Moonlighter. Análisis del ARPG del estudio valenciano Digital Sun

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No han pasado ni dos semanas desde que escuche por primera vez el nombre del juego que pone título a este análisis: Moonlighter. Pese a considerarme un amante de los juegos indies me resulta difícil estar al tanto de todas las potenciales joyas que están por llegar al mercado, más aún cuando para encontrar esas joyas debemos mancharnos las manos de carbón.

Digital Sun es un prometedor estudio independiente afincado en Valencia (España) formado por un equipo de diez personas. Tras superar las expectativas puestas en el kickstarter de Moonlighter, sus primeros pasos en la industria han sido acompañados por el ya reconocido estudio polaco 11-bit, creadores de juegos tan reconocidos como son This War of Mine o el reciente Frostpunk. Esta buena relación parece haber dado sus frutos, traduciéndose en el mejor resultado posible: un debut sólido para el estudio y un título tremendamente especial que rebosa talento y cariño.

El héroe comerciante

Moonlighter es un ARPG de perspectiva isométrica que mezcla elementos de Rogue-like y gestión de negocios. Destacable desde el minuto uno por su maravilloso apartado visual, el juego nos pone en la piel de Will, un tendero que reside en la pequeña villa de Rynoka, la cual ha servido como frontera con las mazmorras durante incontables generaciones. La historia de Will no es ni la mas profunda ni la más épica, ni falta que hace, ya que más bien es la historia de cómo un hombre normal y corriente enfrascado en su rutina es capaz de salir adelante y descifrar los misterios que se ocultan en las misteriosas mazmorras cercanas al pueblo. Para ser francos el juego tiene ciertas buenas intenciones en su guión, aunque para nada sería de lo más destacable.

Las ideas que entremezclan en el título pueden recordarnos a títulos como Rogue Legacy, The Binding of Isaac, Harvest Moon e, incluso, el ya manido Dark Souls. Pero sobre todas estas propuestas existe una que quizás sea a la que más se puede asemejar a la idea de Moonlighter, un juego que ha pasado desapercibido para gran parte del público pero que en su momento destacó por su original concepto: Recettear: An Item Shop´s Tale. Pese a que ambos muestran claras diferencias, el concepto de Recettear se ajusta mucho al del juego de Digital Sun: gestionar una tienda, progresar en ella e ingresar cada vez más dinero de manera eficiente, utilizando este dinero como un medio y no como un fin.

Quizás el contrapunto de acción que aporta Moonlighter a la fórmula está mejor ejecutado y resulta más divertido que el de Recettear, aunque por otro lado, en Recettear podemos encontrar una faceta más completa y dedicada a la gestión del negocio. Aun con estas, la magia que encierra Moonlighter es que se trata de un juego mucho más redondo y orgánico, dando la justa importancia a cada una de sus facetas para formar un todo que se retroalimenta constantemente. La tienda no puede subsistir sin lo que encontremos en nuestras incursiones a la mazmorra, pero tampoco podremos hacer frente a los peligros de la mazmorra sin mejorar nuestro equipo con lo que ganemos en la tienda. Una simbiosis bien diseñada que aporta variedad al título y que resulta realmente divertida pese a su alto grado de repetición.

Simbiosis de ideas bastante efectiva

A nivel de mecánicas estamos ante un juego que resuelve siendo práctico. En ningún momento nos saturaremos con líneas de textos y números ya que el equipo de Digital Sun ha decidido optar por una interfaz visual e intuitiva que no ponga freno al ritmo del juego.

La tienda funciona como un lugar de exposición para los trofeos que nos llevemos de la mazmorra, un lugar en el que los clientes entrarán a echar un ojo buscando objetos que comprar a precio justo o de chollo. En un principio no sabremos el valor medio de ninguno de los materiales que extraigamos en nuestras incursiones, por lo que nos veremos obligados a tantear cual es su precio real de cada producto para los habitantes de Rynoka. Esto nos obliga a posicionar los objetos en los expositores poniéndoles precio a ojo, lo cual nos puede llevar a vender objetos a precio de ganga (perdiendo dinero), a su precio justo (que irá variando según la demanda del objeto) o a perder una venta (si nos pasamos de la raya con precios elevados). Lo interesante es que Will contará en su inventario con una especie de diario donde podremos consultar a cuánto hemos vendido la última unidad de X objeto, algo que nos ayuda muchísimo a llevar con mayor agilidad nuestro negocio y posicionar de mejor manera nuestra mercancía para enriquecernos de la forma mas eficiente.

