A lo largo de la historia pocos son los elegidos que se alzan como referentes de toda una generación. Gandhi, Martin Luther King, Mandela o Steve Jobs son ejemplos muy variopintos de figuras que han marcado la época reciente y han generado un profundo cambio social en base a sus ideas.
Como no puede ser de otra forma, la industria del videojuego sigue un camino muy paralelo al desarrollo humano, y desde su creación han surgido una serie de exponentes que han revolucionado el mundo gamer desde sus inicios. Pong, Tetris, Super Mario, Final Fantasy o Tomb Raider son títulos atemporales, líderes indiscutibles de su época y el espejo en el que se miraron muchos otros juegos de menor calado.
En el mundo de YouTube y las redes sociales se ha erigido un nuevo rey. Decenas de millones de jugadores alrededor del mundo han encumbrado a Minecraft como el referente del mercado. Líder de ventas en todas las plataformas, convierte en oro todo lo que toca creando una enorme industria en la red, capaz de generar millones de euros.
Un fenómeno en eterna construcción
Hace tan solo unos años, probé en mi ordenador ese título aún desconocido para el gran público, pero del que ya se empezaba a hablar en los foros especializados. Tenía una mecánica muy simple, pero unas posibilidades infinitas. No era nada que no se hubiese visto antes, pero sí parecía mejor. He de reconocer que por aquél entonces no me enganchó demasiado, pero ya se percibía que tenía un gran potencial, aunque por aquél entonces, un servidor no fue consciente del fenómeno en el que se iba a convertir el título de Notch, creyendo que quedaría restringido a los fans más acérrimos de Lego o Mecano. Iluso de mi.
Hoy en día no hay adolescente que no conozca este juego. Puede que no lo haya jugado, puede que simplemente lo haya visto en internet o que haya oído hablar de él, pero a nadie le suena extraña la palabra «Minecraft». Este dato no es una suposición, tengo la suerte de trabajar a diario con chicos y chicas de entre 10 y 15 años y no hay uno que no sepa de que le estoy hablando, sea cual sea su edad, sexo o religión. Sin embargo, Donkey Kong, Zelda o Metal Gear son conceptos extraños para muchos de ellos, algo que hace tan solo 5 años era impensable. Algo está cambiando, ya la calidad o el trabajo no son sinónimos de éxito y de ventas, ahora únicamente es necesario que algo se haga viral. En la era de internet, que algo sea «Trending Topic» es lo mejor que le puede pasar a una compañía. Y no solo eso, en una época donde el acceso a la red es universal en el llamado «primer mundo», y donde no hay límite marcado, YouTube se ha convertido en el Rey Midas, y si hay alguien que ha sido tocado por él en la web de vídeos de Google, ese es Minecraft.
MineTube, el lugar donde el sueño se ha hecho realidad
Hemos llegado a un punto en el que es imposible entender Minecraft sin pensar en YouTube. En estos cinco últimos años hemos visto como la web se ha convertido en una de las plataformas más rentables del mundo, tanto para empresas como para el usuario de a pie. Ahora mismo estamos ante una especie de retroalimentación entre el YouTuber y la desarrolladora en donde ambos sacan tajada, así que, qué duda cabe, todos contentos.
Vegeta777, TheWillyRex o ElRubius son ya personajes tan conocidos en nuestro país como en su día lo fueron estrellas como Antonio Banderas o Penélope Cruz. Con millones de seguidores tanto en España como en Latino América, han logrado hacer de su afición una forma de ganarse la vida, es más, de vivir muy bien. Vídeos de 20 minutos son capaces de generar miles de euros en partner, y en tan solo unas horas pueden ganar tanto como un obrero en un año. Y ole sus huevos. Han sabido hacerse con una legión de seguidores a sus espaldas que ríen, lloran y prácticamente viven cuando lo hacen ellos, y como no podía ser de otra forma, jugarán al magnífico y divertidísimo juego al que juegan sus ídolos, y hoy, para bien o para mal, tiene un nombre propio, y ese no es otro que Minecraft.
Se puede tildar de moda pasajera, achacar todo al efecto viral o pensar que estamos ante uno de los mejores juegos de la historia, pero lo que es indudable es que es uno de los fenómenos más grandes de la actualidad. En mis 25 años no recuerdo que un juego alcanzase una dimensión borreguil de tal calibre. Y sí reitero lo de borreguil sin querer ofender a nadie, pero como en cualquier moda, ese efecto existe, y cuando hablamos de un público objetivo de adolescentes y pre-adolescentes, el efecto automáticamente se multiplica. Sería una encuesta muy divertida preguntar quién se hubiera tan siquiera planteado plantearse jugar a un título de estas características, si no fuese por todo ese teatro que lleva con él.
Ningún imperio es eterno
El pueblo ha coronado al nuevo rey. Internet es un reino muy difícil de conquistar, pero quién lo haga no entenderá de fronteras ni de límites. Minecraft se sienta en el trono con millones de soldados en sus puertas. Unos soldados con unos ideales inestables, incapaces ante unos cuantos poderosos de la red que cualquier día griten aquello de «El rey ha muerto, ¡Viva el Rey! «, haciendo así que el juego de tronos cambie de manos.
Ahora el cambio de era planea sobre Microsoft. Mojang ya no tiene ese miedo, ya no vivirá la caída del imperio, ya se bajaron de ese tren con la satisfacción de algún día sentarse y sentirse orgullosos de lo que crearon, de saberse legión, orgullosos de entrar en la historia de los videojuegos y de sus seguidores, toda una generación: La Generación Minecraft.