Dead Island salió en septiembre pero el Departamento de Medios Dañinos a las Personas Jóvenes de Alemania no había logrado prohibirlo hasta ahora.
«No es algo inesperado», dicen desde Techland, los desarrolladores del juego a Eurogamer. «Alemania tiene regulaciones únicas en lo referente a videojuegos y violencia y la industria debe aceptarlas.»
«Tanto Techland como Deep Silver estaban informados sobre esta posibilidad desde el principio.»
El juego ha entrado en la «Lista B» de la organización, donde normalmente se encuentran juegos que muestran «tortura extrema o contenido Nazi».
Las razones exactas de la prohibición no se han hecho aún públicas.
[Vía Kotaku]