Hoy en GameIt os traemos el análisis de una de esas grandes superproducciones que se publicitaron hasta la saciedad y que generaron un tremendo hype entre los jugadores. Como no, estamos hablando de For Honor, el nuevo título de Ubisoft que nos traslada al medievo en medio de batallas multijugador entre samuráis, caballeros y vikingos, y que promete darle un aire renovado al mundo PVP.
Una guerra de aprendizaje
Habitualmente en los juegos con multijugador competitivo la campaña no deja de ser un mero relleno del mismo. Pues bien, For Honor sigue esta misma línea, dejándonos una historia con un interés relativo y que sirve fundamentalmente para dar un sentido a la unión en un mismo territorio de caballeros, samuráis y vikingos.
Durante las aproximadamente nueve horas que dura este modo, iremos descubriendo, solos o en compañía, los orígenes de una tensa disputa entre las facciones. No podemos negar que esta tiene momentos estelares, sobre todo en los jefes finales, sin embargo, en el fondo no deja de ser un extenso tutorial en el que podremos aprender las distintas mecánicas y profundizar en la jugabilidad.
De soldado a capitán
Quizás sea este el punto más destacado de For Honor, y es que Ubisoft ha conseguido implementar una jugabilidad que combina la sencillez en su apartado más básico, con la complejidad si queremos llevar el título a otro nivel.
Con una simple combinación de R1 o R2 + L2 + Joystick derecho seremos capaces de terminarnos el juego e incluso divertirnos y ser decentemente competitivos en el online. Y es que esto servirá tanto para atacar, siempre teniendo en cuenta nuestra barra de energía, como para defendernos siempre que nuestros reflejos y nuestra sincronización sean lo suficientemente buenos. Además tenemos la opción de esquivar, o romper la guardia de nuestros enemigos, movimientos que nos darán una posición ventajosa en determinados compases de la batalla.
Además de esto, en plena batalla contamos con algunas habilidades como el modo venganza, el cual aparecerá si hemos repelido muchos ataques enemigos. También contamos con las proezas, que se trata de características especiales de nuestro personaje que se seleccionan antes de cada partida. Estos van desde curarse tras una ejecución, a potenciar nuestros atributos tras matar a nuestros enemigos.
Modos de guerra
Este es quizás el apartado más escaso de For Honor, y es que el título de Ubisoft apenas cuenta con tres (un cuarto algo distinto) modos distintos, que si bien son muy divertidos, la verdad se nos quedan bastante cortos, además de echar en falta combates más multitudinarios, y es que 4 vs 4 es lo máximo que se nos ofrece. Ahora os detallamos uno a uno cada uno de ellos.
Duelo y Pelea: este es el modo más básico y nos ofrece enfrentamientos de 1 vs 1 o 2 vs 2 al mejor de cinco rondas. Aquí es quizás donde más habilidad se nos exige, y es que los combates son muy directos y tácticos y cualquier fallo nos dejará en la lona.
Dominio: Este es sin duda el modo estrella y el que se asemeja más al multijugador clásico. Aquí tendremos dos equipos de cuatro jugadores que deberán conquistar los tres territorios del mapa. El objetivo primario es llegar a los 1000 puntos, a partir de ahí el equipo rival será vulnerable y no podrá resucitar. Este es probablemente el modo más divertido, y desde luego es ideal para jugarlo con nuestros amigos y formar nuestra propia cuadrilla compenetrada y organizada.
Combate a muerte: dentro de este modo tenemos dos variables, escaramuza o eliminación. El primero consiste en acabar con el otro equipo alcanzando 1000 puntos, mientras que el segundo es muy muy similar al modo duelo, y es que el sistema es exactamente igual solo que con más personajes y con algún que otro potenciador repartido.
Guerra de Facciones: por último contamos con esta especie de Risk en el que nos encontramos ante un mapa con diferentes territorios que son conquistados por caballeros, vikingos o samuráis. Dependiendo del bando que hayamos elegido, deberemos defender nuestras tierras o conquistar el resto mediante la donación de recursos. Al aumentar nuestro dominio, desbloquearemos nuevo equipamiento para nuestra bando y nuestro símbolo gobernará ese terreno.
Es también en este apartado en donde encontramos las dos grandes críticas a la compañía. La primera tiene que ver con el asunto de los micropagos, y es que el juego dispone de ellos y como suele ser habitual, a la larga otorgarán ciertas ventajas a aquellos que pasen por caja. El otro problema tiene que ver con temas técnicos, y es que aún a día de hoy seguimos con problemas de caídas en los servidores, algo que fastidia sobremanera, sobre todo cuando ocurre en el medio de la batalla. Por supuesto no podemos olvidar la siempre polémica conexión permanente, incluso cuando estamos con la campaña.
Un diseño honorable
Sin duda alguna los chicos de Ubisoft han puesto un gran esmero en el diseño de este For Honor, y es que estamos ante el mejor trabaja, junto a Watch Dogs 2, de la compañía. Tanto los personajes, armaduras y armas son fieles recreaciones de las reales, como los entornos están trabajados realmente bien, con un nivel de detalle excelente.
Por otro lado, decir que la BSO de Saunder Jurriaans y Danny Bensi es notable o incluso sobresaliente en muchos de los compases del juego. Esta ambienta muy bien las batallas, al igual que unos efectos de sonido muy logrados. Además contamos con textos y voces, alguna de ellas muy reconocible, en español, y también con una grandísima localización, algo que siempre es muy de agradecer.
Donde si flojea un poco más este For Honor es en el diseño de su interfaz, que la verdad resulta algo caótica y confusa, tanto en el menú principal como en el propio juego.
Conclusión de For Honor
For Honor ha sido uno de los juegos que más hype han generado en los últimos meses, y es que nos ofrecía un concepto relativamente nuevo para el gran público (si que es verdad que hay otros juegos similares pero que no alcanzaron la fama).
Una vez que lo tenemos entre manos nos damos cuenta de que este entusiasmo está justificado «en parte», y es que, a pesar de sus muchas bondades, entre las que destaca su apartado artístico o su jugabilidad, encontramos varios puntos negros como la escasez de modos de juego o su modo campaña que acaban manchando el resultado final.
En definitiva, For Honor es un título divertido, que aporta algo nuevo al mundo multijugador y que es capaz de acoger a aquellos que no son especialmente hábiles con shooters o MOBAs, por lo tanto, a pesar de sus fallos sigue siendo una respuesta muy recomendable.