Ayer tuvimos la suerte, o mejor dicho, la desgracia de ver LOS MERCENARIOS 3, la tercera entrega de una saga que empezó más como una broma entre antiguas estrellas del cine de acción y que han sido capaces de llegar a realizar una trilogía.
Sinopsis: Gira en torno a la aparición de Stonebanks, el otro fundador del grupo conocido como Los Mercenarios, en la vida de Barney. Sus caminos se separaron cuando este se convirtió en traficante de armas, por lo que Barney se vio obligado a intentar matarle. Los Mercenarios se enfrentarán a este villano mientras se debaten entre las viejas y las nuevas tácticas de combate. (FILMAFFINITY)
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Esta crítica, y muy a mi pesar es más destructiva que constructiva, ya que durante todo su metraje es verdad que apenas se aportan nuevas ideas y locuras que no hayamos visto en Los Mercenarios 1 y 2. Es un «popurrí» de lo ya visto pero no solo en sus momentos de acción, sino en efectos especiales (denunciablemente cutres), en su historia y en situaciones absurdas que realmente hacen que el espectador sienta vergüenza ajena.
El único punto positivo de esta cinta es la inclusión en el grupo mercenarios de Wesley Snipes y de Antonio Banderas, cosa que me extrañó muy mucho ya que mi primer pensamiento al verlo en el reparto fue: -¿Qué hace él ahí?- ; Pero sí, ha hecho que cambie de opinión y aplauda su actuación y sus chistes durante la mitad de su metraje, pareciendo más Woody Allen en sus conversaciones y tono a la hora de hablar que un soldado a punto de entrar en acción.
Es bastante triste que si sus dos anteriores entregas son de una marcada SERIE B y funcionaron bastante bien, ésta intente ser mucho más seria, incluyendo sentimientos muy artificiales y un guión que no puede dar más de sí, haciendo que su conjunto global se deje ver pero siendo muy deficiente en todos sus sentidos. Al menos tenemos un “villano” (que no cae mal) encarnado por Mel Gibson, que lo único que hace es subir el listón de calidad de la película al aprobado.
Patrick Hughues (no lo conocía hasta el día de ayer) ha demostrado que no sabe dirigir cintas de acción, usando unos movimientos de cámara bastante torpes en sus escenas de acción, incapaz de transmitir tensión y unos planos inútiles de la cara de Sylvestre Stallone estáticos que no llevan a ningúna parte.
Otro punto salvable es la música de Brian Tyler, que nos tiene acostumbrados a entretenidas bandas sonoras como nos demostró en Rambo, Fast & Furious o Ironman3.
CONCLUSIÓN
En esta tercera parte de los Mercenarios sobra mucha gente, de hecho diría que sobran todos menos Mel Gibson pero para no ser tan duro diré que solo sobran la “nueva camada” de Machotes y Machota que son bastante inútiles en pantalla y que, si hubiese una cuarta parte (no creo) espero que no salgan nunca más.
Mercenarios, cobrad y dedicaos a hacer proyectos cada uno por separado, os irá mucho mejor.