Hoy en Game It os traemos el análisis del nuevo título de una de las sagas más prolíficas de los últimos años. Gracias a Omega Force y Tecmo Koei os presentamos Dynasty Warriors 9, la última entrega de la franquicia del género musou.
Cuando un juego lleva tanto tiempo en la palestra no le queda otra que renovarse, pero sin perder la esencia original, o morir, y es que, tras tantas ediciones, al final es inevitable que exista el riesgo de caer en la repetitividad y en el aburrimiento.
Es por ello que este noveno título de la saga principal incluye importantes novedades que lo renuevan, pero sin olvidarse de que en realidad es un musou y que las hordas de enemigos y las muertes masivas tienen que estar presentes.
Un mundo que se abre
Una vez más Dynasty Warriors nos coloca en el contexto de la Guerra de los Tres Reinos, aunque en esta ocasión el título comienza con la rebelión de los Turbantes Amarillos, evento que da origen a una guerra en la que no faltarán traiciones, batallas y en las que se enfrentarán hasta 80 personajes históricos que irán apareciendo según vayamos avanzando.
Todo esto, como es ya marca de la casa, se sitúa en universo que mezcla sin ningún pudor fantasía y realidad, pero que, al final está tan bien montada, que acabamos creyéndonosla de alguna manera.
Sin embargo, todo esto acostumbraba a quedar algo eclipsado por un diseño bastante pasillero y que limitaba demasiado el concepto de conquista o de gran guerra. Pero inteligentemente los chicos de Omega Force han decidido dar una vuelta de tuerca y convertir este Dynasty Warriors 9 en un sandbox de mundo abierto que podremos explorar hasta aburrirnos.
Aunque ya los últimos títulos de la saga comenzaban a introducir las misiones secundarias y escenarios de batalla bastante amplios, ahora esto se ha llevado a un nuevo nivel con un territorio que tardaremos en recorrer de una punta a otra más de tres horas si lo hacemos a caballo.
Este gran mundo estará dividido en varias regiones que tendremos que visitar para completar la historia principal, aunque sobre todo en busca de misiones secundarias que serán indispensables si queremos mejorar las aptitudes y estadísticas de nuestros guerreros, además de para hacernos con objetos y mejoras del equipamiento tales como gemas que aumentarán las estadísticas de la vestimenta y las armas.
Todo este mapa está realmente bien hecho y ofrece una gran diversidad orográfica y de hábitats, ya que nos encontramos desde frondosos bosques, cuevas, grandes mesetas… Además, a todo esto, hay que añadirle que el juego cuenta con ciclo de día-noche, algo que añade más diversidad si cabe a la aventura.
Una nueva forma de luchar
Aunque la principal novedad sea situar el título en un contexto de mundo abierto, esta no es ni mucho menos la única, y es que el sistema de combate de la saga ha sufrido cierta renovación, que, aunque no es revolucionaria, sí que incluye nuevas mecánicas que le añaden profundidad.
Lógicamente el juego sigue siendo un musou muy claro, por lo que la idea será matar hordas de enemigos bastante inútiles que llegan sin cesar pero que son el preludio de rivales más duros que marcarán la consecución de misiones, y que en esta ocasión sí que supondrán un reto mayor.
Como es habitual, cada personaje contará con su propio set de movimientos, algo que añade una buena variedad y motiva a probarlos a todos. Los elementos más básicos del combate se han mantenido, siendo posible asestar golpes rápidos junto a otros más contundentes que nos permiten enlazar combos, ejecutar ataques especiales una vez tenemos cargada la barra correspondiente…
Sin embargo, Dynasty Warriors 9 ha añadido novedades a lo clásico, como por ejemplo los Trigger Attacks, que nos permiten lanzar por los aires a nuestros enemigos (Launch Attacks), noquearles (Fell Attacks) o incluso paralizarlos durante un breve periodo de tiempo (Stun Attacks). Por otro lado, también encontramos los Reactive Attacks, unos movimientos basados en la situación de nuestros adversarios, y que provocarán consecuencias tan dispares como contratacar, quebrar su defensa, o incluso movimientos finales, a los que se le añade la opción de ejecutar un movimiento superespecial con consecuencias devastadoras.
Además de esto, esta última entrega ha añadido el uso de un gancho para poder alcanzar lugares a distintas alturas, así como trepar paredes y muros. Esto, aunque no está perfectamente implementado, al final añade una pequeña novedad que siempre es bienvenida.
Con el motor recién cambiado
Tras tantos años en el mercado, y al haberle implementado estas mejoras, parecía muy necesario que la franquicia decidiese implementar un nuevo motor, ya no solo para ser capaz de introducir un mundo tan extenso, sino que la saga también pedía a gritos una mayor calidad gráfica.
Gracias a esto podemos disfrutar de texturas más nítidas en los fondos, personajes más realistas, mejor iluminación y una mayor estabilidad general. Además, si sois poseedores de una PS4 Pro o Xbox One X, podréis jugar a 4K (no nativas) y 30fps, o 1080p y una tasa cercana a los 60fps.
Aunque la mejora es notable, el estreno de un motor siempre es conflictivo, por lo que todavía se podrían mejorar animaciones, especialmente la del gancho o alguna de las faciales, o incluso las transiciones entre ellas. Con todo y con eso el resultado es notable.
Por último, lo que sí ha sufrido pocas variaciones es el apartado sonoro, con una BSO tan épica como siempre, y unos doblajes magníficos. Sin embargo, sí que hay una importante novedad, y es que el título cuanta ahora con una gran traducción al español de los textos.
Conclusiones Dynasty Warriors 9
La última entrega de la saga de Omega Force y Tecmo Koei ha llegado con sorpresas muy gratas para los fans de los musous, e incluso para aquellos que no habían tenido demasiado en cuenta el género hasta ahora.
El salto desde el anterior juego ha sido notable, y la introducción del mundo abierto, el incremento de la libertad de acción y los añadidos al combate, además de ser una evolución lógica, le ha sentado de maravilla a la emblemática franquicia.
Todas estas mejoras tapan los pequeños fallos en las animaciones y en una inteligencia artificial bastante limitada, dejándonos un resultado final realmente bueno, muy cercano al sobresaliente, y que seguro marcará un interesante punto de inflexión en la saga.