Hoy vamos a cambiar un poco nuestro estilo habitual y es que hemos creído que la inclusión del nigromante en Diablo 3 no nos daba para un análisis lo suficientemente extenso, por lo que vamos a daros nuestras impresiones finales de este parche que nos trae algunas cosas interesantes. Lo haremos intentando responder una pregunta fundamental: ¿merece la pena comprarlo?
Tras un buen número de horas jugando con el nigromante podemos comenzar a hablar con él con mucho mayor peso de lo que hicimos la última vez ,y es que ya no estamos con habilidades en el aire o que podían ser susceptibles de cambios. Blizzard ya ha lanzado la expansión hace unas semanas y hemos podido ver cómo se comporta en cualquiera de sus facetas, demostrando que es uno de los personajes más versátiles que hemos podido ver en Diablo 3.
Versatilidad ante todo
Tanto si queremos ir desde lejos como a media distancia o incluso a melé, tenemos en el Nigromante una de las mejores herramientas para hacerlo y es que, tal y como suele pasar con las expansiones de los videojuegos y las nuevas categorías que se introducen, está un poco desequilibrado con respecto al resto. Con tan solo una buena cantidad de horas hemos podido conseguir llegar a Grandes Fallas de nivel 70 y poder hacerla sin problema ninguno, llegando a ver daños de más de 350.000 millones. Pero la cosa no se queda aquí y es que si llevamos más lejos el personaje podremos llegar sin muchos problemas a ver billones (sí, no nos referimos a miles de millones como se suele errar al traducir del inglés, hablamos de millones de millones).
Con el Nigromante del Diablo 3 tendremos tres sets de armaduras bastante diferenciados entre ellos: dos cerrados, teniendo que utilizar un juego de habilidades casi fijo si queremos sacarle el máximo provecho, y el otro mucho más abierto aunque igual de efectivo sino más.
Si estáis pensando que el Nigromante es un caster y que a melé puede llegar a sufrir, nada más lejos de la realidad y es que entre nuestro set favorito nos encontramos con un personaje que resiste golpes como nadie, llegando a los 400 millones de aguante sin mucha dificultad, realizando al mismo tiempo daños increíbles. A nosotros desde luego nos ha sorprendido y muchísimo, dejando en un lugar muy secundario el resto de extras que nos llegan con la expansión, como son los dos slots más de personaje, los espacios en el baúl y las nuevas zonas destinadas a la historia de este personaje.
Uno de los grandes problemas que vimos durante la beta del Nigromante la encontrábamos con la especialidad de pets y es que nos encontrábamos casteando constantemente esqueletos magos para poder llegar a un daño decente (os recordamos que con este set, nuestros minions ganaban un 250% de daño por cada esqueleto mago invocado, hasta un máximo de 2.500% a los 10). Esto nos dejaba con poco más que hacer que estar intentando todo el rato invocar esqueletos magos y recuperar el maná, algo que ha sido corregido poco después del lanzamiento oficial del parche 2.6. Ahora cada uno de estos esqueletos magos nos dará un 625%, hasta un máximo de 2.500% a los cuatro, lo que lo hace todo mucho más sencillo (quizás demasiado).
Conclusiones finales de la expansión del Nigromante de Diablo 3
Fieles al estilo de la mayor parte de compañías que, por encima de todo, quieren que su trabajo se vea recompensado con muchas ventas, Blizzard pone en nuestras manos un nuevo personaje todoterreno, con el que podemos ser la mejor categoría a melé o caster. Esto hace que el resto de las anteriores se vean un poco denostadas o que, por el contrario, si jugamos con otros nigromantes, nos sintamos en inferioridad con cierta facilidad.
Al principio os decíamos que responderíamos a si merece la pena la compra de la expansión, y lo cierto es que no podemos decir más que un rotundo sí, siempre y cuando el dinero no sea un problema. Estamos ante un título que siempre nos puede dar horas y horas de juego, que da igual si somos jugadores experimentados o recién llegados, jugar con él es muy sencillo y nos permite llegar a cotas que antes era complicado.
