De la mano de los estudios franceses Gaumont nos llega la película » Ballerina «, demostración de que cada vez podemos encontrar productos de calidad y un acabado impecable en cuanto a lo que se refiere a la animación por ordenador fuera de los grandes estudios de Hollywood como Disney Pixar, BlueSky en Fox, Ilumination en Universal o Dreamworks para Paramount.
Con un reparto de voces estelares para poder ser vendida en el mercado internacional como Elle Fanning (Super8) o Dane DeHaan (Chronicle), Ballerina nos narra la historia de Felicie (Fanning), una joven huérfana que tiene una pasión: la danza. Con ayuda de su mejor amigo Victor (DeHaan), el cual aspira a ser un gran inventor, desarrollan un plan increíble para escaparse del orfanato en el que viven y ponerse rumbo a París. En la ciudad de la luz y el amor, donde bajo el manto de una torre Eiffel en construcción Felicie tendrá que luchar como nunca para sobresalir entre sus competidoras y aprender de los errores para conseguir que su sueño más salvaje se haga realidad: llegar a ser la primera bailarina de la Opera de París.
La película dirigida por Eric Summer y Eric Warin, autores también del libreto, es una película enfocada a todas las edades, muy recomendables para que los padres acompañen a los más pequeños. Cabe destacar que quizás llega un poco tarde a nuestras salas, puesto que la conmovedora historia de una huérfana que aspira a que sus sueños se hagan realidad, parece el típico cuento de hadas hermosas o superación, lleno de personajes amables y buenos sentimientos más propio de la época Navideña que nos abandonó hace un mes.
Es una película un tanto desequilibrada, aunque suple sus carencias con unos personajes con los que es fácil empatizar, pero por este motivo uno tiene la sensación de que los directores estaban más preocupados por la animación que por el acabado de la historia que nos narran, me explico: edificios, color, luz, la atmósfera, los detalles, todo lo que rodea a París es excelente. Es un placer pasear por las calles adoquinadas con Felicie y Víctor, descubriendo la Torre Eiffel y la estatua de la Libertad en construcción, la Opera es sublime y fiel a la Original, que no tengo el gusto de conocer, pero que luce idéntica en las fotografías.
Las escenas de baile son impresionantes. La precisión de los movimientos en los pasos de baile de Felicie parecen sacados de las mejores coreografías de los musicales clásicos, sin embargo parecen más fluidas las escenas de los bailes improvisados como los del inicio en el Orfanato o el que transcurre en un bar de inspiración Irlandesa que los supuestos momentos de clímax centrados en los duelos de Ballet.
Sin embargo, y es aquí donde Ballerina flaquea un poco, centrándonos en el escenario los personajes que acompañan al dúo protagonista son fáciles y caricaturescos, el personaje de Odette que acude en ayuda de Felicie a su llegada a París no rompe el estereotipo de mujer encerrada en su soledad, el maestro de baile es el típico hombre frió y duro que en secreto oculta un corazón de oro, y de igual manera podríamos decir de otros personajes secundarios como el joven bailarín ruso pretendiente y rival de Víctor por el afecto de Felicie.
Por encima de todos ellos, el que más me decepcionó fue el de la madre de Camilla, rival de Felicie por alcanzar el estrellato en la Opera de París. En ningún momento el desarrollo del personaje nos explica su carácter, es una caricatura de malvado que representa el mal de forma gratuita, en un intento de simular a la mítica Cruella de Vil de 101 dálmatas. En un momento alcanza un grado de locura que es incoherente con la trama de la película, volviendo su actitud ridícula en una reencarnación de una psicótica reina de corazones pidiendo la cabeza cortada de su rival en la película.
Conclusiones de Ballerina
Los personajes secundarios se quedan lejos de la historia, sin un desarrollo acorde con la duración de la película, siendo meros elementos de acompañamiento fáciles de entender y centrar así su esfuerzo en que empalicemos con la joven irreflexiva y molesta a ratos que es Felicie, pero que nos conquista porque tiene un comportamiento acorde al de muchos niños de su edad. El contrapunto lo encontramos en Víctor, tierno a modo de mascota, pero que no se deja amedrentar por el matón de turno o a la hora de expresar sus sentimientos, ganándose nuestro apoyo..
En definitiva la película es una hermosa historia de superación y lucha por tus sueños, cuya postal parisina de finales del siglo XIX le debería hacer tener una buena carrera internacional en su distribución.