A menudo identificamos una saga de videojuegos o una marca con un nombre propio, tales como podrían ser: Hideo Kojima con Metal Gear, Miyamoto con los juegos Nintendo y así hasta un gran elenco de grandes autores.
Bien es cierto que son personas que han dado mucho a la industria del ocio digital y que son pioneros en muchos géneros y grandes ideas, pero también es verdad que sin la ayuda de todo un equipo, estas grandes leyendas no habrían brillado tanto como hoy día. Y, es por ello, que os voy a hablar cada dos semanas de uno de estos personajes tan grandes para la industria pero que siempre han estado un poco más en la sombra. Hoy nos toca hablar de:
Koji Kondo
Es popularmente dicho que los niños nacen con una barra de pan bajo el brazo, pero Koji Kondo pareció nacer con una batuta en las manos, y es que este genial músico nacido en Nagoya la cuarta ciudad más grande de Japón se interesó por la música prácticamente cuando nació un 13 de agosto de 1961.
Y es que, a los 5 años con el piano electrónico comenzó a crear sencillas melodías que fue perfeccionando a lo largo de los años, hasta que en la adolescencia y gracias a influencias del jazz y el rock y sobretodo con músicos de la calle, logró formar su primer grupo de música el cual se dedicaba a versionar temas del legendario grupo Deep Purple.
Mientras realizaba sus estudios de arte en la universidad de Osaka seguía componiendo en su casa gracias a un piano y a su PC personal.
Los videojuegos entraron a formar parte de su vida
La universidad en la que estudiaba Kondo recibió varias ofertas de trabajo en busca de jóvenes y talentosos compositores para trabajar en Nintendo.
Por aquel entonces era un gran fan de los juegos de arcade tanto en su propio PC como en las recreativas. Y si bien es cierto que nunca se imaginó a si mismo trabajando en la industria del videojuego, lo cierto es que no dudó en solicitar el puesto de trabajo en Nintendo.
Entró en la compañía de Kyoto sin mostrar ninguna composición, ni tan siquiera una muestra de su talento, cosa que sorprendió al propio compositor, que Nintendo lo fichara a ojos cerrados.
Koji Kondo fue el primer músico exclusivamente dedicado a la composición contratado por Nintendo. Sus primeros juegos fueron para máquinas arcade como el mítico juego de boxeo Punch Out y uno de golf.
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Los 8 bit de Nintendo
Con el boom de Famicom (Nintendo Entertainment System) Kondo entró directamente a trabajar en la consola de sobremesa con Devil World un título que pasó sin pena ni gloria por el mercado nipón.
Su siguiente proyecto fue nada más y nada menos que Super Mario Bros. Lanzado en 1985. Este título dio a conocer a Kondo como un gran compositor a nivel mundial y es que pese a las limitaciones de sólo 3 sonidos que tenía la NES, Kondo logró cautivar al mundo entero con esa melodía que hoy día todo recordamos y asociamos directamente al mundo del videojuego.
En 1986 con el primer The Legend of Zelda, Kondo realizó cuatro melodías épicas para el cartucho original de Famicom. Y es que gracias a estos temas todos nos sentíamos verdaderos héroes a la hora de manejar a Link por las tierras de Hyrule.
Pese a las grandes limitaciones a nivel musical de NES, lo cierto es que Kondo también compuso las melodías de Super Mario Bros. 2 y 3. Con ello, logró crear temas que han perdurado hasta la fecha y que son reconocidas mundialmente hasta por personas que poco o nada tienen que ver con la industria.
Super Nintendo y la llegada de los 16 bit
La llegada de una nueva generación de consolas de Nintendo, también supuso una gran mejora en lo que respecta al tema musical y es que ahora la consola tenía muchas menos limitaciones a la hora de ofrecernos unas armoniosas melodías de parte del gran Koji Kondo.
Super Mario World sólo tuvo una melodía durante todo el juego pero que estaba retocada en cada nivel del juego adaptándola al entorno y a la exigencia de dicha fase, creándonos la sensación de estar escuchando una melodía diferente cada vez.
