El equipo de Capcom ha centrado siempre su atención en sus franquicias principales como Resident Evil o Street Fighter. Pero, cada cierto tiempo, a la compañía japonesa le gusta ofrece una nueva propuesta alejada de los superventas. Fruto de este trabajo hemos tenido grandes títulos como Okami o Viewtiful Joe. Tras lanzar Dragon’s Dogma 2 hace unos meses, ahora vuelven a la carga con una curiosa propuesta. Estamos hablando de Kunitsu-Gami: Path of the Goddess, el juego que mezcla los géneros de la acción y la estrategia. Tras unos días probándolo, gracias al equipo de Plaion España, os dejamos nuestro análisis.
Con los demonios a las puertas
Este juego nos lleva al monte Kafuku, una montaña infestada de corrupción, para ponernos en la piel de Soh. Como protector de la sacerdotisa de la montaña Yoshiro, el protagonista tendrá que enfrentarse a unos demonios basados en criaturas del folclore japonés conocidos como arreptos. Esta misión nos llevará a través de diferentes aldeas, donde tendremos que hacer aliados, para limpiar de corrupción la montaña y recuperar las 12 mascaras robadas.
Kunitsu-Gami: Path of the Goddess tiene una jugabilidad un tanto curiosa. Al mezclar dos géneros muy diferentes, la acción y la estrategia, consiguen ofrecer una propuesta que se aleja de convencionalismos. A través de una serie de niveles diferenciados, acompañamos a Yoshiro a lo largo de distintas aldeas del monte Kafuku. Nuestra misión, además de proteger a la sacerdotisa de la montaña, es la de ofrecer un Camino Espiritual a través de la aldea que la conduzca a la Puerta Torii, para poder purificarla y dejen de llegar enemigos. Para esto, Yoshiro necesita tiempo, por lo que tendremos que ir haciendo cosas para hacer más fácil nuestra supervivencia en territorio hostil. El juego cuenta con un ciclo día/noche y, en cada uno de estos periodos del día, tendremos que realizar cometidos muy diferentes. Durante el día, tendremos que recorrer la aldea mientras acabamos con la corrupción y liberamos a los aldeanos, mientras que en a la noche tendremos que hacer frente a la amenaza de los arreptos.
Al caer el sol, estas criaturas comienzan atravesar a las puertas Torii con el objetivo de acabar con la sacerdotisa de la montaña. Es aquí donde tendremos que sacar a relucir nuestra habilidades de combate. Tendremos que acabar con estos enemigos en combates bastante sencillos, basados en pequeños combos de ataques débiles y ataques fuertes, además de una suerte de habilidades definitivas que iremos desbloqueando a medida que avanzamos. Aunque el combate no tiene la profundidad de un hack & slash, ni mucho menos, la gracia del mismo está en la cantidad y variedad de monstruos diferentes que nos iremos encontrando. Nuestro personaje no tiene la habilidad para acabar con muchos enemigos juntos, por lo que en muchos casos tendremos que decidir prioridades a la hora de acabar con las oleadas y estar atentos a que no se nos escapen demasiado, ya que la muerte de Yoshiro nos hace tener que reiniciar el nivel.
Pero no estaremos solos en combate, ya que se nos irán uniendo los aldeanos aldeanos que salvamos. Y es aquí donde entra en juego la estrategia. Podremos dotar a cada aldeano de un rol para que nos ayude en el combate. Comenzado por arqueros o leñador, estas clases se irán desbloqueando a medida que avanzamos por la montaña, hasta llegar a las once diferentes. Cada una de estos roles contará con fortalezas y debilidades dependiendo del grupo de arreptos enemigo, por lo que tendremos que elegir bien el grupo de compañeros que formamos. Por ejemplo, los arqueros serán los únicos que puedan acabar con enemigos voladores, pero son débiles al cuerpo a cuerpo. Aunque en un primer momento este sistema es bastante básico, se va complicando a medida que avanzamos en la aventura. Además, no solo tendremos que seleccionar esta clase, también tendremos que decidir dónde colocarlos que ,sumado a la posibilidad de mandarles construir protecciones durante el día, nos permiten elaborar un plan de defensa perfecto.
Una vez limpiada la aldea de corrupción, la desbloquearemos como base en donde podremos para mejorar a Soh, a los aldeanos, o cambiar los objetos que tengamos equipados. También podremos hacer que los aldeanos reparen la aldea para otorgarnos recompensas que nos permitirán hacer estas mejoras. Además, al limpiar cada aldea también se desbloquea una batalla contra un jefe. Al entrar en este nivel de jefe, podremos volver a asignar roles a los aldeanos para hacer frente a un enemigo mucho más poderoso. Estos combates nos obligan a tomar decisiones mucho más estratégicamente, decidiendo en cada momento si los aldeanos atacan al jefe o protegen a Yoshiro. Esto se ve incrementado cuando morimos, ya que, aunque volvemos a resucitar, durante ese tiempo nos convertimos en un espíritu que solo puede dar ordenes.
Al mezclan dos géneros tan distintos, existe el riesgo de que no destaque en ninguno de ellos y, aunque Kunitsu-Gami: Path of the Goddess no es ni un juego de estrategia especialmente profundo, ni un juego de acción especialmente bueno, todo funciona bastante bien en conjunto. Una vez que aprendes a controlar todo, esta tibieza acaba eclipsada por los puntos fuertes del juego.
Inspiración japonesa
Uno de los aspectos principales a destacar de Kunitsu-Gami: Path of the Goddess es su increíble mundo de inspiración japonesa. La rica cultura japonesa brilla claramente en el aspecto visual. Todo, desde el diseño de los personajes, las máscaras y las hermosas túnicas que lleva la doncella de la montaña Yoshiro, hasta los hermosos templos y altares situados en la ladera de la montaña, pasando por los menús del juego y, por supuesto, la banda sonora, está realmente bien diseñado para ofrecer un conjunto artístico de cuento.
En cuanto al desempeño técnico no es un juego demasiado potente. A nivel de texturas y detalles gráficos no es el mejor trabajo de Capcom, aunque se compensa con el artístico. Tenemos dos opciones gráficas calidad o rendimiento. La primera te ofrece una resolución 4K a 30 fps, mientras que la segunda tiene 60 fps, pero con una resolución menor y un poco menos de detalle gráfico. La velocidad de fotogramas en general es estable en ambos casos, pero con alguna caída que otra . También se aprecia cierto desenfoque alrededor del propio Soh al girar la cámara: no es muy molesto, pero está ahí.
La inspiración japonesa también se encuentra en el apartado sonoro. La música es otro de las puntos fuertes del juego. La aventura está acompañada por distintas melodías tradicionales japonesas, que aportan un plus a la ambientación. También se ve en las voces en japonés.
Conclusión de Kunitsu-Gami: Path of the Goddess
Kunitsu-Gami: Path of the Goddess es una propuesta interesante de Capcom que mezcla acción y estrategia en un entorno inspirado en la mitología japonesa. Aunque no sobresale en ninguno de los dos géneros, la combinación resulta en una experiencia de juego entretenida y envolvente, que nos puede enganchar sin problema. Su impresionante diseño artístico y banda sonora complementan bien el ambiente, aunque el rendimiento técnico tiene algunos altibajos. En conjunto, es una aventura única y visualmente atractiva que merece la pena explorar, especialmente para los amantes de la cultura japonesa.