Ay Nintendo. Nintendo es como esa chica tan guapa y tan cabrona, ya sabéis a cual me refiero. Esa que te trata a patadas y te maltrata psicológicamente, pero que en cuanto te dice algo bonito hace que corras de vuelta a su lado. Su penúltimo invento es un claro ejemplo de ello, la 3DS nos ha llevado claramente por el camino de la amargura. Nos ha dejado 4 meses sin juegos, nos ha «engañado» con su tridimensionalidad y al fin y a la postre se ha mostrado incompleta y la última noticia que tuvimos de su parte es que necesitaba una operación de aumento de stick que debemos sufragar nosotros.
Todo esto me estaba haciendo replantear mi relación con ella, estaba a punto de poner fin a este calvario, como por ejemplo hizo el amigo Xose Llosa, pero no. Justo cuando me estaba armando de valor, lo ha vuelto a hacer. El pasado Gamefest hablé con ella, y con tan solo esbozar un par de sonrisas me engatusó de nuevo, haciendo lo que mejor sabe hacer. Tirar de grandes clásicos y producción propia.
En concreto, tres fueron las razones que me sedujeron para apartar mi consola de foros de compra-ventay webs de subastas, y como seguramente habréis deducido ya, fueron Mario 3D Land, Luigi´s Mansion 2 y Mario Kart 7.
Aunque llegué al stand en plan chulo y castigador, dispuesto a sacarle punta a dichos títulos, los muy astutos supieron dar lo mejor de sí mismos, y antes de que pudiera ponerles mala cara, ya me habían engatusado.
Mario 3D Land es delicioso. Imagínate esto… coge lo mejor de Super Mario Bros, lo mejor de Super Mario 64, unos gráficos aceptables (que no superlativos) y una mecánica de juego adaptada al 3D. ¿Lo tienes? Pues agítalo, échale unas gotas de colorido, mucha diversión y aderézalo con las grandes melodías made in Kioto…Voilá! Juegazo al canto.
Pero no acaba ahí la cosa. Servidor, hastiado hasta el infinito y más allá de la saga de los minicoches, no pudo si no agarrar la versión de prueba que llevaron a la feria con algo más que escepticismo, mirándola de refilón y con desgana. Pues a lo mejor fue por eso, pero oye, que me gustó bastante. Lo primero que me llamó la atención fue el apartado gráfico, de lo más granado hasta el momento para la portátil, personajes muy detallados y circuitos llenos de detalle y fantasía. Además, la jugabilidad a prueba de bombas de la saga sigue intacta y se intuían algunos detalles que le daban un poco de variedad al asunto. En definitiva, más de lo mismo pero muy bien empaquetado. Super Mario Kart 7 seguro que cae.
Con el que no tenía ninguna duda era con Luigi. Sabía que el muy coqueto me iba a ganar por la mano. Y así fue. Volver a una mansión embrujada, armado únicamente con una linterna y una aspiradora…EPIC. Y esa sensación de vicio absoluto arrasando con todas las moneditas de la casa, qué placer. De verdad que no me explico por qué han tardado tanto en revisitar este juego.
En fin, que como os iba diciendo al principio, la niña mal, ese demonio escondido tras el angel, ha vuelto a mirarme, y no he sabido decir NO. 3DS ha vuelto a reengancharme, pero os juro que la próxima vez, le digo que se vaya a freír monas, o no…