La crisis creativa de los videojuegos

¿Qué fue de aquellos tiempos en los que cada vez que había un nuevo lanzamiento nos sorprendían con cosas innovadoras?, esos días en los que estábamos deseosos de que «x» título saliera para saber qué podía ofrecernos que ningún otro título que había en el mercado tenía hasta la fecha, cuando las aventuras eran únicas, las tramas impensables… ¿donde quedaron estos maravillosos días? Esto es algo que llevamos preguntándonos mucho, mucho tiempo.

Por un lado tenemos el espectacular crecimiento de sus ventas, la expectación que crea cada lanzamiento gracias a sus gráficos, con juegos como Battlefield 3, a sus inmensos mapas como en Skyrim, a sus realismo en los juegos deportivos y sobretodo a los continuos avances en la cinemática de algunos títulos que pueden rivalizar hoy en día con cualquier película de Hollywood. Todo esto sin contar con las últimas novedades que nos ofrecen las nuevas consolas con sus imágenes en 3D.

En cambio, por el lado opuesto, nos encontramos con la escasez de novedades en los títulos. Para los más antiguos del sector es fácil estar a los mandos de algún título recién estrenado y casi predecir las cosas que nos van a suceder mientras que estamos avanzando en la historia de este juego, algo que hace perder muchos puntos a estos juegos. Es cierto que para los más «rookies» en este mundo, todo parecerá espectacular, novedoso e ingenioso, pero para los más experimentados, en los últimos años encontramos demasiadas similitudes en la gran mayoría de los títulos.

¿Juego innovador?

En los juegos de shooters como Call of Duty, entrega que nos ofrecen año tras año, ha sido muy criticada por sus pocas novedades, dos armas, tres rachas de bajas y varios mapas es lo que diferencia un título de otro. Pero lo que tampoco queremos es tener que esperar tres o cuatro años como con Battlefield 3 para disfrutar de un juego con mejoras importantes. Aunque no se que es mejor, la verdad. Los guiones de estos títulos bélicos son repetitivos y siempre giran entorno a un mismo eje. Es hora de dar un punto y final y empezar un nuevo ciclo y para esto, hace falta gastarse el dinero en un buen guionista que de vida a una nueva trama, a nuevos enemigos (no siempre musulmanes o rusos) y a nuevas formas de resolver los conflictos.

En títulos deportivos, hay poco que mejorar, debido a que ya está casi todo inventado. Lo último que nos sorprendió fue los «modos leyenda» o «my players», donde nos poníamos al frente de un sólo jugador creados por nosotros y teníamos que llevarlo a lo más alto, pero de esto hace ya más de 3 años que existe y año tras año, los títulos deportivos principales lo único que nos ofrecen como novedad destacable son equipos actualizados (y a veces ni eso) y mejoras superficiales como rostros mejorados o estadios más reales.

El sector del entretenimiento virtual está alcanzando unos niveles muy altos en lo que a gráficos se refiere, por lo que para mejorar estos apartados, necesitarían una mejora de software, lo que supondría la aparición de una nueva generación de videoconsolas, cosa que no está prevista hasta dentro de un par de años como mínimo.

No quiero entrar a valorar el tema de los remake, ni los títulos que están hechos a medias para que 15 días después de su lanzamiento empiecen a aparecer DLC´s por 15 euros, porque eso me tendría escribiendo hasta el martes Santos, lo que realmente me preocupa de verdad es esta pregunta, ¿todo esto quiere decir que vamos a tener que estar aguantando títulos sin grandes novedades gráficas hasta el 2014? Es algo que tienen que plantearse seriamente las compañías y las desarrolladoras, ya que por cada juego pagamos de media unos 60 euros (en los mejores casos).

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