Corría 2006, año en el que el género shooter recibió el comienzo de una de las franquicias más aclamadas del sector y de Xbox: Gears of War. Un boom sin precedentes, que llegó al mercado revolucionando el género del shooter en tercera persona con mecánicas la mar de atractivas. Ahora, 14 años después, nos topamos con el lanzamiento de Gears Tactics, la última entrega que adopta un nuevo formato dentro de la saga.
Después de títulos tan importantes como Gears 4 y sobre todo Gears 5, la franquicia explora territorio inexplorado hasta la fecha con este lanzamiento. Adaptándose al juego estratégico por turnos al más puro estilo XCOM, una de las mejores series de este género. ¿Gears Tactics hace bien su trabajo? Pues lo veremos en este análisis.
Años antes de la locura
Gears Tactics nos narra los sucesos del planeta Sera 12 años antes de lo ocurrido en el primer Gears of War. Presentando una humanidad que empieza a caer ante la fuerza de una de las mayores amenazas a las que se ha enfrentado, los Locust. Para esta ocasión regresan los tipos cachas con armadura, poniéndonos en el papel del soldado Gabe Diaz, un exteniente coronel condecorado en las Guerras del Péndulo. Acompañado por el comandante Sid Redburn, un Gear veterano al que llevan confiando durante años las misiones de alto secreto de la CGO.
La trama está compuesta por un total de 3 Actos diferentes que a su vez se dividen en 8 Capítulos cada uno. En estos niveles nuestro objetivo es derrotar las innumerables hordas Locust que azotan el planeta, en busca del temeroso Ukon. Un Locust científico que utiliza la imulsión para reforzar sus tropas y crear monstruos aún más poderosos. Sin caer en los spoilers gratuitos, Gears Tactics cuenta con una narrativa interesante que hila muy bien con los acontecimientos de Gears of War.
Su estructura parte de la solución de misiones principales con las que avanzar en el desarrollo, donde empezamos con un arranque muy interesante a la vez que potente. Para notar un pequeño bajón a mitad, que luego vuelve a despegar con buen acierto durante la recta final. Complementando la experiencia, en la propia historia tenemos una buena cantidad de misiones secundarias a completar y aquí es donde radica el mayor problema que acarrea el título.
Para poder avanzar en la historia se nos obliga hacer una cantidad concreta de dichos encargos, al principio algunos son interesantes teniendo importancia para la trama. Pero a medida que avanzamos en la misma estas se vuelven bastante repetitivas. Su falta de variedad a la larga hace que pasen de ser interesantes a una mera repetición obligatoria que completar. Si bien es rescatando a soldados o defendiendo objetivos, estas misiones rompen el propio ritmo del juego por su falta de interés.
Otros juegos del género como el sobresaliente XCOM, también cuenta con una gran cantidad de misiones secundarias pero en este caso, al menos, tenemos una variedad más amplia. No de situaciones porque también llega a hacerse repetitivo, más bien hablo de enemigos como de escenarios. Gears Tactics peca de repetir una y otra vez todos sus mejores elementos, perdiendo rápidamente el factor sorpresa. Al menos nos queda su maravillosa jugabilidad, la verdadera guinda del pastel.
¡Gears, al ataque!
Cuando The Coalition se puso al frente de este proyecto, en lo personal pensaba de todo menos que fuéramos a tener un producto tan redondo como el que finalmente ha sido lanzado. No porque no confiara en el estudio, todo lo contrario, por el hecho de pasar una de las IPs más frenéticas y sangrientas del género shooter al ritmo de la estrategia por turnos. Gears Tactics no es perfecto en este aspecto porque aún tiene bastante margen de mejora respecto a otros de la competencia, pero The Coalition ha hecho un trabajo fantástico con esta adaptación que nos ofrece una jugabilidad completa y llena de posibilidades. Como es costumbre en el género, todo se basa en la elección de movimientos y acciones en diferentes turnos. Donde cada uno de los personajes cuenta con un número determinado de movimientos y habilidades, así como de un rol concreto.
