Encontrarse con un juego indie para analizar no es de los trabajos más sencillos para un redactor. Tiene una doble responsabilidad: ser éticamente correcto y decir lo que realmente piensas sin engañar al lector y la posibilidad de dar visibilidad a un título que no tiene detrás a un grupo de trabajadores tan grande como para desarrollar un juego exquisito.
No os voy a engañar, In Space We Brawl es un título que puede ser interesante en el caso de que seáis unos fanáticos de los juegos de naves y siempre que vuestros tres mejores amigos también lo sean y vivan cerca de vuestra casa.
Mamá, ¿puedo ir a casa de Juan a jugar?
Un título que no tiene juego online, modo de un jugador bastante escaso (y complicado) y unas mecánicas que lo hacen bastante repetitivo. Estos son los ingredientes de una receta con sabor a clásico que se queda en la típica merienda para quitarnos el hambre, pero que quedará relegada a un segundo plano por otras experiencias jugables más apetitosas.
No me gusta ser duro con ningún título, pero es un juego muy limitado. Se fundamenta básicamente en el modo multijugador que tiene a su vez dos partes: el modo torneo y el modo campeonato, (Championship and Tournament) pero es muy extraño que en la época en la que nos encontramos, donde las telecomunicaciones y el juego online son el pan nuestro de cada día, un título se limite solo a la posibilidad de disfrutarlo con amigos en modo local. No es la mejor opción. Tampoco podemos olvidar que muy probablemente no todos nuestros amigos tengan Playstation 4 con lo cual, a la hora de jugar, o disponemos de cuatro mandos o la partida va a quedar desangelada.
Podemos luchar por equipos, tres contra uno, incluso uno contra uno pero el juego no será ni la mitad de divertido. Está diseñado para ser jugado entre cuatro amigos, evitando al mismo tiempo elementos como agujeros negros o a “graciosos” aliens que se interpondrán en nuestro camino. Si nuestros amigos no son muy habilidosos, y son eliminados por la IA, el juego pierde aún más su esencia, aunque se entiende que haya algo más en la pantalla, sino sería un retrato demasiado fiel del espacio: el vacio.
Todo tiene sus cosas buenas
Centrándonos en el lado positivo, si nos gustan los juegos de este tipo, lo vamos a disfrutar. Es un juego que pica, que hace que si lo jugamos bien, queramos destruir la nave de nuestros rivales una y otra vez. Se podría comparar con un caramelo con sorpresa en su interior: para disfrutarlo tendremos que estar dándole horas y horas hasta exprimir todo su jugo. No solo para disfrutarlo, sino también para desbloquear las once naves y las once armas que incluyen este título. Algo escasas aunque tampoco hace falta gran variedad para poder disfrutar, además podremos combinarlas de la manera que más nos convenga.
Los diseños de las naves son básicos y lo cierto es que no se han estrujado en exceso el cerebro. Once modelos con sus pros y sus contras. Los fondos tampoco son nada del otro mundo. Para hacerlo más variado, el modo multijugador dispondrá de ocho escenarios distintos. Tendremos que evitar asteroides, enemigos creadas por la IA y por supuesto las naves de nuestros amigos/enemigos. Unas serán más rápidas, algunas tendrán mejores escudos, otras gozarán de más energía… pero lo que realmente importará (además de las armas que tengamos) será nuestra destreza para usar los distintos elementos del juego. Tendremos que acelerar, esquivar, disparar, bloquear y eliminar todo lo que nos pueda molestar en la pantalla.
Las comparaciones son odiosas
Los controles podrían haber sido más sencillos para un juego de estas características, pero si somos capaces (aunque a mí me cueste) de adaptarnos a mil combinaciones de botones en juegos como Fifa o Street Fighter, ¿cómo no hacernos con estos? Tendremos que controlar la nave con el stick izquierdo y con el derecho apuntar hacia donde queremos disparar y luego con el resto de botones activaremos el escudo, la velocidad, el láser… No es tan directo como por ejemplo Nano Assault, ni tan sencillo como Resogun, pero que tenga esa pequeña traba también le otorga cierto encanto.
La banda sonora puede pasar completamente desapercibida. Disparos, explosiones, risas malévolas, sonidos robóticos… no hay mucho más que explicar en este aspecto. Un equipo pequeño no tiene por qué hacer una banda sonora que te deje sin aliento. No destaca, ni se hace repetitiva. Cumple su función a la perfección. ¿Que podíamos pedir más efectos sonoros y más variedad de temas? Claro que sí, pero es que somos muy exigentes. Ya lo dice el anuncio de la lotería: “No tenemos sueños baratos”.
Volviendo al juego, ahora centrémonos en el modo un jugador. Espera, qué digo, que no tiene. Bueno lo tiene pero no lo tiene. A ver cómo lo explico. El modo “single player” se denomina “Challenges”, algo así como unos retos por superar bajo las órdenes de un “supervisor” que nos recordará lo penosos que somos, si no logramos superar sus indicaciones. Un total de 21 fases. Diréis, bueno no está mal. Aquí la curva de dificultad ronda lo estridente. Algunas pruebas serán simplemente llegar a un punto en concreto. Otras disparar a elementos estáticos y en movimiento y finalmente tendremos que hacer todo lo anterior indicado en un tiempo escaso. Las primeras misiones serán un tutorial de cómo hacernos con los movimientos de la nave, pero momentos después se convertirá en un reto que es complicado de superar y más aún en el rango S.
Conclusión
Si sois aficionados a los trofeos, este juego os va a desquiciar puesto que sacarlos todos no solo os va a costar la vida, sino que también gastará la de vuestros amigos. Preparad bien la habitación de invitados con camas supletorias y tened la despensa llena de comida basura y apetitosa, porque para lograrlos todos van a tener que estar viviendo una larga temporada en vuestra casa.
Bromas aparte. La carencia de multijugador online, el uso tan poco atractivo del modo un solo jugador y el tedio que puede producir estar disparando a nuestros rivales durante horas, en las mismas pantallas, hacen de este juego un título recomendable solo para amantes del género de los juegos de naves. Un arcade distinto que tiene muchas cosas que mejorar. Las comparaciones son odiosas así que no lo hagáis con otros títulos como Resogun porque saldría muy poco reforzado. No es muy caro y puede ser divertido.
Como digo siempre: “Nuestra opinión no es lo más importante, juzgad siempre por vosotros mismos”.
Lo mejor:
- Divertido en compañía
Lo peor:
- Tedioso y repetitivo.
- Gráficamente muy básico
- Solo modo local en la era del juego online.