In Between es un juego de plataformas/puzle desarrollado por Gentlymad en el que viviremos a través del protagonista todas las fases que sufre un paciente cuando recibe la terrible y dura noticia de que tiene cáncer. El inicio del juego nos sitúa en un hospital, como no puede ser de otra manera, en donde con una silla de ruedas nos dirigiremos a la salida para empezar a afrontar nuestro destino. Antes de entrar a hablar de lo realmente importante en este juego decir que pese al tono oscuro al que nos lleva la historia, el concepto artístico nos traslada al cartoon sin quitarle un ápice de dramatismo o tensión, con una paleta de colores tirando a ocres que contextualizar perfectamente la situación del protagonista.
Dicho esto pasamos a desgranar un poco las grandes virtudes que ofrece In Between, siendo desde nuestro punto de vista una de las grandes sorpresas de este 2016 para Xbox One. Por un lado y gracias a su formato plataformero nos encontramos ante un título que puede ser jugado por cualquiera, ya que tanto el sistema de control como el transcurrir de los niveles sólo dependerán de nuestra habilidad y nuestra inteligencia. Pero por otro lado la trama hace que para el público más adulto llegue a tener un trasfondo que nos arrancará una lágrima si no tenemos el corazón de piedra.
Una historia que pone los pelos de punta
Desde el primer frame de la primera escena en la que únicamente nos podremos mover de manera lateral y sentados en una silla de ruedas, nos damos cuenta de que cada escenario que forma parte de la narrativa de la historia está cargado de simbolismos, ligeros conceptos que sólo se ven en el fondo pero que contextualizan perfectamente lo que nos vamos a ir encontrando. Como ya hemos adelantado antes nuestro personaje se enfrenta a la que quizás sea la peor enfermedad que el ser humano ha conocido hasta la fecha, cuando en el hospital le diagnostican cáncer. Desde ese mismo instante todo lo que veamos estará en resonancia con lo que puede sentir alguien que por desgracia se encuentren esa situación.
En cuanto salimos del hospital nuestro protagonista se levanta de la silla dispuesto a hacer lo que sea necesario para intentar salir de semejante condena, pero de buenas intenciones está lleno el mundo y al igual que le pasaría a cualquiera de nosotros, comenzará un viaje en el que tendrá que ir superando cada una de las fases a las que le enfrente la enfermedad. Durante este recorrido la narrativa nos irá contextualizando la historia de nuestro protagonista dándole vida, personalidad, sentimientos y coraje.
La primera fase que nos obligarán a superar es la negación, por lo que tras un breve relato empezaremos a enfrentarnos a través de puzles y con un ligero toque de habilidad a la representación de esta etapa y su posterior superación. La manera visual de trasladar este concepto al videojuego es mediante los pinchos, cada vez que intentemos llegar a la salida encontraremos esta clase de elementos que nos harán caer una y otra vez, pero jamás desistir. La enfermedad está compuesta de diez niveles que tendremos que superar y una vez completados, se entiende que hemos superado esa fase y en consecuencia se cierra una etapa del camino para abrirse otra nueva. En este caso cuando finalizamos la fase de la negación inevitablemente caemos en la Ira y de nuevo la forma de hacerle frente es a través de los niveles que nos encontraremos, estos irán en resonancia con este concepto. Para no adelantar más acontecimientos sólo diremos que el juego contiene 60 niveles distribuidos en las diferentes etapas de la enfermedad.
Antes de hablar un poco de cómo se juega, deciros que a lo largo de los niveles que nos encontraremos existe una narración de nuestro personaje en el que nos muestra qué es lo que ha sentido, siente o sentirá. Escenas del pasado o del presente pueden ser encontradas en los niveles como si de secretos se tratarán por lo que en la mayoría de las ocasiones tendremos que estar atentos para ver estas fracturas que nos ampliarán un poco el contexto y la historia.
Una historia terrible pero divertida de jugar
Dejando a un lado la historia e intentado no caer en el pesimismo, nos disponemos a adentrarnos en un universo de puzles y de habilidad que conserva toda la frescura del género de plataformas a la vez que nos obliga a rompernos el coco para terminar el nivel, por lo que prepararos para morir una y otra vez.
In Between nos muestra que dentro del escenario no existe arriba, abajo, izquierda o derecha ya que cualquier superficie será susceptible de que podamos andar por ella, es más estaremos obligados a movernos en todas direcciones para cumplir el objetivo. Con el analógico izquierdo moveremos al personaje hacia delante o hacia atrás y con el analógico derecho podremos hacer que el protagonista se adhiera a cualquier superficie tomándola como referencia, por ejemplo, si movemos el analógico derecho hacia la derecha el personaje se pegará a la pared de la derecha permitiéndonos, cual trepamuros, avanzar por ella o superar un obstáculo. Con esta sencilla dinámica el juego dispone de una gran cantidad de variantes que nos obligarán a rompernos la cabeza y a sacar nuestras mejores habilidades para poder superar todos los niveles.
Otra de las grandezas que tiene Between In es que en el caso de que no podamos superar un nivel podremos pasar al siguiente para que la historia continúe, de tal forma que el protagonista no puede escapar de su destino y parece condenado a llegar a su fin. Dependiendo de la etapa en la que nos encontremos, el formato de los escenarios no variará demasiado pero sí lo que nos encontraremos en ellos, diferentes elementos que serán los encargados de impedir que lleguemos a nuestro final serán los representantes de las distintas etapas del proceso de asimilación de tan terrible enfermedad. Aunque en un inicio el juego parece que va a ser sencillo dista mucho de lo que nos vamos a encontrar, ya que con el superar de niveles la complejidad aumenta llegando al punto de repetir un mismo nivel hasta cien veces, pero sin llegar a ser repetitivo ya que el problema reside en la habilidad y capacidad de ver por dónde podemos avanzar y es que en In Between no existen caminos fáciles, sólo existe una lucha constante incesable.
Conclusiones de In Between
Gentlymad ha realizado un trabajo espectacular al trasladar todo esto a una máquina sin perder ni un ápice de alma. En lo referente a la jugabilidad es innegable que In Between engancha desde el primer nivel y más cuando te incentiva a conocer el contexto de nuestro protagonista, así como el terrible desenlace. Matices, sentimientos, emociones y alma es lo que nos ofrece este juego que sin duda alguna se ha ganado un hueco en nuestros corazones. Tenemos por seguro que si alguien nos pregunta a qué juego podría jugar con estilo de puzles/plataforma sin duda alguna le recomendaremos In Between.