Sabemos la negativa que siempre tiene el ámbito de la política en torno a la industria que más nos gusta. Los videojuegos suelen ser el blanco de sus críticas y aunque últimamente se ven con mejores ojos, siempre son un poco discriminados desde la política.
Una diseñadora de Infinity Ward, Belinda Pelayo, cree tener la solución para que eso cambie. En una entrevista con el diario nacional El Mundo ha hablado sobre algunos detalles sobre el desarrollo de Modern Warfare 3, y entre pregunta y pregunta nos ha dado una de estas perlas.
«Que jueguen a Modern Warfare 3 (los políticos), seguro que entonces cambiarán de opinión. En cuanto a las polémicas escenas de ultra-violencia que suelen caracterizar al juego. Pienso que el usuario tiene que jugar todo el juego para poder hacer una crítica, tiene que entender el contexto, no se pueden juzgar ciertas partes de un juego, como tampoco de una película, por ejemplo. Partes de la trama son así (violentas) porque estamos contando una historia, es como una película, y esto a veces no se entiende. Cuando ves un tráiler de una película, lo que ves es un fragmento; sin embargo, cuando vas a ver la película completa es entonces cuando puedes juzgar si es especialmente ofensiva».
¿Os imagináis que el debate entre Rubalcaba y Rajoy hubiese sido en lugar con cifras y críticas con un mando de consola dándole al MW3?