La cantidad de procesadores AMD que podemos encontrar en el mercado es una de las más extensas. Su gran abanico de opciones ha posicionado a la firma con origen en Sunnyvale en uno de los líderes del mercado. En su rendimiento y su eficiencia encontramos algunas de las claves.
Sin embargo, si tenemos que destacar un motivo por el que AMD ha llegado a estar un peldaño por encima de sus competidores es por el gran trabajo realizado sobre los procesadores con arquitectura ZEN. Pudiendo llegar a sectores, tanto profesionales como particulares, que hasta ese momento no habían podido alcanzar.
Uno de los ejemplos más claros es el que hace referencia a los procesadores Ryzen, de los que aquí se pueden encontrar algunas noticias de los procesadores Ryzen de tercera generación.
El gran cambio con respecto a Bulldozer
Si hacemos un poco de retrospectiva, conviene mencionar a Bulldozer, la arquitectura más antigua que AMD tiene en su catálogo. También ha sido una de las más exitosas, especialmente gracias a las diferentes oleadas de bajadas de precio que desde AMD han ido imprimiendo sobre ella con el fin de posicionar a sus procesadores como algunos de los más vendidos.
Sin embargo, como comentábamos en la introducción, no ha sido hasta el desarrollo de la arquitectura ZEN cuando AMD ha vuelto a diferenciarse de la competenciacon algunos de los mejores productos que se pueden encontrar en su catálogo. Su principal ventaja es que los procesadores con este tipo de arquitectura ya no se dividen en diferentes núcleos y módulos, sino que ahora nos encontramos ante una estructura de núcleo monolítica, formada por dos unidades CCX. Una de las novedades que incorpora es que esta base permita habilitar y deshabilitar los núcleos para conseguir fabricar procesadores de hasta ocho núcleos para equipos de particularesy hasta 32 núcleos en sectores corporativos.
Los procesadores Ryzen han sido la gran apuesta de AMD en los últimos años. La primera serie que encontramos fue la Ryzen 7, de la mano del 1700, 1700X y 1800X. Era el año 2017. Y desde el principio esta nueva arquitectura demostró que superaba todo lo que en ese momento había en el merado.
Hasta cuatro veces mejor que la anterior gama de AMD
Los nuevos procesadores son capaces de rendir un 52% por encima de la arquitectura anterior en términos de IPC (el rendimiento del procesador para cada uno de sus núcleos y por cada MHz de frecuencia).
De esta manera, desde sus inicios Ryzen ha permitido que al utilizar cualquier programa preparado y diseñado para el trabajo de todos sus núcleos, sea capaz de rendir cuatro veces por encima del FX-8370, el que era el mejor procesador de AMD hasta la entrada de Ryzen.
Uno de los puntos a destacar de ZEN es que dispone de SMT, permitiendo a cada núcleo gestionar hasta dos hilos de ejecución. Logrando, en total, la gestión desde cuatro hasta dieciséis de estos hilos.
No es casualidad que AMD esté actualmente en uno de los mejores momentos que se recuerdan a nivel de forma. Superando a Intel en cada uno de sus trabajos, gracias a las importantes mejoras a nivel de arquitectura y eficiencia de sus procesadores.
Todavía queda muy lejos hacer un pronóstico de cómo será el futuro de sus productos. Pero parece cierto que nos encauzamos hacia una década gobernada por el fabricante AMD. Solo el paso de los años demostrará lo que parece que va camino de convertirse en una hegemonía.