Os traemos el análisis de uno de esos spin-off que buscan darle un giro a grandes sagas otorgándoles una jugabilidad totalmente distinta a la suya, dándonos así una nueva perspectiva del título original. De la mano de Omega Force y Koch Media llega Dragon Quest Heroes, la nueva apuesta basado en la popular franquicia de rol que ahora llega al género musou siguiendo los pasos de juegos como The Legend of Zelda y su Hyrule Warriors.
A golpe limpio
Dragon Quest siempre ha sido una de las sagas más míticas del JRPG, y es por esto que este cambio tan radical nos hizo desconfiar del resultado final de esta propuesta cargada de acción y golpes.
Dragon Quest Heroes se aleja mucho de la esencia habitual de la franquicia, así que, aunque hayamos jugado a los juegos anteriores no necesariamente nos tiene que gustar este, es más, si somos fans precisamente suframos el efecto contrario y nos pongamos más quisquillosos con la carencia de profundidad y los toques roleros demasiado difusos.
Lo primero, reiteramos que estamos ante un género musou, por lo que han desaparecido totalmente los combates por turnos dejando paso a centenares de enemigos a los que aporrear mediante combos. Como de costumbre los escenarios son amplios, aunque se ha perdido la capacidad de exploración y rejugabilidad de zonas, las cuales únicamente volveremos a explorar si lo requieren en alguna de las misiones secundarias que nos ayudarán a subir de nivel, o bien para recolectar las minimedallas que obtendremos siempre que cumplamos una serie de logros y objetivos.
Un Dragon Quest solo de nombre
Nuestro equipo estará formado por cuatro personajes, los cuales van siempre juntos, provocando que la mayoría de las situaciones se resuelvan de forma muy similar, algo a lo que hay que unirle que muchos de los territorios son bastante monótonos y muy iguales entre sí. Además están escasos de enemigos, sobre todo cuando estamos en espacios interiores en los que la magnificencia del género musou desaparece.
Eso sí, aunque perdamos lo fundamental de la saga, los chicos de Omega Force no han olvidado la esencia básica, y es por ello que Dragon Quest Heroes está lleno de referencias, tanto en personajes como en escenarios e historia, a Dragon Quest. Esto acaba convirtiendo a este Heroes en un juego hecho para los fans y es que aunque no sea imprescindible conocer los hechos anteriores, la verdad es que se disfruta mucho más si eres seguidor de la franquicia.
En definitiva, Dragon Quest Heroes resulta divertido y muy adictivo, puesto que su sistema invita a terminar una misión tras otra gracias a su frenética jugabilidad. Sin embargo, a lo largo del buen número de horas que nos ocupará acabarlo, nos planteamos decenas de elementos que mejorar y sobre todo, tenemos la sensación de que pudo ser un título muy grande y que se queda corto por muchas carencias.
Una tradición visual
La saga Dragon Quest siempre ha sido un referente de su género en cuanto a diseño se refiere, y es que muy pocas producciones pueden vanagloriarse de tener a un genio como Akira Toriyama a cargo de sus dibujos. Pues bien, en Dragon Quest Heroes se han plasmado todas esas virtudes y el juego luce realmente bien. Es más, el hecho de ser un juego tipo musou le ha dado la posibilidad de diseñar de forma excelente a las nuevas hordas de enemigos que nos atacarán.
En cuanto a los entornos, estos son tan bonitos y coloridos como de costumbre, aunque bien es verdad que el hecho de que no sean lo suficientemente grandes y que resulten repetitivos hace que pierdan gran parte de su magia y de la esencia de la saga.
Respecto al apartado sonoro, la banda sonora cumple de manera muy gratificante y ha sido adaptada al frenetismo del género musou, por lo que va como anillo al dedo a la aventura. Además contamos con textos totalmente en español, por lo que no tendremos ningún tipo de problema a la hora de comprender la historia.
Conclusiones Dragon Quest Heroes
El género musou está más de moda que nunca, y es por esto que las grandes sagas quieren aprovecharse de esto para dar un lavado de cara y ver la aceptación que tiene entre los fans. Ahora es el turno de un Dragon Quest que quizás haya sacrificado demasiado de su base para introducirse en un género menos complejo y basado en el aporreo de botones.
El título es divertido, adictivo y está repleto de guiños a los fans, sin embargo creemos que se pudo haber hecho más e implementado más elementos roleros para hacer de él una experiencia mucho más redonda. Evidentemente si te gusta el género y la saga lo vas a disfrutar, aunque queda mucho camino por recorrer de cara a una secuela.