Hace doce años que el equipo de Capcom nos trajo el primer Dragon’s Dogma. Este título de rol de estilo más occidental se convirtió en todo un juego de culto para una comunidad de jugadores, consiguiendo superar los 8 millones de unidades vendidas entre el original y reedición con la expansión Dark Arisen. Estos fans quedaron cautivados por una propuesta que juntaba varias ideas para ofrecer un juego muy original, que destacaba por una exploración un tanto desconcertante pero a la vez inspiradora para aquellos que se embarcaron en su mundo. Después mucho tiempo sin demasiadas esperanzas de poder ver una secuela, la compañía japonesa anunció hace un par de años una nueva entrega y, en este 2024, Dragon’s Dogma 2 se convirtió en uno de los juegos más destacados de principio de año. Tras unas semanas poniéndonos en la piel del Arisen, gracias al equipo de Plaion, os dejamos nuestro análisis de la versión de PlayStation 5.
De nuevo en la piel del Arisen
En este Dragon’s Dogma 2 la trama se plantea de la misma forma que lo hacía en la primera, aunque se tratan de historias completamente separadas que se desarrollan en el mismo universo. Para aquellos que no hayan jugado anteriormente, nos ponemos en la piel del Arisen, una persona a la que un dragón le roba literalmente el corazón (no es una metáfora amorosa) y eso le otorga una serie de poderes y privilegios. El juego nos llevará en una aventura donde tendremos que adentrarnos en una búsqueda de esta feroz criatura mientras recorremos este mundo de fantasía. Pero, al mismo tiempo también viviremos una serie de tramas políticas al más puro estilo de Juego de Tronos. Y es que convertirse en el Arisen también te hace gobernante de estas tierras. Pero, tras tu presentación como elegido por el dragón, los anteriores gobernantes comenzarán un complot para intentar que no accedas a la posición que te pertenece. Esto provocará el comienzo de intrigas políticas, decisiones complicadas y una serie de personajes que se pondrán en tu contra o a favor.
Aunque hay una buena cantidad de escenas y bastantes diálogos, hay que decir que la trama de este Dragon’s Dogma 2 no es demasiado importante. Y es que el juego lo usa como hilo conductor para llevarnos a explorar un mundo bastante amplio y lleno de peligros.
Además de las misiones principales, también podremos encontrar una buena cantidad de misiones secundarias mientras vagamos por los pueblos, ciudades o caminos de este reino. Muchos personajes tendrán tareas para nosotros, que van desde llevarle algún objeto, acabar con monstruos o encontrar a una persona desaparecida. Estas tareas nos ayudan a perdernos por los lugares más recónditos de este mundo y descubrir alguna que otra historia bien contada. Pero estas, serán totalmente opcionales, y en algunos casos podemos llegar a perderlas aun teniendo intención de completarlas. Y es que las misiones tendrán múltiples desenlaces o limitaciones de tiempo. El mundo de Dragon’s Dogma 2 se siente vivo y no solo por la cantidad de criaturas que nos esperan en cada esquina. Las misiones pueden acabar en desastre aun cuando nuestra intención sea buena, o recodarán cuando ayudas o traicionas la confianza de un personaje.
Curtido en mil batallas
Una de las características principales de este Dragon’s Dogma 2 son los peones. El Arisen tiene el poder de invocar unos personajes para que le acompañen durante su aventura. El peón principal, que tendremos que crear nosotros mismos con el fantástico creador de personajes del juego, y otros dos adicionales que podremos contratar, ya sea creados por otros jugadores o por la propia Capcom. De esta forma, nuestros viajes serán en un grupo de cuatro personajes, que nos ayudarán en el combate, nos conseguirán objetos y nos amplían el inventario haciéndoles cargar con cosas. Este interesante sistema mantiene la esencia de un juego cooperativo, sobre todo si hacemos un grupo variado en cuanto a clases, pero con personajes manejados por IA. Y, aunque por lo que general está bien, en algún caso la IA de estos personajes nos hace pasar malas jugadas, como al caerse por un precipicio.
Además, el sistema de peones se ha mejorado en relación con la primera entrega. Y es que, ahora los peones podrán ofrecernos algún consejo, guiarnos hasta el objetivo o incluso avisarnos de la ubicaciones de algún cofre. Además, nuestro propio peón podrá unirse a la aventura de otros jugadores, lo que le aportará alguna recompensa.
