Seguimos estrenando la generación aquí en Game It. De la mano de Ubisoft, hoy queremos traeros la que puede ser una de las sorpresas de este final de año: Inmortals Fenix Rising.
Desde el E3 de 2019 cuando se presentó como Gods & Monsters, el título generó una serie de sensaciones encontradas. Tenía buena pinta y un trasfondo que parecía interesante. Sin embargo, su apartado gráfico, aunque bonito, podía hacer creer que era uno de esos títulos intergeneracionales que se quedan algo flojos.
Pues bien, tras haber podido probar su versión de PS5, os adelantamos que las dudas no eran justificadas. Estamos ante una muy buena propuesta que llega este 3 de diciembre PC, PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X y Nintendo Switch, y la cual os desgranaremos a continuación.
El nacimiento del fenix
Desde el minuto 1 nos damos cuenta de que el juego no se toma muy en serio a si mismo. Y eso es un gran punto a su favor. Hablamos de una aventura fresca, cómica, que se aleja de propuestas de juegos como Assassin’s Creed Odyssey y de su forma “seria” de abordar la mitología.
En primer lugar, aquí se nos cuenta el camino de Fenix, nuestro avatar personalizable, por lo que no estamos ante un personaje de la historia griega. Su historia comienza cuando descubre que un extraño suceso está volviendo a los seres humanos en piedra, entre ellos a su hermano, un legendario guerrero.
Pronto descubriremos que el origen de esta maldición está en Tifón, un ser demoníaco que tras escapar de los Dioses del Olimpo ha vuelto a llenar el mundo con su mal. La única manera de pararlo es volver a reunir a las deidades griegas y entre todos acabar con él.
Toda la aventura estará narrada en un diálogo entre Zeus y Prometeo, el Titán amigo de los mortales. Entre burlas, bromas y chascarrillos varios nos irán contando el porqué del viaje de Fenix, y todos los mitos griegos que rodean a su camino.
Y es que, a pesar del tono jocoso del título, el trasfondo mitológico es evidente y se cuenta de manera bastante fidedigna. Digamos que no estamos leyendo un libro de historia, pero sí podemos aprender unas cuantas cosas mientras avanzamos por su basto mundo.
Hablamos de una aventura que nos puede durar entre 15 y 20 horas si vamos directos a por la historia principal. Sin embargo, como es habitual en Ubisoft, tenemos tantas cosas por hacer, que sin ningún problema nos podemos ir más allá de las 50. Duración más que aceptable, que consigue darnos unas cuantas horas de juego sin caer en el tedio en ningún momento.
Breath of the Fenix
Según empezamos a dar nuestros primeros pasos y la cámara enfoca el basto mundo de este Inmortals Fenix Rising, se nos viene inevitablemente a la cabeza un nombre: Breath of the Wild. La inspiración es clara, nadie lo oculta, pero aun así consigue tener un carácter propio y una personalidad marcada.
Comenzamos con un tutorial con una duración irrisoria de casi una hora (el propio juego se ríe de él en una conversación entre Zeus y Prometeo, en el que se nos explican todas las mecánicas principales. Son muchas y muy variadas, y ya nos hacen presagiar la libertad que nos va a ofrecer el juego.
En este gran mapa podremos descubrir ese gran trabajo de desarrollo que se ha hecho con las físicas. Aun así, en este aspecto siguen estando por debajo de las de Nintendo y, aunque son satisfactorias, pronto nos damos cuenta de que son bastante más limitadas que en el juego de Zelda y Link. También es verdad que hablamos de un referente del género, por lo que el resultado de este Inmortals Fenix Rising no deja de ser notable.
Tenemos total control sobre Fenix, y es que además de los movimientos básicos de cualquier humano, podremos hacer saltos dobles, bloqueos, usar dos tipos de arma… todo esto digamos que forma parte del desplazamiento general. Ahora bien, donde el juego comienza a tener ese punto distintivo, aunque sí más cercano al concepto Breath of the Wild, es en movimientos como poder levantar, atraer y lanzar piedras (muy al estilo imán del título de la saga Zelda), la posibilidad de planear gracias a las alas de Dédalo, o escalar toda montaña que nos aparezca por delante.
Por supuesto, aquí también entra en juego el factor de la resistencia. Todos nuestros movimientos se verán limitados por este elemento. Y es que cada golpe, cada salto, cada esquiva… todo consume resistencia. Por lo que, o bien hacemos las tareas “secundarias” que nos permitan aumentarla, o recolectamos setas y pociones para una recuperación rápida de la misma.
Todos estos movimientos permitirán la resolución de los puzles que serán gran parte de la historia. Sin embargo, no es esta la principal esencia de este Inmortals Fenix Rising, si no que esta aparece justo al acabar el tutorial y se nos muestra ese inmenso mapa que tenemos para descubrir.
Una gran y abarcable mitología
Como ocurre en la saga Assassin’s Creed con las atalayas, aquí tendremos las distintas estatuas dedicadas a los dioses del Olimpo. Tendremos que encaramarnos a ellas para poder descubrir cada una de las zonas y las decenas de actividades que el juego pone a nuestra disposición.