La esencia XCOM está presente en todo momento, bien sea en el sistema de coberturas, movimientos o niveles en el escenario como en las habilidades. Todas las acciones de combate están dictaminadas por el porcentaje de precisión y daño, variables que afectarán para bien o para mal en el desarrollo del enfrentamiento. La sensación de abrumación es una de las ventanas que mejor consigue recrear debido a la abundante presencia Locust en todos los mapas. Haciendo que en más de una ocasión nos replanteemos si lanzar ese disparo del 30% que puede salvarnos la vida, o que simplemente uno de 90% falle en el peor de los momentos.
Las coberturas como los propios niveles del suelo juegan un papel importante, de ellas dependemos de cómo nuestros rivales nos ataquen y de su porcentaje de acierto-error. De la misma manera, para nosotros también son elementos que nos afectan en mayor o menor medida. Sobre todo según a qué clase pertenece nuestro personaje, no es lo mismo ir con una escopeta que con un rifle o francotirador. Esto debemos tenerlo en cuenta para establecer nuestra estrategia y acercar o alejar los Gears del peligro según sea necesario.
Lo bueno de los enfrentamientos es que todos los personajes cuentan con habilidades especiales u objetos que se pueden activar durante la partida. Como es costumbre, cada una de ellas tiene una serie de puntos de gasto así como de turnos necesarios de enfriamiento. Por ejemplo las granadas son muy importantes, con ellas podemos acabar con un gran número de Locust. Pero mucho cuidado, porque también las necesitamos para cerrar los agujeros E del suelo y si no lo hacemos rápido estamos en un serio problema.
Por otro lado contamos con habilidades tanto de apoyo como de combate que recogen la esencia Gears of War a la perfección. Podemos salir corriendo hacia un Locust y desmembrarlo con nuestra cuchilla, o simplemente ensartarlo con la bayoneta. Imágenes en donde no se ha escatimado en recursos ni sangre, pasando a una escena de pura acción donde ver cómo nuestro Gear acaba con la vida del Locust objetivo, sin remordimiento alguno. Elemento para los más puristas de la saga que transforma por completo la pelea, salvándonos en más de una ocasión. Estas acciones requieren de una serie de turnos para volver a activarse, pero de forma paralela tenemos la opción de Ejecutar, que nos permite acabar con un Locust bajo de vida. De esta manera hacemos que desaparezca del mapa y que otro Locust no pueda recuperarlo.
Gears Tactics juega constantemente con nuestra mente, invadiendo con la duda en acciones seguras y haciendo que nos dejemos llevar por la aleatoriedad de la que hace gala. Un mala cobertura o simplemente una decisión mal tomada puede llevarnos al desastre absoluto. Esto se traduce con la pérdida de nuestro Gear, aunque siempre con pequeños matices. Si el personaje es clave para el desarrollo de la trama, se cuenta con hasta tres activadores para revivirlo. Por lo que muy mal debe ir la partida para que esto ocurra.
Mientras si es un soldado aleatorio, de los que contratamos y este muere, podemos ir diciéndole adiós con total seguridad. Este elemento de recuperación no es algo que podamos encontrar en otras obras de la competencia. Ya que, para esta entrega, se ha querido optar por las posibilidades que ya tenemos en la saga Gears of War. Por ende, también contamos con algunas ayudas con las que recuperar vida durante la partida, gracias a la clase Gear de curación.
Gears Tactics es un juego de estrategia, por tanto ir con cuidado debe ser nuestro objetivo prioritario. Porque la inteligencia artificial juega un papel muy importante, su única meta es acabar con nosotros sin importar el cómo y hacedme caso de que lo hará. La dificultad de la que goza el título es apabullante, de hecho diría que en muchas ocasiones llega a ser incluso asfixiante. Obligando a reiniciar la misión o el último punto guardado en más de un caso por mala fortuna o malas decisiones. Mientras que la variedad de Locust no llega a ser muy densa, pero cada uno posee una serie de características que los vuelven una mera presa fácil de abatir, o una gran amenaza que evitar.
