Entre 2009 y 2011 el escritor norteamericano James Dashner publicó la trilogía de El Corredor del Laberinto formada por tres novelas del género de aventuras e intriga en un futuro distópico y postapocalíptico: The Maze Runner, The Scorch Trials y The Death Cure. Poco a poco los tres libros fueron alcanzando gran popularidad entre el público adolescente con lo que la saga terminó convirtiéndose en un éxito de la literatura juvenil, con varios millones de ejemplares vendidos en todo el mundo en vista de lo cual Dashner escribió también una precuela, The Kill Order, donde narra lo sucedido antes del primer libro.
Se trata de productos idóneos para su adaptación cinematográfica por lo que la productora 20th Century Fox adquirió los correspondientes derechos y estrenó en 2014 la primera película, El Corredor del Laberinto, con la participación como guionista del propio James Dashner y Wes Ball como director en lo que fue su primer largometraje. El filme se convirtió rápidamente en un gran éxito de taquilla con una recaudación muy por encima de su presupuesto, con lo que quedaba garantizada la continuidad del proyecto para la producción completa de la trilogía. De esta manera el 18 de Septiembre, distribuida por 20TH Century Fox y coincidiendo con su estreno en USA, nos llega a España esta esperada segunda parte, y para principios de 2017 está previsto el estreno de la tercera.
Aunque resulta obvio, a no ser que el espectador quiera perderse en su propio laberinto mental, lo primero que hay que tener en cuenta es que para entender y disfrutar de esta secuela es muy conveniente y hasta imprescindible haber visto la primera, de modo que el filme no sería apto para kamikazes aventureros que van a ver segundas partes sin haber visto las primeras. La acción comienza inmediatamente después de que Thomas y sus amigos abandonen el laberinto, justo al final de la primera parte. Los jóvenes han sido rescatados por un grupo que parece ser contrario a la organización CRUEL y que se supone que les va a preparar para enviarlos a un lugar idílico. En ese nuevo emplazamiento descubrirán que su laberinto no era el único y conocerán a otros chicos que habían pasado por su misma situación, entre los que se encuentra el joven y desconfiado Ari. Gracias a él Thomas advertirá pronto que realmente siguen estando cautivos y cuáles son las secretas intenciones de quienes aparentemente les protegen. A partir de aquí buscarán escapar y llegar a las montañas, donde suponen se encuentra la auténtica resistencia a CRUEL. En ese camino deberán de sortear cientos de obstáculos y hallarán desagradables sorpresas, aunque también encontrarán nuevos amigos.
Llamará la atención a los lectores de la obra literaria que esta segunda parte se desvincula bastante de la novela en la que se inspira, suprimiendo situaciones e introduciendo elementos que no están en el libro original. Esto desconcertará a muchos pues como ha llegado a reconocer el director Wes Ball, la película se desliga bastante de la novela si bien todo volverá a su estado original en la tercera parte de la saga, La Cura Mortal, para tranquilidad de los más fieles seguidores de la trilogía.
El Corredor del Laberinto Las Pruebas funciona correctamente como producto de entretenimiento en una línea similar a otros productos como Los Juegos del Hambre. El desarrollo del filme viene a ser una sucesión de episodios de acción trepidante en diversos escenarios que en cierto modo recuerdan a las distintas fases de un videojuego o a los capítulos de la novela en los que se van desvelando aspectos de suspense, a la vez que introducen nuevas intrigas. Estos episodios vienen a ser una amalgama de lugares comunes del cine postapocalíptico desde los veloces, contagiosos y agresivos zombis o mutantes, aquí llamados cranks, al estilo de Resident Evil o 28 Días Después, pasando por las bandas de supervivientes humanos en localizaciones desérticas y paisajes desolados al estilo de Mad Max. De esta forma, salvo quizás en su parte inicial, la cinta pierde cierta originalidad y frescura, que era una de las mayores bazas de la primera parte, en aras de variadas aventuras y escenas de acción más espectaculares.
Uno de los puntos fuertes y más atractivos de El Corredor del Laberinto fue el de la intriga al introducir elementos de suspense sobre las razones que habían provocado la situación a la que se enfrentan los personajes y que poco a poco se van desvelando a la par que se introducen nuevas incógnitas que elevan la curiosidad y la atención del espectador. Este aspecto se sigue manteniendo en esta segunda parte en la que se desvelan algunas claves y se introducen otras incógnitas, pero su larga duración y la mayor atención a las escenas de acción diluyen el efecto suspense y hacen por momentos que la trama y el comportamiento de algunos protagonistas sea más confuso.
Quizás una de estas razones para esta mayor confusión esté en la introducción de muchos personajes nuevos. A la pandilla de amigos protagonistas encabezada por el solvente Thomas (Dylan O’brien) que sigue siendo el líder e hilo conductor y Teresa (Kaya Scodelario), se unirá inicialmente Aris (Jacob Loflan) como personaje revulsivo para provocar la huida inicial. Más adelante aparecerá Brenda (Rosa Salazar), nuevo personaje femenino que sirve para profundizar en el elemento sentimental en el que se debatirá el protagonista. Pero lo más interesante es el mayor lucimiento de los villanos encabezados por la magnífica Patricia Clarkson en el papel de la maléfica Ava Paige, cabeza visible de CRUEL, y la incorporación de Aidan Gillen (inolvidable Meñique de la serie Juego de Tronos) en el rol de Janson. Igualmente destacado y sobresaliente es la del personaje aliado de Jorge, interpretado por Giancarlo Espósito, al que siempre recordaremos por su papel de Gustavo en Breaking Bad.
Conclusiones de El Corredor del Laberinto 2 Las Pruebas
En definitiva, pese a su excesivo metraje y algunos aspectos confusos, el filme cumple sobradamente con su labor de entretenimiento, pero al ser el capítulo intermedio todas las cuestiones fundamentales siguen en el aire. Sólo nos queda esperar a su desenlace en la tercera y definitiva entrega. Seguiremos expectantes
- Lo mejor: el plantel de personajes secundarios, mayor espectacularidad y un ritmo más trepidante hacen de esta película un entretenimiento sólido y ameno.
- Lo peor: su menor originalidad y ser un capítulo de transición que aclara algunas cuestiones pero que introduce confusión en otras y deja muchas incógnitas sin resolver.