La verdad es que no es de extrañar, sabiendo desde hace ya mucho tiempo la ambientación del juego (nada de naves perdidas en el espacio ni de agobiantes estaciones espaciales) en ese planeta helado. Si solo el hecho de manejar a Isaac en un escenario abierto se lleva casi por completo ese nerviosismo que tanto nos gustaba, la inclusión del cooperativo fue otro complemento a favor de convertir la saga de Visceral en unos simples shooters. Y claro, en un lugar tan increíblemente extenso ya sabemos de partida que no habrá tantos pasillos estrechos, utilizando sus creadores el planeta para ofrecer una experiencia mucho más abierta y con muchas cosas por descubrir fuera del recorrido principal.
El ejecutivo de la compañía Steve Papoutsis lo ha reconocido en una entrevista reciente, confirmando lo antes dicho:
«Creo que el juego tendrá una gran variedad de estancias, y que habrá muchos sustos que saldrán de ello. Algunos se requieren para tu camino principal del punto A al Z durante el juego. Además puede que encuentres audios, vídeos o documentos de texto que te motiven a encontrar tal o cuál lugar. Puede que explores todo porque quieras descubrir qué hay en cada rincón del mundo o porque encuentres una puerta que tiene un aspecto interesante y que te pueda llevar a una mazmorra o algún lugar con cosas que hacer. Hay muchas motivaciones que confiamos en que animen a los jugadores a explorar el mundo y ver lo que los rodea. Hay muchos motivadores en Dead Space 3 que te van a proponer un sentido de la exploración. Si escoges salirte de los raíles y explorar cosas entras en áreas que no están tan marcadas o escriptadas porque no sabemos lo que puede pasar si pasas una puerta en un momento determinado como pasaba en Dead Space 2. Así que es algo diferente».
Bueno, me parece bien dentro de lo que cabe. Siempre he opinado que, mientras el juego no se escape del estilo Dead Space, será un éxito. Habrá que confiar en Visceral Games y EA, porque de ellos depende que esta fórmula de sus frutos y siga gustando a los valientes que dos veces visitaron el Ishimura.