Que Nick Park ya es un nombre ligado en el laborioso arte de la animación por Stop Motion como una leyenda a la altura de animadores tan idolatrados como Ray Harry- Haussen no sería exagerar a mi modo de ver.
El cineasta oscarizado con sus cortometrajes es un nombre recurrente de la industria, que cada dos o tres años suele dibujarnos una sonrisa al amparo de los estudios de animación Aardman («La oveja Shaun: La película -2015-«). Por ello esta podría ser una de sus películas más personales porque la mención a Harry-Haussen no es a la ligera, y por ello Park decide juntar dos de sus pasiones en un mismo proyecto: el mundo prehistórico tan ligado a este mundo de animación fotograma a fotograma en títulos tan icónicos del maestro del stop motion (al que a mi modo de ver homenajea con esta película) como «Hace un millón de años (1966)» o la más famosa » Cuando los dinosaurios dominaban la Tierra (1970) «, con otra de sus pasiones como es el mundo del fútbol tan aficionado como la mayoría de los británicos.
Asi Park famoso por películas como «Wallace & Gromit: La maldición de las verduras » (2005) o «Chicken Run: Evasión en la granja» en «Cavernícola» nos cuenta la historia de Doug un cavernícola y su fiel jabalí Hognob en el albor del choque entre dos civilizaciones, la Edad de piedra y la de bronce a través de una competición por hacerse un hueco en la historia. Por ello Doug descubre que la única manera de conseguir salvar a su tribu de cavernícolas, que ve peligrar su modo de vida en el albor de esta nueva era de bronce, es competir con «el juego sagrado» que aprendieron de sus ancestros.
En juego no hay una copa, sino la supervivencia de la tribu de Doug, que sera expulsado de su hogar y obligado a competir en el partido mas épico de la historia contra el equipo campeón de la edad de bronce, el Real Bronzinum dirigido por el malvado y moderno villano de la Edad de Bronce Lord Nooth.
Lo que nos plantean es un choque de eras. La edad de piedra se enfrenta a la de bronce y para defender sus intereses tienen que disputar un partido de fútbol en el que los malos (los de la edad de bronce), son los expertos y los buenos (los cavernícolas de la edad de piedra) son los novatos. De ahí Nick Park y su equipo sacan multitud de chascarrillos, de esa premisa y de la época en la que se ambienta su historia por supuesto.
Entre el casting de voces encontramos nombres muy conocidos del género, en mi caso, mi pase para la prensa fue en versión original, y se aprecia la gran labor con esos marcados acentos de las islas británicas en la tribu de cavernícolas, en contraposición al florido acento con timbre francés de Lord Nooth. En su versión original esta película tan bien doblada ha contado con actores famosos que ya han prestado sus voces varias veces en series, películas de animación o videojuegos. El personaje de Doug que dobla Hugo Silva en castellano lo dobla Eddie Redmayne en el Reino Unido, al de Val con voz Chenoa en España tiene a la famosa Arya e Juego de Tronos, voz Maisie Williams, y al del villano de la función, Lord Nooth, le pone su característico timbre de voz Mario Vaquerizo en su versión española frente al interprete Tom Hiddleston conocido por los fans de los superheroes por su interpretación de Loki.
Nick Park se acaba de estrenar como director en solitario en el cine, aunque para muchos quizá esto sea una sorpresa. En sus anteriores trabajos estuvo acompañado de Peter Lord. Le ha salido un largometraje muy inglés y muy futbolístico. La historia que ha creado es algo convencional, dentro de los clásicos relatos de superación y de trabajo en equipo. Es tan cálida, hogareña y distintivamente británica como una taza de caliente, dulce, té con leche en un día lluvioso.
En otras palabras, de acuerdo con la actitud nostálgica que impregna todos los aspectos de la película, el mensaje de los autores es que las cosas eran mejores en los viejos tiempos, en relación con el fútbol y los valores de la comunidad cuando menos, cuando no todo se trataba dinero y materialismo y todos trabajaron juntos como un equipo. No es casualidad que las camisetas rojas y los pantalones cortos blancos (uniforme de equipo) que llevan los canteros evoca al equipo de Inglaterra en la final de la Copa Mundial de 1966, posiblemente la mejor hora futbolística de la nación.
Todo ello aderezado con su habitual ingenio y con la magistral habilidad de las manos de los animadores de de los estudios de animación Aardman. La plastilina de sus personajes y el CGI de sus fondos nos sumerge en una simpática era de caza y artilugios de cobre.
Conclusiones de Cavernícola
Park y su equipo de animadores se han casado con la forma y la función emparejando el método stop-motion, una técnica tan antigua como el cine, con una historia sobre una tribu de habitantes de cuevas neandertales confrontados por colonizadores de la Edad de Bronce con acento europeo. (¿Alguien ve en ella la alegoría oculta del Brexit?) Al final, todo se resuelve a través de un juego de fútbol, pero aunque la película no es redonda como un balón, sí que tiene todos los requisitos para ser considerada mucho más que amena.