Además de la historia principal, tendremos otras secundarias, los desafíos míticos, las Cámaras del Tártaro que nos darán Rayos de Zeus para mejorar nuestras habilidades… además de distintos cofres y moneda del juego que nos permitirán mejorar a Fenix. Como suele pasar en los juegos de Ubisoft, esto es totalmente opcional, pero es lo suficientemente entretenido como para que nos demos unas vueltas para conseguir unas cuantas mejoras.
Eso sí, algo que nos ha gustado muchísimo, es que no estamos ante un mapa ni mucho menos abrumador. A pesar de un buen tamaño y muchas actividades, el terreno es perfectamente abarcable. Esto es por dos elementos: que el mapa está bastante comprimido y no tenemos grandes extensiones vacías, y que desde el principio de la aventura ya podemos planear e ir en nuestra montura mágica (no es necesario tenerla cerca, sino que simplemente dándole al triángulo la tenemos ya disponible).
Por supuesto, los enemigos estarán poblando la isla en todo momento. En general los encontraremos en pequeños grupos protegiendo entradas a las cámaras, cofres… y por norma no suponen un gran reto. Ahora bien, los jefes y algunos como los cíclopes o minotauros igual nos pueden dar un buen repaso si no vamos atentos.
De hecho, aunque no se nos obliga a hacer las misiones secundarias para avanzar, sí que llegados a un punto, al menos en modo normal, es bastante necesario. Llegará un momento que estos jefes que mencionábamos van a resistir mucho y pegar más si cabe. Por lo que, o mejoramos previamente nuestras habilidades y equipo, o el jugador medio acabará sucumbiendo unas cuantas veces.
Al final, el balance que nos queda es una experiencia amplia, variada y que aprovecha muy bien las mecánicas y las físicas. Un juego muy en la línea de Ubisoft y que consigue librarse de lo repetitivo de otros juegos como Watch Dogs Legion.
Bienvenidos a la puerta de la generación
Hace tan solo un mes que dimos la bienvenida a la nueva generación de consolas. Estas prometían grandes gráficos y tiempos de carga mínimos. Pues bien, digamos que la segunda si se cumple con creces, y la primera, no está mal de todo, pero tampoco sorprende.
A nivel visual, este Inmortals Fenix Rising cumple notablemente. Es muy bonito, y se ve realmente bien, sin embargo, la clave de esto es más el diseño y las técnicas usadas que el poderío técnico que ofrece, en este caso, la PlayStation 5.
Tenemos un modo gráficos y un modo rendimiento, algo que parece que va a ser la tónica general de la generación. Es aquí donde decidiremos si optimizar la estabilidad a 60FPS y 2K, o si preferimos 30FPS y verlo a 4K, además de unas cuantas mejoras en la distancia de dibujado y en el nivel de detalle. Personalmente, recomendamos la opción de priorizar el rendimiento, ya que la mejoría visual no compensa a la satisfacción de las 60 imágenes por segundo.
A nivel sonoro, cumple con lo esperado, temas muy épicos y efectos de sonido que encajan a la perfección con ese tono cómico y humorístico del título. Otro de los puntos muy positivos es su magnífica traducción así como el doblaje de todos los personajes, destacando sobre todo las ocurrentes charlas entre Zeus y Prometeo que nos sacarán más de una sonrisa.
Conclusiones Inmortals Fenix Rising
Sin duda, estamos ante una de las grandes sorpresas del principio de generación. Los inicios siempre son complicados, y cuando estamos ante títulos intergeneracionales, las dudas siempre surgen.
Hemos de reconocer que teníamos ciertas reticencias. Ver su apartado gráfico de clara inspiración en Breath of the Wild, y un tutorial eterno que parece mostrar un juego mucho más limitado, no presagiaban nada bueno.
Sin embargo, según acaba ese tutorial y vemos ese magnífico mundo todas las dudas se disipan. Estamos ante un magnífico juego de mundo abierto, capaz de dar una visión cómica y alternativa de la mitología griega.
Hablamos de decenas de horas con cosas que hacer, con una buena cantidad mecánicas y unas físicas notables. Todo esto nos permitirá afrontar la infinidad de misiones y retos de varias formas. Estas, como hemos mencionado, no serán precisamente fáciles si no vamos preparados o tenemos buena habilidad intrínseca.
Gráficamente no destaca del todo, pero gracias a las nuevas consolas al menos conseguimos alcanzar los 60FPS en 2K o una resolución 4K sacrificando la tasa de imágenes. Si a eso le sumamos su estilo artístico, acabamos teniendo un juego muy vistoso, aunque lejos de ser un portento gráfico.
En definitiva, estamos ante uno grata sorpresa para estrenar nuestras consolas. Una propuesta divertida, completa, desafiante e incluso con un apartado cómico muy fresco. Evidentemente no creemos que se convierta en un juego atemporal, pero para abrir boca en un catálogo aun limitado, es una título indispensable.
Nota: 8.5
Lo Mejor
- Una grata sorpresa.
- Amplio, repleto de cosas por hacer.
- El tono cómico de su historia.
- La traducción y el doblaje.
Lo Peor
- La inspiración en Breath of the Wild le hace perder en muchas comparaciones.
- A nivel gráfico no sorprende a pesar de ser un juego Next Gen.