Como es de rigor en este tipo de juegos también podremos hacer crecer nuestra tienda, comprando locales mas grandes o llenándola de objetos decorativos que nos aporten ciertas bonificaciones. Para dar un poco de dinamismo al juego mientras la tienda está abierta, los desarrolladores han pensado una forma de mantenernos alerta y vigilantes con lo que sucede en nuestro local, y es que en ocasiones veremos entrar por la puerta personas con aires sospechosos cuya intención es pillarnos despistados para robarnos algo que tengamos expuesto. Si esto sucede será momento de sacar la vara y correrlos a gorrazos fuera de nuestro negocio. Podría decirse que la faceta de gestión de la tienda esta bastante bien resuelta, aunque quizás su continua explotación y lo fácil que es ganar grandes cantidades de dinero en la recta final del título pueden llevarnos a mejorarla al máximo demasiado rápido, perdiendo así parte de la gracia.

La otra faceta importante del juego es la acción y el mazmorreo, apartado que ha resultado ser bastante divertido y muy adictivo. Contamos con dos botones de acción, uno para combos básicos de tres golpes y otro para realizar un ataque especial que cambiará dependiendo del arma que estemos utilizando. Aunque la variedad de armamento no es la más grande que hayamos visto en un título de estas características lo cierto es que se nota una gran diferencia entre ellas, y no solo por su forma de golpear, si no también por su influencia en las stats de Will. Existen 5 mazmorras de 4 niveles (tres normales y uno de boss). Cada una de estas mazmorras esta ambientada de forma diferente, desde un misterioso bosque con enemigos venenosos a unas ruinas desérticas con adversarios resistentes. Los final boss están muy bien recreados y sus patrones son radicalmente distintos, algo que se agradece, ya que pese a ser sólo cinco enemigos finales son cinco enemigos muy bien diseñados (salvo en el caso del último de ellos…)

Para acabar este apartado hay que hablar de Rynoka y sus habitantes, parte esencial en el día a día de nuestro protagonista. El pueblo es bastante pequeño y no encierra gran misterio: tenemos unas cuantas tiendas que debemos comprar para traer nuevos NPCs que nos sirvan de ayuda y poco más. Tendremos también un tablón de anuncios en la plaza central aunque lejos de darnos misiones servirá para comprar mejoras para nuestro negocio y para las tiendas del pueblo. La socialización con los lugareños es totalmente inexistente. Quizás poder tener relación con algunos de ellos, contratar compañeros… algo que les dé cierta importancia o personalidad, detalles que nos hagan verles como personas y no sólo como clientes. Quizás sea demasiado exigir un Stardew Valley, así que pese a que este apartado me ha decepcionado tampoco creo que sea estrictamente necesario.

Puro amor por el píxel

Artísticamente Moonlighter es una delicia en todos sus aspectos. Su espectacular puesta en escena nos ofrece unos escenarios preciosos acompañados de magníficos modelados para todos sus personajes. La fluidez en el movimiento y las animaciones de nuestro protagonista nos hacen apreciar el magnífico trabajo de Digital Sun y lo eficientes que pueden llegar a ser a la hora de impregnar de talento su obra. Con colores vivos y cálidos el juego nos acoge en su regazo, acompañando el cuadro con una banda sonora sosegada y relajante creada por Alec Holowka (músico que ha participado en juegos como Aquaria y Night in the Woods). Sin duda un regalo para los ojos, sobre todo para los enamorados del estilo pixel.

El juego funciona bastante bien, sin ralentizaciones y o bajadas de frames (como cabría esperar). Ni bugs ni nada preocupante. Quizás el mayor problema que podemos encontrar es su curva de dificultad la cual va de arriba hacia abajo, rematando con un final abrupto que nos ha dejado un tanto fríos.

Conclusiones de Moonlighter

Moonlighter es un indie español que nos hace abrir los ojos y darnos cuenta del talento que hay en nuestro país. Su idea no es la más original, pero la trabaja como si lo fuese. Su mezcla resulta muy acertada y realmente adictiva, contando con un apartado artístico de esos que sirven de ejemplo. Quizás sea un juego que no resulte entretenido para todo el público puesto que la repetición es algo implícito en el desarrollo de la aventura, pero lo cierto es que ofrece suficiente contenido y variedad para divertirnos durante un buen puñado de horas (20 aprox). También cabe recalcar que cuanto más ambicioso es un juego más nos entran las ganas de exigir, y desde luego hubiera sido genial ver una faceta social más elaborada y un pueblo más vivo. Quien sabe si el día de mañana tendremos una secuela que lleve todo esto más allá… personalmente sería algo a lo que no me negaría.

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