El mundo de los videojuegos está sufiendo pérdidas muy dolorosas estos días. Si bien hace unas semanas nos dejaba el gran Hiroshi Yamauchi, hoy le hemos dado el último adiós a un auténtico genio de las historias de espionaje. El escritor Tom Clancy, padre de best sellers de la talla de «La caza del octubre rojo» o «Juego de patriotas», falleció anoche en un hospital de Baltimore a sus 66 años. Durante sus últimos años de vida mostró un gran interés por el mundo del videojuego, y pruebas de ello son las sagas Splinter Cell o Ghost Recon.
Como hemos dicho, Clancy se convirtió con el paso de los años en un auténtico referente del género del espionaje político, muy popular allá por los 90, y Jack Ryan (interpretado por Harrison Ford o Ben Affleck entre otros) su más mítico personaje. Películas como Pánico Nuclear o Peligro Inminente batieron récords en taquilla. Con el paso de los años Clancy fue mostrando interés por la industria del videojuego, que parecía ir viento en popa, y se alió con Ubisoft para regalarnos algunas de las mejores experiencias de acción y espionaje que hemos vivido en consola alguna. Franquicias como Ghost Recon, HAWX, Rainbow Six o Tom Clancy´s Endwar tuvieron gran éxito. Pero, si tenemos que destacar una sola de sus creaciones en el campo del ocio electrónico, sería Sam Fisher. El protagonista de Splinter Cell ha marcado dos generaciones enteras en el género del sigilo y la infiltración, plantándole cara al mismísimo Metal Gear en un emocionante duelo oriente-occidente que se ha prolongado por años.
No conocemos las circunstancias exactas de su muerte, pero sabemos que Clancy aún no se había retirado y seguía trabajando con Ubi de cara a la next-gen. The Division aún no ha sido lanzado oficialmente, y desgraciadamente él no estará aquí para hablar de su titánico proyecto una vez lo tengamos en nuestras manos.
Tom, habrás creado a decenas de personajes impenetrables y duros en todos tus libros y videojuegos, pero hoy todos lloramos tu pérdida. DEP.