¿Pensabais que los juicios contra la venta de cartuchos «ilegales» de Nintendo DS iban a acabar con algunas detenciones y retiradas de productos de las tiendas? ¡Já!
Cuando parece que no podemos más que asumir que Nintendo se va a salir con la suya y va a ganar los juicios contra tiendas y fabricantes de los cartuchos que permiten cargar copias de juegos originales en las consolas, se da la vuelta a la tortilla al tema. Según una noticia de El Mundo, ahora, son los propios comerciantes de dichos cartuchos quienes demandan a Nintendo.
Varias tiendas españolas han presentado una demanda contra la compañía nipona ante la Oficina de Armonización del Mercado Interior (OAMI). ¿La razón de la demanda? La violación de la Ley de Diseño Industrial, mediante la cual un fabricante no puede asumir el monopolio de comercialización sobre una innovación tecnológica. Aunque parezca surrealista, es completamente legítima su defensa…
«La innovación tecnológica no debe ser dificultada concediendo protección de diseños a características dictadas únicamente por una función técnica«.
Eso reza la Ley de Diseño Industrial, una legislación que trata de evitar «que los derechos de diseño sean utilizados para obtener monopolios sobre soluciones técnicas sin cumplir las relativamente estrictas condiciones establecidas en la ley de patentes». Según la demanda, el diseño de estos elementos sólo responde a su función, por lo que los elementos estéticos no tienen relevancia en el mismo, hecho que justifica el desarrollo de estos dispositivos por parte de otros fabricantes.
Una de las pruebas que aportan los comerciantes son las declaraciones que los representantes de Nintendo ofrecieron en un juicio anterior contra estos dispositivos usados para «piratear» juegos, entre otras funciones.
«El primero y principal rasgo es que el diseño y características físicas, esto es forma, tamaño, dureza, número de salientes y ranuras y disposición de los contactos de las tarjetas originales de juegos, los hace incompatibles con cualquier otro tipo de consola que no sea una videoconsola Nintendo DS».
En el juicio se denunció que los cartuchos vulneraban la propiedad intelectual de Nintendo por ser una copia exacta de sus dispositivos, cuyas características son incompatibles con cualquier tipo de consola.
Uno de los desarrolladores que ha presentado la demanda es Alejandro Fernández, que el martes comenzará otro juicio contra Nintendo en el que la compañía nipona pide 23 años de cárcel por vender esos cartuchos. Su abogado, Carlos Sánchez Almeida, ha justificado la existencia de los polémicos dispositivos, asegurando que el uso de estos cartuchos «permite dotar de memoria interna a la consola y ejecutar programas creados por el propio usuario». Gracias a la Ley de Diseño Industria, Nintendo no puede ejercer el monopolio sobre el desarrollo de los cartuchos. Así, Sánchez afirma que, si Nintendo tuviese el monopolio de este sistema, cobrarían tanto por la venta de hardware como por la de licencias, lo que supondría una «actuación monopolística».
«La forma del cartucho viene determinada por su funcionalidad. Tiene que tener la forma para funcionar», explica Alejandro Fernández.