Si por algo se está destacando THQ Nordic los últimos años es por estar reviviendo antiguas franquicias para el disfrute de los jugones más antiguos del lugar. Kingdoms of Amalur Re-Reckoning es un buen ejemplo de esto y es que la franquicia, lanzada en 2012, vivió una montaña rusa de emociones en su lanzamiento, desde su buena acogida por parte de crítica y público al principio, como la quiebra de 38 Studios unos meses después, lo que dio al traste con todos los planes que había para ella.
Ahora, 8 años después, THQ Nordic ha resucitado el título con una remasterización con algunas mejoras que seguramente no vayan a ser suficientes para los que jugaron al original, pero que a buen seguro nos traen gratos recuerdos de una generación que nos dio tan buenos títulos en los juegos de rol.
El misterio de la muerte
En Kingdoms of Amalur Re-Reckoning encarnamos a un personaje, el cual podemos crear nosotros mismos con un editor que ya era justo para la época, donde podremos escoger entre distintas razas y personajes con habilidades. De esta manera resucitamos en el llamado Pozo de las Almas, un lugar que no es más que un gigantesco experimento que ha funcionado por primera vez, sin saber todavía cómo.
La parte negativa es que nuestra memoria ha sido borrada en el proceso por lo que el jugador y el personaje van a tener la misma sensación: recibir un mar de nombres y visitar lugares que no conoce y que por momentos van a marearnos ya que es demasiada información. Si a esto le añadimos una guerra que ha llevado a unos seres inmortales a acabar con el resto de razas, el caos está segurado.
Para el desarrollo del original se junto una buena recua de nombres conocidos, tales como Ken Rolston (The Elder Scrolls) como diseñador ejecutivo, R. A. Salvatore conocido escritor de Reinos Olvidados y creador de Drizzt Do’Urden entre otros, encargándose del universo y su trasfondo, el dibujante Todd McFarlane (Spawn, Spider-Man) en el arte y Grant Kirkhope, conocido compositor de grandes clásicos de Rare.
Con toda esta gran cantidad de nombres se esperaba un exitazo, algo que en parte fue así, pero que finalmente acabó con la quiebra de uno de los estudios principales, enterrando finalmente un proyecto que pensaba contar con varias partes.
En general, tenemos un juego que se puede terminar en unas 25 horas en cuanto a su historia principal, y que después se completa con infinidad de misiones secundarias que nos ayudarán a aumentar estas horas mucho más, aunque sin mayor trascendencia que la de conseguir más botín, dinero y experiencia.
Acción y diversión sin tanta estrategia
Uno de los puntos que más pudo atraer al público era su sistema de combate y es que Kingdoms of Amalur Re-Reckoning es una mezcla entre un hack ‘n’ slash junto a un RPG. Podremos esquivar o parar ataques aunque estas mecánicas no son tan importantes como las de atacar, haciendo que la acción sea mucho más fluida y divertida.
Para poder crear nuestro personaje perfecto tenemos tres ramas bien definidas, pudiendo ser mago, guerrero o pícaro, algo que podremos hacer y mezclar a nuestro antojo y es que no hay reglas predefinidas, pudiendo poner puntos de habilidad en una, dos o hasta en las tres categorías tal y como se podía hacer al principio del World of Warcraft. Esto hará que vayamos consiguiendo habilidades, pudiendo utilizar mejor unas armas que otras, las cuales podremos configurar como principal y secundaria.
Esto da muchas opciones durante los combates, algo que ayuda a que sea tremendamente dinámico y divertido, importante en un título donde los combates van a estar detrás de cada esquina. Esta nueva versión del juego ha corregido ciertos problemillas como la progresión del personaje y los niveles de los enemigos en cada zona, así como el equipo que vamos consiguiendo, más adecuado a la categoría que estemos desarrollando.
Si a esto le añadimos que llega con todas las expansiones lanzadas hasta la fecha (el año que viene se espera una nueva), así como la corrección de bugs y un pulido generalizado en cuanto a la experiencia para el jugador (especial mención a la cámara), tenemos un juego mucho más disfrutable.
Un remodelado de cara justito
El apartado técnico es uno de los puntos más débiles de este Kingdoms of Amalur Re-Reckoning, aunque ya era algo esperado y es que en ningún momento se vendió como una gran remasterización.
Se han pulido cosas aquí y allá, con resoluciones y FPS de acorde a la época actual, pero el apartado gráfico sigue siendo prácticamente el mismo, con ese aspecto a cartoon que llevamos viendo años en World of Warcraft y que ha funcionado tan bien. Sin embargo ahora puede que la experiencia se quede un poco corta en ese aspecto para los más estrictos, quedando más cerca de la versión original que de la época actual.
Sin embargo, para los más nostálgicos, es una oportunidad magnífica de revivir uno de los grandes juegos de la época y que hoy en día nos permite disfrutar sin demasiados problemas ya que tampoco es que sea tan feo.
Por lo demás, pocas diferencias podemos encontrar con el original, con animaciones poco trabajadas (especialmente estamos hablando de las faciales) y con una gran banda sonora y un doblaje más que aceptable.
Conclusiones de Kingdoms of Amalur Re-Reckoning
THQ Nordic sigue traýendonos buenos recuerdos que llevarnos a los mandos y es que este RPG de acción de 2012 vuelve a la vida con una experiencia mucho más cómodo de jugar, muchas horas por delante y un sistema de combate que nos permite explotar al máximo nuestros personajes.
Si bien es cierto que puede que gráficamente se quede atrás para los más exigentes del lugar, el título sigue conservando toda la experiencia original que lo hizo ser prácticamente un juego de culto ensombrecido por la bancarrota de su estudio desarrollador, pero que ahora forma parte de la leyendo de los ARPG de la generación de PS3 y Xbox 360.
Nota: 7,5
Lo mejor:
- Revivir un título de culto con una experiencia jugable mejorada.
- Un precio bastante competitivo para las horas que ofrece.
- Una jugabilidad divertida y mucha personalización de nuestros héroes.
Lo peor:
- Un apartado gráfico que se ha quedado un tanto desfasado pese a las mejoras.
- Un mar de nombres y personajes que puede volvernos un poco locos.