Nuestra base
Algo que viene siendo típico en el género de los shooter estratégicos, es contar con una base de operaciones a la que acudir entre misiones. Gears Tactics cuenta con algo parecido aunque con muchas carencias en su intento. No es una base al uso que podamos expandir, visitar o incluso mejorar, simplemente es una zona que funciona a través del propio menú donde poder gestionar nuestro equipo y los Gears, así como ampliar sus habilidades.
Hubiera estado bien contar con una base al uso que nos ofrezca más posibilidades jugables, o al menos haber trabajado en una interacción visual que diera más el pego. Aun así es una decisión de diseño funcional, que opta por la sencillez para movernos por un menú con el que acceder a las diferentes secciones. De un simple vistazo tenemos todos nuestros Gears al alcance en un menú lateral, en él aparecen tanto los personajes protagonistas como los reclutas. A través de esta «base» accedemos a elementos para modificar tanto la apariencia como las armas, siempre cuanto nos sea posible. Para conseguir dichas mejoras debemos encontrar las diferentes cajas de botín que hay esparcidas en cada nivel. La cantidad de las mismas varía, así como el contenido que nos dropeen que es totalmente aleatorio.
En caso de las armaduras podemos cambiar tanto el pecho como las piernas de nuestros Gears. En muchos casos estas piezas mejorarán las estadísticas de los mismos aumentando la salud o la munición; o bien otros parámetros como la evasión o la precisión. Las armas, también se pueden modificar con accesorios o partes para mejorar atributos como el golpe crítico, la precisión o el daño. Ambos elementos nos dan la posibilidad de personalizar estéticamente las piezas como más nos guste. Cambiando tanto el color primario como secundario, además del tipo de material del que queremos que esté fabricado o añadir texturas con estampados. Ofreciendo una gran variedad de customización que aparecerá en todas las cinemáticas y combates del juego.
Gears Tactics también nos ofrece la posibilidad de personalizar a nuestro antojo a cada uno de los reclutas que contratemos. Al cogerlos estos vienen con una apariencia concreta así como con un nombre y seudónimo predeterminados. Desde la «base» se nos permite modificar absolutamente todos los aspectos que se quiera de los mismos. Así conseguimos un gesto de cercanía con ellos, les cogemos cariño y en caso de perder alguno en combate, nos romperá el corazón.
Por su parte, cada una de las clases disponen de un sistema de subida de nivel. Estos al alcanzar un nuevo nivel obtienen puntos de habilidad, con los que activar, a su vez, nuevos movimientos. Podemos llegar a gastar un total de 18 puntos en un árbol que se divide en cuatro subclases. Las ramas no importan que sean de un mismo componente o lado, ya que se pueden mezclar y activar según mejor nos convenga. Depende de la clase a la que pertenezca el personaje, aprenderá unas u otras. Lo bueno de repetir Gears con el mismo rol es que tenemos la opción de prepararlos de diferentes maneras consiguiendo un equipo más completo para según qué situaciones.
Vísceras marca de la casa
Técnicamente el juego luce impresionante gracias al gran trabajo realizado por parte del equipo de The Coalition y Splash Damage. Gears Tactics nos sorprende con un nivel gráfico de muy alto nivel, siendo de los más potentes del género hasta la fecha. Presume de un acabado en cinemáticas sobresaliente con un gran detalle de nivel en los modelados 3D, así como en los diferentes planos de luces. Cada personaje principal está representado perfectamente y con una calidad tan alta que se puede llegar a ver hasta los poros en más de una ocasión. Lástima que los secundarios no disfruten de este privilegio.
