Volvemos a tener un chasis de Kolink en nuestra redacción, el Kolink Void RGB. Y es que tras las buenas sensaciones dejadas por la toma de contacto con la marca, no hemos querido dejar pasar la oportunidad de analizar su último lanzamiento en formato semitorre. El chasis Kolink Void RGB se nos presenta como una alternativa con una estética más que acertada y un precio rompedor.
Unboxing
Como en la gran mayoría de chasis, el Kolink Void RGB nos llega presentado en una caja de cartón neutro con una imagen serigrafiada del chasis en su frontal y algunas especificaciones en el embalaje. Una vez abierto el embalaje, vemos que el chasis nos llega protegido por dos marcos de corcho blanco y perfectamente embolsado para evitar que el polvo penetre en su interior. En lo referente a la tornillería, ésta nos llega embolsada junto a los recambios de los tacos de goma para el vidrio templado.
Especificaciones técnicas
Comenzamos con la tabla de especificaciones técnicas del chasis.
Como podéis ver estamos ante un chasis semitorre con unas dimensiones de 190 x 430 x 400 mm fabricado en acero, vídrio templado y plástico y con un peso de tan solo 5,9 Kgs. El chasis es compatible con placas base ATX, Micro ATX y Mini ITX y fuentes de alimentación ATX con una longitud máxima de 180 mm. En el apartado de almacenamiento, podremos instalar 2 unidades de 3,5″/2,5″ y otras 2 unidades de 2,5″.
El chasis nos llega con un ventilador RGB de 12 cm preinstalado en la trasera. Además, podemos instalar un total de 5 ventiladores de 12 cm más (3 en el frontal y 2 en el techo) o un radiador de 240 mm en el frontal. Por último, podremos instalar gráficas de hasta 310 mm y disipadores de CPU de hasta 160 mm de altura.
El Kolink Void RGB
Dejando a un lado las características más técnicas del chasis, el Kolink Void RGB cuenta con una estética bastante acertada. En el frontal encontramos una zona «acristalada» (plástico transparente) con iluminación y efecto espejo que da carácter y personalidad al chasis, mejorando enormemente su estética. También encontramos una serie de perforaciones en la zona inferior del frontal así como en sus laterales, permitiendo así un correcto airflow. Este frontal, fabricado en plástico, es relativamente robusto y se puede extraer con muchísima facilidad. Nos llama la atención que, pese a ser la principal entrada de aire fresco, carezca de ningún tipo de filtro anti-polvo. No obstante, el reducido precio del chasis lo justifica. Recordamos que aquí podremos instalar un total de 3 ventiladores de 120 mm o un radiador de 240 mm.
En la parte superior del frontal, encontramos el panel de puertos. Éste incluye botón de encendido, botón de gestión de iluminación, 2 USB 3.0, 2 USB 2.0 y jacks de audio. Si conectamos la iluminación a placa base, gracias a su conector 3 pines (5VDG), podremos destinar el botón de iluminación al reinicio del equipo.
El lateral izquierdo está rematado en vidrio templado completamente transparente. El sistema de sujeción de dicho panel consta de cuatro tacos de goma sobre los que apoyaremos el vidrio y con un orificio que permite atornillar éste al chasis. Agradecemos pues un sistema que sujete el cristal para poder atornillar/retirar el vidrio más fácilmente.
Al retirar este panel accedemos a la cámara principal del chasis, donde encontramos la subdivisión para la fuente de alimentación. Sobre la cubierta de la fuente de alimentación podremos instalar dos unidades de 2,5″ y una de 3,5″/2,5″. También encontramos dos agujeros pasacables para dichas unidades y la zona inferior de la placa base. Asimismo encontramos 7 ranuras de expansión PCIe, algo bastante común en chasis de este tamaño.
Bajo la tapa del alojamiento de la fuente de alimentación, encontramos otro anclaje para una unidad de almacenamiento de 3,5″, así como un filtro anti-polvo para proteger nuestra fuente de alimentación. Sinceramente, esperábamos encontrar un sistema de bandejas para poder instalar dos discos pero esto nos deja más espacio para almacenar el cableado sobrante.
En el otro lateral, tras retirar el panel, encontramos una amplia canalización para el cableado que permite una gestión de cableado bastante eficiente. Gracias a este «canal» podremos pasar por ahí el grueso de nuestros cables y distribuirlos hacia el espacio de instalación de la placa base a través de diversos taladros destinados a tal efecto. Como era de esperar, estos taladros carecen de gomas pasacables y cuentan con un canteado para evitar que el metal corte el cableado.
Por último, el panel superior cuenta con un filtro antipolvo metálico que evitará que entre el polvo en nuestro equipo por suspensión. Bajo dicho filtro, encontramos un enrejillado bastante denso en forma de panal y, la verdad sea dicha, no terminamos de entender por qué. Si se hubiera omitido este detalle y se hubieran dejado los soportes para los ventiladores sin nada que entorpezca el paso del aire se habría reforzado muchísimo la salida de aire del chasis.
Por último, os dejamos unas cuantas imágenes de la iluminación del chasis en todo su esplendor
Conclusiones
El Kolink Void RGB es un chasis de tamaño medio con una estética bastante conseguida, buen airflow y un precio rompedor. En lo referente a materiales y acabados, encontramos un buen equilibrio entre calidad y precio. Y es que es cierto que el chasis no cuenta con un armazón metálico extremadamente robusto, pero creemos que por el precio de 51€ no podemos pedirle más a un chasis con vidrio templado e iluminación RGB tanto en el frontal como en el ventilador que incluye.
Por todo esto, otorgamos los galardones de Calidad Precio y Producto recomendado de Game It al Kolink Void RGB.