El mundo de Dragon’s Dogma 2 está repleto de criaturas dispuestas a acabar con nosotros. Los caminos están llenos de todo tipo de enemigos, desde grupos de goblins o lobos hasta criaturas peligrosas, como cíclopes o grifos. Por ello, tendremos que combatir bastante a lo largo del juego. Por esto, tendremos que elegir una de las vocaciones, como se llaman las clases disponibles para el combate. Tendremos a nuestra disposición vocaciones como luchador, mago, arquero o ladrón, además de variaciones híbridas y otras únicas que podremos desbloquear a medida que avanzamos. Cada una de estas clases cuenta con su propio set de arma y equipamiento, así como habilidades desbloqueables. Es un sistema de clases bastante completo, además podremos reiniciar la vocación y habilidades conseguidas, por lo que no tendremos problemas a la hora de probar.
El combate es una versión intermedia entre lo que podría ser un souls y un hack & slash, un poco al estilo Monster Hunter. Este es bastante intenso y extremadamente físico, obligándonos a colocarnos en posiciones seguras para atacar, y aun así acabaremos volando por algún golpe. Donde más destaca el combate es contra jefes y otros enemigos de mayor envergadura. Y es que podremos encontrar criaturas gigantescas que nos obligarán a hacer uso de tácticas especiales y, como ya pasaba en la primera entrega, del sistema de agarres. Y es que para acabar con enemigos grandes tendremos que encaramarnos a ellos para alcanzar los puntos débiles, siendo en algún caso la única opción si no queremos que el combate se alargue demasiado. También podremos usar enemigos más pequeños para usarlos como arma al lanzarlos contra otros. Esta mecánica, sobre todo en un primer momento, puede hacerse muy tosca y difícil de aprovechar, pero cambia a medida que vamos cogiéndole el truco.
El combate contra algunos monstruos es desafiante. Y aquí está uno de los puntos fuertes del juego, ya que los enemigos difíciles al comienzo lo siguen siendo aunque hayamos avanzado. La emoción y el espectáculo de las batallas a las que te enfrentas nunca perderán su brillo.
Caminante, no hay camino, se hace camino al andar
Cuando dijimos que nos esperan muchos monstruos en nuestra aventura no era una exageración. No solo es por la cantidad de enemigos, sino que esto se ve acentuado las limitaciones a la hora de hacer viaje rápido. Para estos tendremos que usar un objeto consumible que no será muy común, por lo que nos toca caminar muchísimo para realizar las misiones. Esta decisión de diseño puede llegar a cansar a algunos jugadores, no solo por tener que caminar largos trechos sino que también tendremos que planificar bien nuestro trayecto. Y es que los personajes se cansan y nos tocará descansar en algún momento o arriesgarnos a combatir con la barra de salud y energía reducidas. A esto tenemos que sumarle que, para descansar, tendremos que tener un objeto en el inventario que nos ocupará buena parte del espacio, por lo que la gestión de este aspecto no será fácil. Aunque intentemos centrarnos en las misiones principales, en muchos casos nos esperan horas “perdidas” con batallas improvisadas, emboscadas y caminos tortuosos.
A nivel gráfico, este Dragon’s Dogma 2 no es un portento ni mucho menos. Aun así, el equipo de desarrollo ha conseguido crear un mundo muy bonito y con personalidad. Las ciudades y pueblos tienen atmósfera única, y las cavernas y los bosques oscuros llegan a intimidar pensando en que un monstruo puede llegar para acabar con nosotros. En donde si han explotado los recursos del RE Engine es en ofrecer una distancia de dibujado muy amplia, algo que es de agradecer en este juego que basa su experiencia en la exploración, todo ello sin pantallas de carga de ningún tipo. El juego funciona únicamente a 30 fps y aunque podremos encontrar alguna caída ocasional en batallas muy intensas, por lo general es bastante estable.
Conclusión de Dragon’s Dogma 2
La saga de rol regresa con una propuesta centrada en el mundo abierto, con multitud de combates y criaturas sorprendentes. Esta nueva entrega mejora todo lo visto en el original, ofreciendo una experiencia similar pero con un mundo más grande, un combate mejorado y manteniendo una sensación repleta de tensión y emoción. Los veteranos de la saga podrán disfrutar enormemente de esta aventura tras 12 años de espera. Pero, este juego de rol puede no ser lo más apto para los jugadores noveles. Y es que puede llegar a ser un poco frustrante y desconcertante, al ofrecer una experiencia que se basa en explorar el mundo, muchas veces sin objetivos claros. La casi ausencia de viajes rápidos y lo tortuoso del camino puede hacer que algunos jugadores se cansen antes de cogerle el gusto.
Conclusiones
Dragon's Dogma 2
La saga del juego de Capcom regresa con una versión más grande y mejorada de la primera entrega. Un juego que los fans no se pueden perder.
PROS
- Un mundo gigantesco
- Repleto de enemigos, algunos de ellos imponentes
- El combate y los peones
CONTRAS
- Puede hacerse algo cuesta arriba para algunos jugadores
- Si esperas una historia importante, aquí no la encontrarás
Dragon's Dogma 2 Precios
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