictiva, que llega el 19 de enero en su versión completa tras una fase de beta abierta, y que conseguirá que no os separéis de vuestros smartphones y tablets Android.
Somos de colores
Después el éxito que han cosechado títulos como Candy Crush Saga, no es difícil darse cuenta de que esa fórmula funciona y a corto plazo puede ser muy tentadora para los desarrolladores, cuyo ejemplo masivo fue el Flappy Bird y sus miles de clones. Sin embargo Colours le da una vuelta de tuerca a dicha fórmula, con un sistema algo más complejo que, en lugar de alejarlo del jugador casual, aporta un punto más estratégico al título.
Antes de nada, tenemos que dividir el juego en dos modos que, aunque guarden muchas similitudes como el objetivo principal o que nos enfrentamos a una pantalla con 12 círculos (bombillas en uno de los casos aunque a efectos de juego esto es indiferente), también tienen matices que hacen que te decantes por uno u otro en función de tus habilidades.
«Acumula Puntos» sería el modo «principal» de Colours. Nuestro objetivo será hacer combinaciones lo más grandes posibles del mismo color, siempre uniendo un mínimo de dos círculos y un máximo de cuatro. Como es habitual, estos irán cambiando tras cada conexión que realicemos. La finalidad será hacer el mayor número de puntos durante los 60 segundos que nos dan.
Por otro lado tenemos “Apágalo”. Aunque usa la misma mecánica de hacer combinaciones, el objetivo es que no se enciendan las 12 bombillas de la pantalla simultáneamente, por lo que la tendencia aquí será ser mucho más rápido y apagar de dos en dos en muchos casos olvidándose de enlazar grandes combos.
Ahora queríamos hacer hincapié en los botones especiales de Colours. Estos no son ni más ni menos que potenciadores y ayudas que van surgiendo aleatoriamente en las partidas. Estos consisten en multiplicadores, puntos extra, incrementos de tiempo, hacer iguales todos los colores de la pantalla o una juguetona interrogación que más que una ayuda puede ser un castigo, ya que a todas las ventajas añade también la posibilidad de que se atenúen los colores y no puedas identificarlos o que directamente se te resten puntos.
¿Es color todo lo que reluce?
Hasta el momento os hemos presentado las mecánicas del juego, como decíamos, sencillas pero no carentes de estrategia y necesidad de reflejos. Es ahora cuando tenemos que ver hasta qué punto son satisfactorias, ya que en este tipo de juegos es esencial tanto la respuesta como la dificultad.
La experiencia global es muy positiva. El nivel de respuesta es muy bueno, aunque sí que hemos notado en alguna ocasión que se nos juntan dos combos de colores diferentes penalizándonos. Esto no es muy notorio cuando empiezas a jugar, aunque cuando tu intención es ir a por récords es posible que esto frustre un poco. Sin embargo, aunque nos haya ocurrido, sí que lo vemos como un mal necesario para que los fallos reales queden marcados. Respecto al uso en smatphone o en tablet, realmente nos ha gustado más el primero tras probarlo en una pantalla de 5,2” y en otra de 10”. En ambas la jugabilidad es buena, pero sí que percibimos más agilidad al poder agarrar el teléfono y usar ambos pulgares simultáneamente.
La curva de dificultad difiere bastante de un modo de juego al otro. En «Acumula Puntos», esta es totalmente plana, ya que no existe un incremento de velocidad, sino que nosotros elegiremos nuestro ritmo en la lucha contra el crono. En este caso la habilidad está directamente con la percepción y el control, y ante algún fallo la penalización consiste en restar 10 segundos a nuestro tiempo, por lo que los incrementos de tiempo antes mencionados serán un aliado muy valioso.
Por otro lado, dentro de «Apágalo» vemos una curva de dificultad que asciende de forma exponencial. Esto se debe a que nos exige fundamentalmente velocidad y reflejos, mecánica muy similar a la de Piano Tiles, por lo que un fallo nos deja directamente sin tiempo de reacción. Es en esto donde encontramos lo que menos nos ha gustado del juego, ya que los primeros minutos de este modo se hacen realmente lentos una vez que lo dominas mínimamente. Sencillamente esperas que pasen los segundos para que todo vaya a un ritmo acelerado y comience la acción.
Por último, queremos destacar que la versión completa del título incluirá un modo práctica para ambos. Además, a lo largo del año han confirmado que se implementarán un nuevo modo historia y un modo liga.
Plasmando el color en la pantalla
Es el momento de hablar del apartado técnico y artístico de Colours. Resulta obvio que no estamos hablando de títulos como Limbo o No Man’s Sky, donde el apartado gráfico forma parte fundamental de la historia. Es más, la simplicidad que demuestra le va como anillo al dedo.
Respecto a su funcionamiento no podemos poner ninguna pega, ni un solo cuelgue ni ningún problema durante el desarrollo, además el sistema de vibración al hacer los combos ayuda realmente a jugar y a controlar nuestros aciertos.
Gráficamente queremos destacar que hace poco han introducido un modo daltónico que añade símbolos a cada círculo para mejorar la accesibilidad del título. El sonido combina ritmos caribeños con música salida de un disco de Jason Mraz. Sin ninguna duda aporta un tono alegre muy acorde con lo colorido del título.
Es evidente que no estamos ante una producción del calibre de GTA o Destiny, pero Colours hace que lo que empezó siendo una partidita rápida se convierta en noches en vela. Axouxere Games ha conseguido traernos un título realmente adictivo y ha dado en el clavo con todo lo que podemos pedirle a un juego para smartphone, y lo que es mejor aún, totalmente gratis.
Aquí os dejamos el enlace al juego en la Play Store, y a continuación podréis ver el gameplay oficial del título.
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Lo mejor:
- Adictivo hasta límites insospechados.
- El cuidado y la sencillez en todos los apartados del juego.
- El modo daltónico.
- El que sea gratuito.
Lo peor:
- Los primeros minutos del modo «Apágalo» mientras no se incrementa la dificultad.