Crítica: Interstellar

Pues sí, lo nuevo de Nolan está en nuestras carteleras y no hemos podido dejar de ir al estreno de esta nueva aventura intergaláctica que no deja indiferente a nadie. Acción, aventuras y drama se dan la mano en “INTERSTELLAR”

Sinopsis:

Al ver que la vida en la Tierra está llegando a su fin, un grupo de exploradores, liderados por el piloto Cooper (McConaughey) y la científica Amelia, (Hathaway) se embarca en la que puede ser la misión más importante de la historia de la humanidad y emprenderán un viaje más allá de nuestra galaxia, en el que descubrirán si las estrellas pueden albergar el futuro de la raza humana. (FILMAFFINITY)

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Lo de Christopher Nolan y su trayectoria como director/guionista no tiene calificativos. Desde que dirigió la impactante “Memento”, se situó en la cima de directores que iban a dar mucho que hablar en años venideros, y este no defraudó a nadie con su posterior “El truco Final”, su trilogía de “El Caballero Oscuro” y  la realmente espectacular “Origen”.

En INTERSTELLAR lo vuelve a hacer, vuelve a cimentar una base física/científica y posteriormente construye con unos pilares sólidos una magnifica historia de ciencia ficción donde, no solo sus efectos especiales son increíblemente buenos, sino que la música de su amigo Hans Zimmer hace que seamos capaces de viajar con ellos a través del espacio tiempo de una manera increíble e incluso mágica.

Mathew McConaughey (True Detective) logra emocionarnos con su papel de padre del año y hace que el dúo con Anne Hathaway (Los Miserables) sea impecable, todo ello sin menospreciar a la grandísima Jessica Chastain (La noche más oscura) que no hace más que dar esa puntilla de clase a este elenco perfectamente estudiado.

Pese a su extenso tráiler, la película sorprende de manera inimaginable. Es una cinta de esas que gusta ver una y otra y otra vez incluso con una libreta y lápiz para coger apuntes, ya que, no solo su guión es impecable en lo que la gravedad afecta a la percepción del tiempo, sino que sus diálogos, ya sea entre científicos o entre padre e hija, son dignos de recordar. Mucho he leído sobre sus 160 minutazos de metraje pero soy de los que opinan que si algo se quiere contar como es debido son necesarios minutos de información útil imprescindibles para estructurar una buena historia.  

Uno sabe que una película es buena cuando, al salir del cine, no puede parar de hablar de ella, ya sea para intentar convencer a todos los indecisos de verla o para si al explicarla, consigue desenmarañar aún más ese estupendo guión que no hace más que añadir más dudas sobre que hay más allá de un agujero negro y de si estamos solos en el universo (3 días después sigo dándole vueltas).

Puedo decir, sin duda alguna, que es la película del año junto a “Perdida” de David Fincher. Interstellar hace que Gravity (pese a su excelente dirección de la mano de Alfonso Cuarón), Sunshine, Horizonte Final, y un largo etcétera de aventuras espaciales, sean meramente superficiales en su desarrollo. «Interstellar» va un paso más allá, haciéndonos pensar sobre  la profundidad del universo y los planos que éste tiene.

Puede que lo que Nolan nos cuenta sea un 1% real, 99% ciencia ficción, pero lo que sí está claro es que le gusta jugar con el espectador haciendo que todo parezca tan real que incluso de miedo. A Christopher le encanta ponernos a prueba, ya lo hizo con “Origen” y su inclusión en el mundo de los sueños, lo hizo en “El truco Final” con su duelo épico de magos y lo ha hecho con viajes interestelares este año. ¿Se ha convertido INTERSTELLAR en un clásico instantáneo de la ciencia ficción? Yo lo tengo muy claro.

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