Tras cinco días, llegamos al ecuador del Festival, un día subrayado en rojo por la presentación de dos títulos bastante esperados, sobre todo Mi querida cofradía. Una cinta rodada en gran parte en Ronda (Málaga) y que encima cuenta con una directora, Marta Díaz, malagueña también. Mi querida cofradía se ha presentado envuelta en la máxima expectación y ha finalizado el pase entre aplausos. Por si fuera poco, en la abarrotada Sala Rossini donde se dan lugar habitualmente las conferencias, se comentó que la película olía a biznaga; aunque para mí, sinceramente es pronto para dar un veredicto así. Pero, y después de todo, ¿qué tal está Mi querida cofradía?. Pues bien, sin más. Es una comedia blanca, estilista y que huye de las polémicas, evidentemente pone sobre el mantel temas como el empoderamiento de la mujer, la obtusa mirada del machismo y el sin sentido de algunas tradiciones. Todo desde una nobleza excesiva a mi modo de ver. Su protagonista (Gloria Muñoz) raya a gran altura; aunque la que se roba la película es la vecina (Carmen Flores) con los mejores gags.
Recomendable, muy del gusto del público y del Festival, aunque yo no sería tan entusiasta. Marta Díaz hace un buen debut aunque algo tímido.
Duelo de género en Mi querida cofradíaTras Blog (2010), su primer largo; Elena Trapé, sí otra directora, nos presenta Las distancias (Les distàncies) rodada íntegramente en Berlín y con la mayoría de los personajes interactuando en catalán. Otra cinta para leer en el Festival de cine en Español… pero bueno, dejemos de dar la brasa y vayamos a la película. ¿Me gustó? Sí, y bastante. Mantiene al espectador en vilo gracias al enigmático Comas (Miki Esparbé), el guión y como se traslada a la gran pantalla me parece un acierto, a pesar de ser muy teatral por momentos, y el reparto coral está genial, aún alejándose de sus registros más habituales (al menos Esparbé y Alexandra Jiménez). La directora nos propone un examen a la amistad y cómo la distancia influye en esta. Ella sale ganando, al revés que los personajes y su estado de decepción. La película llega de tapadillo, sin hacer el ruido de otras como Mi querida cofradía, pero puede dar la campanada al final.
Reunión de «amigos» en Berlín.Mañana más y no sabemos si mejor, lo que está claro es que te lo contaremos aquí.