Si existe un Josei o anime femenino dirigido al público adulto por excelencia, ese es Paradise Kiss y Nana, ambas de la misma autora: Ai Yazawa.
Con 12 episodios completados, creado por el estudio Madhouse y un live-action que es para arrancarse los ojos, Paradise Kiss nos introduce en una estética única que mezcla fotografías realistas con animación plana, con una calidad tal que nos pone los pelos de punta. Y es que crear un anime profundo, con personajes profundos y cargados de defectos y virtudes que encaje con la demografía femenina no es nada fácil. Pero vamos allá con el análisis.
Argumento de Paradise Kiss: bienvenidos al paraíso
Paradise Kiss nos introduce en la vida de Yukari, una joven amargada y obsesionada por estudiar más y más para cumplir los deseos de su madre y entrar en una prestigiosa universidad. Estudia tanto que prácticamente no tiene vida y está sumida en un aura de negatividad e ira que la caracterizan. Pero de pronto, un punkarra, un tío con malas pintas, la persigue por la calle llamándola guapa. Yukari, en plena huida, se desmaya de la debilidad. Cuando se despierta descubre que está en el sótano de alguna parte perdida de un barrio de artistas, rodeada por el punkarra, una lolita y una mujer extremadamente bella de la que luego descubriremos que es en realidad un travesti.
Desesperada, Yukari intenta huir de aquel lugar justo en el momento en el que el «líder» de este grupito estentóreo aparece: George, un chico rico y extremadamente guapo que la lleva a casa en coche y le hace la proposición que intentaba gritarle el punkarra por la calle: quieren que Yukari sea su modelo. En realidad, George, Miwako, Arashi (el punkarra) e Isabella son en realidad un grupo de estudiantes que preparan su proyecto de final de carrera en una prestigiosa escuela de moda. Pero Yukari está demasiado ocupada estudiando como para darle importancia a sueños estúpidos de adolescentes extravagantes. Pero poco a poco va pensando… ¿y si tirase por la borda todo? ¿y si diese una vuelta a mi vida?
Por qué Paradise Kiss es sublime
Ya hemos hablado del departamento artístico de Paradise Kiss que se mantiene completamente fiel al estilo la autora: la grandiosa Yazawa. El estilo de Yazawa tirará siempre por personajes extremadamente delgados, estilizados y que visten ropa realmente diferente y diversa. Y ahí brota una parte importante de diversión de Paradise Kiss: el hecho de que cada personaje se centre en una subcultura de la moda en Japón. Saltando los angura-kei (un estilo de moda muy explotado en el anime) o a las gothic lolitas, Arashi es un punkarra en toda regla con imperdibles en el labio y Miwako una dulce lolita que tiene pinta de tarta de fresa.
El estilo artístico varía de planos inmensamente detallados a momentos en los que los personajes son simplemente esbozos. Y nosotros, personalmente, en Game It, agradecemos que cuando se dibuja anime y se preparan planos se juegue con estas formas tan diversas de presentar las historias. Ya lo comentábamos en otro de nuestros análisis sobre Detroit Metal City: jugar con escenas de forma poco convencional es lo más maravilloso que puede ocurrir.
En segundo lugar, una de las glorias de Paradise Kiss es precisamente el lado humano de los personajes. Yukari a menudo peca de ser egoísta, poco tolerante, egocéntrica, inexperta y extremadamente inmadura. George es un romántico empedernido egoísta incapaz de centrarse en la parte práctica del mundo de la moda. Miwako no tiene ninguna ambición y Arashi es violento y celoso. Y precisamente por el hecho de que los personajes son tan inmensamente humanos somos capaces de empatizar con ellos, entender sus motivos e interesarnos en una trama que, dentro del pesimismo propio de una generación que retrata Yazawa, todavía guarda pinceladas de rebeldía y optimismo.
Uno de los puntos fuertes del anime es la metamorfosis de Yukari o su valentía a la hora de romper con todo lo preestablecido y lanzarse a un mundo que no conoce de nada. La transición no es sencilla y muchas veces tememos, como ella, que esté cometiendo un terrible error. Hay dolor, llanto, drama y su inexperiencia y juventud nos pone nerviosas muchas veces, temiendo su futuro. Su nexo de unión con este mundo tan extraño que ella no conoce es George, del cual se enamora profundamente pero que no entiende en absoluto. Y este, acostumbrado a estar continuamente solo, no es capaz de hacer sitio en su corazón para Yukari.
De nuevo la documentación de Yazawa es maravillosa. A diferencia de las películas de Hollywood donde una pasa de chica de la calle a modelo internacional o donde se crea un vestido maravilloso en pocos segundos, Paradise Kiss rezuma realismo y crueldad. El esfuerzo no siempre es garantía de éxito y los personajes se pasan horas y horas con los patrones, los diseños y búsqueda de la tela más perfecta para su proyecto de final de carrera. El proceso de creación de un vestido de tal magnitud es extremadamente duro y Yazawa ha sabido mostrar cada pequeña decisión que toman de una forma elocuente y fantástica.
¿Qué más os podemos decir de este estupendo anime? Quizás que la banda sonora es impecable, con un opening de Tommy February llamado «Lonely in Gorgeous» y con un ending pegadizo de Franz Ferdinand «Do you want to». El ritmo pegadizo de la canción hará que a menudo, tras el cliffhanger final del capítulo, saltes de la silla cantando «I’m gonna make somebody love me».
Conclusión sobre Paradise Kiss
Paradise Kiss es un anime sorprendente de una gran calidad artística dirigido específicamente a mujeres. Su trama es mucho más adulta y madura que un simple shoujo y perfila y profundiza las personalidades de los diferentes personajes de una forma realista y realmente perfecta. Sus doce capítulos se nos quedan cortos para profundizar en la historia de una joven que decide dejar por completo la vida que le han dicho que tenía que tener para ayudar a un grupo de extravagantes estudiantes de moda.
https://www.youtube.com/watch?v=NgMAKuJIkmc