Tanto en cinemáticas como en el propio título disponemos de juegos de iluminación bien recreados, con gran variedad de modificaciones que nos deja modificar que afectan a los reflejos espaciales, detalles del mundo y las sombras. Por otro lado están los ajustes en texturas con los que mejoraremos, considerablemente, el nivel de detalle. En este aspecto tenemos un gran abanico de posibilidades con los que mejorar nuestra experiencia, bien sea para sacar el máximo partido gráfico o moverlo sin más. Lo mejor de todo es que es Gears Tactics cuenta con uno de los mejores rendimientos que haya visto en un título de este calibre.
La optimización tan pulida con la que cuenta es, sin duda alguna, su mayor arma mostrando altos niveles de frames de una forma constante sin picos ni caídas. Ofreciendo así una experiencia la mar de satisfactoria en cualquier momento del juego. Pero no todo es un camino lleno de rosas, porque a día de hoy cuenta con algún que otro pequeño problema en la carga de texturas. Perdiendo todo detalle y volviéndose ciertas zonas del escenario, o elementos, borrosos a la vista. No estropea la experiencia global, pero se puede tomar como una mota de polvo en medio de la pantalla. Que si se puede quitar, mejor que mejor.
Por desgracia es un detalle que ocurre en bastantes ocasiones que espero se solucione en futuras actualizaciones. Durante la partida también me he topado cómo algún Locust llegaba al terreno de batalla, desaparecía junto la niebla y no se volvía a saber nada más sobre él. Apareciendo minutos después en la cinemática de fin de misión bloqueado en algún punto del escenario. Aviso de que esto me ha pasado solamente en una ocasión, por tanto debe ser un fallo de los más raros y aislados.
Para ir acabando con el análisis, me gustaría hacer una mención especial al gran trabajo de doblaje que se ha hecho para este proyecto. Absolutamente todos y cada uno de los personajes importantes tiene un doblaje al castellano de un gran nivel. Por su parte, los secundarios también tienen voces algo más genéricas, que podemos escuchar en las batallas, pero igual de funcionales. También cuenta con textos traducidos completamente al castellano con buena lingüística. Además de un álbum compuesto por una banda sonora a la vez que épica como tranquila en puntos clave. Una marca de la casa que casa perfectamente con todo el ambiente presentado en este universo.
Conclusión Gears Tactics
Gears Tactics es un claro ejemplo de que cuando se quiere, se puede. Una entrega que expande los horizontes, hacia otros géneros, de una de las sagas más frenéticas de la industria. The Coalition hace muy bien su trabajo en adaptar la esencia Gears of War con el estilo estratégico por turnos. Un género que no imaginé que le fuera a sentar tan bien, que nos da momentos realmente estresantes y viscerales por partes iguales.
Para ser la primera entrega de este género, tenemos más aspectos positivos que negativos. Encontramos una jugabilidad exquisita con una ambientación asfixiante que contentará a todos los más exigentes, además de su interesante trama. A pesar de ello los problemas en el diseño de misiones secundarias le resta puntos, haciendo que estas partes se vuelvan monótonas y repetitivas. Más allá de algún fallo en carga de texturas, encontramos un título que llega con una optimización perfecta y un acabado visual de los más potentes dentro del género. Sin lugar a dudas, una entrega (casi) obligatoria para los amantes de la estrategia y la franquicia.
Política sobre notas en Game It
Nota: 8.5
Lo mejor:
- La adaptación de la esencia y frenetismo de la saga en los combates por turnos.
- Las posibilidades jugables llena de acciones, variables y elementos a tener en cuenta.
- Una dificultad que rompe por completo. Exigente y muy satisfactoria.
- El doblaje al castellano de alto nivel.
- Tanto técnica como gráficamente estamos ante uno de los más potentes del género.
Lo peor:
- Misiones secundarias repetitivas y poco interesantes a corto plazo.
- Tenemos bastantes enemigos que derrotar, pero para ser Gears of War hay poca variedad entre Locust.
- Problemas puntuales en la carga de texturas.