Bueno ya está aquí, este año nos saltamos el Verano. Ha llegado el invierno a Poniente y a las pantallas de nuestra televisión/ordenador. Analizamos el primer capítulo de Juego de Tronos de su séptima temporada, Rocadragón.
Y el invierno ha llegado con gran presupuesto parece ser; los paisajes, la ambientación y las futuras batallas que promete este capítulo… Para esta temporada el número de capítulos se ha visto reducido a siete, un gran cambio a nuestro parecer, ya que esto repercutirá en el presupuesto y en poder mostrar mas momentos de acción. El problema de las mil historias separadas ya no lo es tanto, todos los personajes están centrados en la trama principal y eso le ha sentado muy bien a este primer capítulo. Como de costumbre en Juego de Tronos, nos encontramos ante un capítulo de esos de «colocar las piezas en su sitio«, situar bien todas las historias. Y vaya, buen trabajo.
En el «cold opening» de este primer capítulo comenzamos con una escena en la que Arya demuestra lo «Badass» que es , aunque le hubiera añadido unos segundos en los que se viera algún primer plano de los envenenados, aun así, buen inicio. Siguiendo con lo negativo tenemos a una Sansa que se ha vuelto un incordio y con la que parece, quieren sacarse una trama de enfrentamiento de la manga, pues no es propio del personaje. Demasiado forzado. Si siguen por ese camino tendremos una trama forzada y rastrera que reducirá la credibilidad.
Y para acabar con lo negativo. Cuando Arya se encuentra en su camino a «Kings Landing» a un grupo de soldados que le invitan a comer, el que canta es «Ed Sheran» ¿Menuda forma de romper la propia realidad de la serie no? Buena manera de expulsar de la inmersión a toda persona que lo conozca. Por favor, cameos no.
El resto, Jon Snow, Sam, Cersei y Daenerys han tenido un capítulo interesante. Bran lo poco que ha salido es suficiente para poder colocarlo en el mapa. La parte de Daenerys ha sido corta pero interesante. Rocadragón es precioso y misterioso. Gracias a Sam, ahora también sabemos que debajo de ella se esconde el preciado Vidriagón, que tanto reclama Jon Snow para los suyos para así poder derrotar a los caminantes blancos. Como veis, todo quiere unirse y eso es, por supuesto, lo mejor de este capítulo y lo que da una sensación de cohesión que antes no estaba, que ya se echaba en falta.
Por cierto ¡Genial la aparición de Jorah Mormont! Si es que la parte de Sam en este capítulo me ha parecido de lo mejorcito. El perro es un gran personaje y muy evolucionado. Nos ha gustado ver como se veía obligado a cambiar todas sus creencias al mirar el fuego. Y la perla que ha soltado, aquella frase: «Entérate, no hay justicia divina. Si no tú estarías muerto y esa niña de ahí viva». Es genial.
De nuevo vemos a los caminantes blancos con esa marcha lenta pero imparable, esa amenaza que por fin toma la presencia que requería y que no tardará en llamar a las puertas (o en tirarlas abajo). ¿Cómo atravesarán el muro si es que lo hacen?
Como comentaba, lo que nos ha parecido más prometedor de este capítulo es que ya todos están centrados en la trama principal; por fin se preocupan de los caminantes blancos, por fin se habla del vidriagon y dónde encontrarlo; también de futuras alianzas muy prometedoras en cuanto a baños de sangre se refiere.
Buen inicio, con pequeños avances pero mayormente de colocación de las piezas en el tablero de juego (como ya es costumbre en esta serie con el primer episodio). Este juego que ahora que ha llegado el invierno, promete acción como nunca antes se había visto en una serie de televisión.