Kondo se declaró enamorado de la saga The Legend of Zelda y puesto que no pudo participar en la segunda y tercera entrega de la serie, con este A Link to the Past dio lo mejor de si para crear una armonía preciosa durante todo el juego, y es que gran parte de culpa puede tener el compositor de Nagoya para que este título sea reconocido como uno de los más grandes RPG.
Con este título Shigeru Miyamoto y Koji Kondo estrecharon lazos gracias al gran interés que mostraba Miyamoto por el trabajo del compositor.
El último trabajo de Kondo en los 16 bit fue con Super Mario World 2 conocido en Europa como Yoshi’s Island. Gracias al estilo cartoon del juego, las melodías del juego se tornaban alegres y con una destacada influencia de la música latina de la que Kondo siempre se había declarado admirador.
Y así terminaba la época de Super Nintendo para Koji Kondo engrandeciendo su leyenda más si cabe.
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La aparición de los 64 bit
Koji Kondo pidió a Nintendo que usara el formato óptico como soporte para Nintendo 64 puesto que se podían crear melodías orquestadas gracias al CD, pero aun así la compañía de Kyoto optó por el cartucho gracias a que ellos consideraban que era mejor para los videojuegos.
Super Mario 64 permitió a Kondo realizar la mayor variedad y cantidad de melodías que él mismo había compuesto para un juego y es que en cada nivel podíamos apreciar un tema complétamente diferente al anterior. Además de un tema principal que era un arreglo del mítico tema del original Super Mario Bros.
Kondo alcanzó lo más alto con la llegada de The Legend of Zelda: Ocarina of Time, y es que si este RPG es considerado quizás como el mejor vídeo juego de la historia gran parte la tiene este legendario compositor.
Todas las melodías de este Zelda han pasado a la historia gracias al uso que hacía Link de la ocarina, y es que recordar una sola de esas composiciones es capaz de ponernos el vello de punta.
Las canciones de Ocarina of Time han sido reversionadas una y otra vez por fans con diferentes instrumentos musicales.
Tal es la magnitud tanto de este juego como de esta saga que gracias al 25º aniversario de la serie, se realizaron una serie de concierto con orquestas sinfónicas en su honor.
Su nueva labor en Nintendo
A partir de Ocarina of Time, Koji Kondo pasó a ser el director del equipo de sonido y desarrollo de Nintendo encargándose de supervisar las composiciones de los juegos de la compañía nipona en lugar de ser el compositor principal de las obras.
Aunque todavía sigue realizando algunas composiciones para unos pocos juegos como: Super Mario Galaxy, The Legend of Zelda: Spirit Tracks o The Legend of Zelda: Skyward Sword, entre otros.
A día de hoy esta sigue siendo la tarea de Koji Kondo dentro de Nintendo y pese que algunas veces le gusta componer sus propias melodías, lo cierto es que ya sólo se dedica a las labores de supervisión.
Y es que gracias a él tenemos un legendario tema principal de Super Mario Bros. Y las épicas melodías de The Legend of Zelda.
Koji Kondo, leyenda viva de los videojuegos. ¡Gracias!
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Curiosidades
- Paul McCartney, legendario músico de los Beattles se ha declarado públicamente un enamorado de la música de Koji Kondo.
- A pesar de lo que podemos pensar, el primer tema que creo para Super Mario Bros. Fue la melodía del nivel donde estábamos bajo el agua.
- Se dice que su primera canción en consolas domésticas fue para el título Devil World, pero él mismo reconoce no recordarlo bien.
- Kondo dice que compone sus temas cuando está en un ambiente relajado, ya sea estando en casa, caminando o en el descanso del trabajo. Comenta que si le viene una melodía a la cabeza la tararea hasta escribirla cuando llega a casa y que si durante el camino se le olvida, la descarta.
- El instrumento que más le gusta a Kondo es el violonchelo aunque reconoce que no es el más adecuado para componer.
- Uno de los mayores tesoros de Kondo, es un CD que le regaló el músico de jazz Sadao Watanaba que contenía música “arreglada” de Super Mario Bros.
- Uno de sus juegos favoritos es Winning Eleven Play Maker por la libertad que le ofrece a la hora de jugar.
- Compuso una versión invertida de Saria’s Song, con algunas modificaciones, y la utilizó para Song of Healing en The Legend of Zelda: Majora’s Mask.