Megamagic es un juego de acción fantástica desarrollado por BeautiFun Games en el que, desde una vista cenital, tendremos que hacer frente a hordas del mal en forma de zombis o criaturas del averno que está disponible a través de Steam. Con un contexto bastante bien elaborado y bajo esa perspectiva isométrica, unos gráficos cartoon y el movimiento diagonal del personaje nos recuerda a esos grandes juegos de recreativas. La narrativa a través de diálogos similares a los juegos de rol orientales y un cuidado trabajo artístico le otorgan calidad y equilibrio a un juego cuyo sistema de combate se asemeja mucho a un diablo.
Papá pero qué has hecho
El tutorial transcurre a caballo entre dos acontecimientos que marcan el devenir de la historia de nuestro protagonista, Podan y su inseparable amigo Fuma. En un inicio controlaremos al padre de Phoban y su hermano Deimon, que huye desesperadamente para ocultar una reliquia muy poderosa que ha robado, en su afán por escapar se ve en la tesitura de dejar a sus dos hijos y la reliquia en casa de Avery, tío de Phoban y Deimon.
Pasado el tiempo ya somos adolescentes sobradamente preparados, en este impasse Phoban ha conocido a Fum, una especie de ente salido de la reliquia que ahora nos acompañará para añadir un toque ácido y de humor a todas las escenas. Como ya hemos alcanzado la madurez y somos poseedores del don que nos permite usar la magia nos preparamos para superar las pruebas que nos conviertan en un miembro de la Orden y por ende en un protector de la humanidad. De camino al templo y tras haber practicado en el jardín y en el sótano nos dirigimos a la prueba, antes de entrar en la sala vemos como nuestro hermano Deimon ya ha aprobado y nos invita a seguir sus pasos. Pero todo se torna oscuro en el momento que en sumo sacerdote ve a Fum y nos pide que se lo entreguemos, como buenos amigos suyos declinamos la oferta lo que nos convierte en proscritos. De aquí en adelante se narra una historia que tiene mucho valor argumental con diálogos siempre cómicos que hacen de perfecto acompañamiento al sistema de combate.
Destruir e invocar, la rutina habitual
En lo que al sistema de combate se refiere solo tendremos que seleccionar el hechizo y ejecutarlo con el botón izquierdo del ratón, el único límite en su lanzamiento está en una barra que bajará progresivamente en función del conjuro que estemos utilizando.
Una de las bazas más interesantes de Megamagic está en la invocación de unas criaturas, llamadas Grims, que serán fundamentales para solventar la mayor parte de los combates. Los Grims son de lo más variopinto, pudiendo convocar auténticos engendros alados que además suben de nivel de tal modo que le llegaremos incluso a coger cariño. El tamaño del grupo también depende del nivel del personaje, de este modo consiguen el equilibrio necesario de dificultad a lo largo de toda la aventura. Hasta dieciséis serán los Grims disponibles a los que hay que sumar cinco ramas de la magia con cinco habilidades distintas cada una. Aunque extenso, el sistema de mejora de habilidades y Grims es muy sencillo, por ejemplo en el caso de los Grims tendremos que dar caza a X número de ellos para poder invocarlos e placer en cantidad y momento.
Escenarios basados en los ochenta con ciudades de neón y mazmorras oscuras entre pueblos, bosques y desiertos transcurre esta aventura que es entretenida gracias a su humor sencillo y su estilo cartoon desenfadado. Todo dentro de una trama con un guion e historia consolidados y bien cerrados. A todo esto hay que sumarle la inclusión de temibles jefes finales, un reto para el estratega.
Conclusiones de Megamagic Wizards of the Neon Age
Muy cercano al arcade clásico con bastantes variantes en la mejora del personaje bajo una perspectiva isométrica y colorista convierten a Megamagic en un juego muy entretenido que ofrece la posibilidad de jugar en cooperativo local gracias al control de los Grims. Es importante resaltar que hay mucho trabajo detrás de Megamagic, mucha ilustración y texturas, mucho diálogo e historia al servicio del jugador que busque pasar un buen rato entretenido salvando al mundo de los malos.